DIA DE PASEO I
Durante las clases normales, un muy normal día de lunes, los alumnos del colegio donde Martha estudiaba, una voz resonó en los pasillos y salones de clases; la voz del director interrumpió a los muchachos en sus estudios.
Buenos días, niños. Les habla el director; disculpen esta pequeña interrupción pero, lo que he de decirles a todos interesa.
"Como saben -continuó diciendo-, el viaje de final de generación se acerca y los muchachos del tercer curso están muy entusiasmados, lo se. Quiero decirles que el viaje de este año..."
Todos en el mencionado tercer curso estallaron en murmullos por lo que el director pudiera decir. "Lo suspenderán" decían unos, "seguro que será el mejor" decían pocos.
... el viaje de este año será especial -continuó el profesor-. Generalmente los alumnos del tercer curso viajan solos a su destino; sin embargo, este año, la mesa de profesores y yo, personalmente, hemos decidido que los alumnos con altos honores o reconocimientos especiales de este año viajaran también... siempre y cuando sean del segundo curso, claro. No nos podemos arriesgar a que los pequeños anden por ahí con poca supervisión.
En los salones azules, donde los del segundo curso estudiaban, los ánimos mejoraron para muchos, las sonrisas esbozadas eran gigantescas, sin embargo había caras largas y hasta de envidia.
Seguro me invitaran -dijo un muchacho-, tengo las mas altas calificaciones del salón. Yo no soñaría con ir -decía uno de sus compañeros-, los profesores me reprenden a cada rato. A pesar de las modificaciones de este año -dijo el Director- las reglas serán las mismas y la organización no cambiara en absoluto, la disciplina y orden deben estar presentes en cada momento. Espero que lo comprendan, jóvenes.
Dicho esto, las bocinas que sonaban en cada rincón dejaron de emitir sonido alguno. Los alumnos, por su parte, hicieron mayor alboroto del que se podía hacer después de un anuncio del director. Discutían furiosos entre ellos o festejaban abrazándose y empezaban a hacer planes para el ya muy esperado viaje de fin de año.
¿Oíste eso? ¡Iremos al viaje! ¡Iremos! -le dijo un chico de segundo a su compañero. No estoy seguro de poder ir -contestó este-, mis calificaciones piden mas. ¿Estas loco? Fuiste finalista en el concurso de diseño y el director dijo que los alumnos con reconocimientos especiales estarían invitados. Los dos iremos, tu también.
En otro edificio, otro salón y con una conversación similar, dos chicas hacían planes para hacer del viaje una gran experiencia; al menos una de ellas lo hacia.
Imagina, Martha. Las calles para nosotros solos, podemos invitar a algunos chicos del tercero 5 y 6, seguro que no se negaran a acompañarte, sobre todo, no se negaran a pasear junto a una celebridad como tu. No lo menciones. Además, ¿para que invitar a ese chicos? ¿Para que? Pues... un viaje sin amor, no es un viaje he de decir. ¿Qué vas a contar a tus nietos? ¿Qué caminaste sin parar comiendo nieve de sabores, dulces picantes y que para el final del día estabas igual o mas sola que antes. Suena realista. Suena pesimista; en lo personal, prefiero vivir una aventura amorosa. Por ejemplo, ese chico del tercero 6 es tan guapo, y dicen que es muy inteligente, no le haría mal mostrarme que tan inteligente es. ¿Qué dices? ¿No hay alguien a quien quieras invitar? No creo que este disponible, ni si quiera creo que vaya. ¿Disponible? Tiene que ir, amenos que.... ¡Martha! ¿es un muchacho del segundo grado? No dije eso -respondió volteándose y comenzó a estudiar un libro cercano. Tu dijiste---
La voz de la maestra a cargo del grupo, al igual que en toda la escuela, interrumpió los sonoros comentarios de los alumnos para continuar con la clase en curso.
Lo siento, jóvenes, pero el receso esta cerca, podrá comentar cuanto quieran... E invitar a quien quieran -insistía la chica con Martha. ... sobre el viaje, así que, ahora estudiaremos geografía de vuelta. Continúen con esos mapas.
Al termino de las clases todos los alumnos salieron disparados a los patios para platicar con sus compañeros el anuncio del director. Los alumnos de segundo se amontonaban en las oficinas preguntando si estaban invitados a ir al viaje con los de tercero. La mayoría de ellos recibían malas noticias; por sus calificaciones, comportamiento o simplemente por no ser destacados, muchos alumnos de segundo grado se quedarían en la escuela mientras otros pocos se divertían.
Vamos, dime quien es. ¿Es aquel? Míralo, tiene un rostro interesante. Thomas... es un presumido. Esta en segundo 2, nunca pesaría en pasar mas de dos segundos con el. ¿Lo conoces? Si, Jes, lo conozco. Esta en el salón de... un-a amiga y seguido lo veo cerca de mi casa. Vaya, tu si conoces a gente interesante. Entonces no es el... veamos... es aquel, ¿no?, ese muchacho con suéter... No -negaba Martha una y otra vez.
Después de señalar a la mitad de los chicos de segundo grado, Jes se dio por vencida y decidió dejar de adivinar en quien se interesaba Martha.
En un salón de segundo 2, también se comentaba el viaje y muchos repelaban el que no les permitieran ir, mientras otros estaban contentos y algunos mas no sabían su situación.
¿Por qué no vas a preguntar? ¿Y que me aplasten la cabeza? No. Prefiero esperar a que alguien venga y nos informe. Tonto -replico un muchacho.
Entonces, a poco tiempo de que la hora de comida terminara, un chico entro alborotado al salón.
Aquí viene la encargada de terceros, trae la lista de los asistentes -decía entre jadeos.
Efectivamente una mujer alta y de aspecto elegante pero arrogante, con una lista en la mano entro de inmediato con una sonrisita en la cara.
Sospecho que si no están aquí sus compañeros estarán en la oficina así que les diré de una buena vez quien nos acompañara. Háganme el favor de tomar asiento, ustedes. Los mencionare conforme a su nombre y seguido el autobús en el que irán. Los autobuses llevaran a los alumnos según su comportamiento, calificaciones o reconocimiento así que, los jóvenes, y serán pocos que estén asignados al autobús numero uno serán los mas destacados estudiantes.
En el aula la tensión se hizo presente para todos. Además de seleccionar a pocos, los profesores se habían tomado la delicadeza de clasificarlos conforme a su estado académico, por coincidente no se sentían cómodos.
Ahora, mucha atención, no repetiré nada de lo dicho ahora. Bien, el primero es...
Comenzó a mencionar a los chicos seleccionados, como había dicho, su nombre, un numero de autobús y ocasionalmente un "felicidades" se hacia presente.
Les pido que si alguien mencionado no se encuentra en el salón uno de ustedes le informe que ha sido seleccionado y, estos tiene asistir a la junta que se efectuara esta tarde a las 5 PM en punto, de no hacerlo será asumido que no desea ir al viaje. Los esperamos. Buenas tardes tengan todos.
En el salón pocos habían sido seleccionados aun cuando no todos se encontraban ahí. Solo 12 habían sido nombrados y asistirían; efectivamente, la mayoría de ellos estaba en las oficinas tratando de averiguar lo ahora sabido por sus compañeros menos afortunados.
Bueno, no soy tu amiga, pero creo que tengo derecho a saber quien es afortunado. No, Jes, no tienes derecho, ni siquiera te interesa; solo quieres saberlo para atosigarlo con preguntitas y hacerme decir cosas cursis y melosas sobre su persona. No te diré quien es. ¡Así que lo aceptas! Al menos tengo algo; se que es de segundo, se que no es guapo, puesto que señale a todos ellos y... que es tímido. No sabes nada sobre el. Pues lo sabré dentro de dos semanas. Seguro que si te gusta es inteligente, un ñoño talvez, así que asistirá a ese viaje de generación y te delataras, Martha. Naha, no. Lo harás. En cuanto lo veas tus ojos se fijaran en el , una sonrisita poco notable se dibujara en tu boca y dejaras de escuchar a tu alrededor, lo sabré entonces. ¿Martha? ¡¿Martha?!
Jes no se había dado cuenta de que lo que narraba hasta entonces había sido actuado por Martha que miraba fijamente las escaleras frente a ellos. Un chico de segundo bajaba tímidamente casi invisible para los demás.
¿Quién, quien es? -insistía Jes-, muéstramelo.
En cuanto Martha se dio cuenta de su notorio cambio de actitud, bajó su cara para ocultar el rojo en sus mejillas e incluso prefirió voltearse y alejarse un poco de las escaleras.
Diablos, no pude ver a nadie. ¿Estas segura que es un chico normal? Si pasó por aquí, ni siquiera me sonrió. ¿Para ti esa es la prueba? Bueno, Martha, así compruebas quien es un verdadero chico. Ya sabes, audaz, lindo, y si me sonríe es muy buen partido... para mi. Si tu teoría fuera cierta, se que ese sería un chico, un chico especia.
Jes hizo un gesto no muy agradable pensando que un chico especial no era algo que ella quisiera.
Como sea, tal muchacho no existe, no irá al viaje y nunca sabrás quien "es". Como quieras, entonces. ¿Comes con nostras? -Jes señalo a un grupo de niñas que estaban cerca aparentemente esperándola. No, no. Gracias. Nos vemos entonces, adiós.
Martha, sola, se dirigió a los salones del segundo grado para investigar algo que le quemaba desde la mañana, algo que de no saber haría difícil su vida durante dos semanas.
Ya ahí, en especifico se dirigió al segundo 2 donde solo un par de muchachos discutían.
¿Cómo? ¿Qué mas dijo? -gritaba nervioso uno de ellos. Que habría una reunión a las... 5 de la tarde y... que deben asistir.
Martha supo que hablaban del viaje e interrumpió la pequeña discusión.
¿Disculpa? -preguntó al segundo chico-, ¿sabes quienes asistirán al viaje? Quienes en este salón. Sólo se de el -dijo señalando al muchacho con el que hablaba antes. Sabes si... -Martha se detuvo a pensar un poco-, no, gracias. ¿Te mando algún profesor? Si, si -mintió Martha-, pero si no sabes esta bien. O.k.
Decepcionada, y tratando de que nadie la viera salir del edificio al que no pertenecía, se dirigió a su salón. Justo cuando se encontraba en las escaleras, el timbre que indicaba a todos que tenían que regresar a las labores sonó y una gran multitud se le abalanzo yendo en sentido contrario de todos.
Acto seguido, Martha decidió esperar en el descanso de la escalera, aunque eso significara llegar tarde a clase. Cuando las personas disminuyeron su velocidad y el tumulto era menor comenzó a bajar, entonces, la oportunidad de aclarar su duda se presento. Sólo tenia que preguntar "¿Iras al viaje?" pero no lo hizo, a cambio empezó a temblar de arriba abajo y balbuceaba en voz baja. Un muchacho que lo noto (y que era el motivo de los síntomas) se le acerco y quedo viendo un tanto extrañado por su comportamiento. El también tembló un poco y se alejo de inmediato al darse cuenta de que era Martha quien se tambaleaba en las escaleras.
Llega tarde, señor Rivera -dijo la profesora al solicitarle permiso para entrar. No soy el único. ¿Qué? Es que... -elaboró una mentira-, una chica en el pasillo... se sintió mal y tuve que... ayudarle. Ya veo. Pase.
¿Puedo pasar? ¿Qué hacías fuera, Martha? Eh... estaba platicando con un amigo y... estábamos en el edificio de enfrente... lo siento. Pasa. Y ponte al corriente, no queremos que tus notas bajen. No, profesora.
=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-
Ese es el comienzo de mi mini Fan Fiction; creo que no va a contar con mas 4 o 5 capítulos.
Espero que no sea muy cursi, confuso o tonto y que les guste aunque sea un poquitin.
Por favor, díganme lo que opinan de el para que lo pueda modificar o subir mi autoestima un poco. Espero poder contestar todos sus comentarios.
Durante las clases normales, un muy normal día de lunes, los alumnos del colegio donde Martha estudiaba, una voz resonó en los pasillos y salones de clases; la voz del director interrumpió a los muchachos en sus estudios.
Buenos días, niños. Les habla el director; disculpen esta pequeña interrupción pero, lo que he de decirles a todos interesa.
"Como saben -continuó diciendo-, el viaje de final de generación se acerca y los muchachos del tercer curso están muy entusiasmados, lo se. Quiero decirles que el viaje de este año..."
Todos en el mencionado tercer curso estallaron en murmullos por lo que el director pudiera decir. "Lo suspenderán" decían unos, "seguro que será el mejor" decían pocos.
... el viaje de este año será especial -continuó el profesor-. Generalmente los alumnos del tercer curso viajan solos a su destino; sin embargo, este año, la mesa de profesores y yo, personalmente, hemos decidido que los alumnos con altos honores o reconocimientos especiales de este año viajaran también... siempre y cuando sean del segundo curso, claro. No nos podemos arriesgar a que los pequeños anden por ahí con poca supervisión.
En los salones azules, donde los del segundo curso estudiaban, los ánimos mejoraron para muchos, las sonrisas esbozadas eran gigantescas, sin embargo había caras largas y hasta de envidia.
Seguro me invitaran -dijo un muchacho-, tengo las mas altas calificaciones del salón. Yo no soñaría con ir -decía uno de sus compañeros-, los profesores me reprenden a cada rato. A pesar de las modificaciones de este año -dijo el Director- las reglas serán las mismas y la organización no cambiara en absoluto, la disciplina y orden deben estar presentes en cada momento. Espero que lo comprendan, jóvenes.
Dicho esto, las bocinas que sonaban en cada rincón dejaron de emitir sonido alguno. Los alumnos, por su parte, hicieron mayor alboroto del que se podía hacer después de un anuncio del director. Discutían furiosos entre ellos o festejaban abrazándose y empezaban a hacer planes para el ya muy esperado viaje de fin de año.
¿Oíste eso? ¡Iremos al viaje! ¡Iremos! -le dijo un chico de segundo a su compañero. No estoy seguro de poder ir -contestó este-, mis calificaciones piden mas. ¿Estas loco? Fuiste finalista en el concurso de diseño y el director dijo que los alumnos con reconocimientos especiales estarían invitados. Los dos iremos, tu también.
En otro edificio, otro salón y con una conversación similar, dos chicas hacían planes para hacer del viaje una gran experiencia; al menos una de ellas lo hacia.
Imagina, Martha. Las calles para nosotros solos, podemos invitar a algunos chicos del tercero 5 y 6, seguro que no se negaran a acompañarte, sobre todo, no se negaran a pasear junto a una celebridad como tu. No lo menciones. Además, ¿para que invitar a ese chicos? ¿Para que? Pues... un viaje sin amor, no es un viaje he de decir. ¿Qué vas a contar a tus nietos? ¿Qué caminaste sin parar comiendo nieve de sabores, dulces picantes y que para el final del día estabas igual o mas sola que antes. Suena realista. Suena pesimista; en lo personal, prefiero vivir una aventura amorosa. Por ejemplo, ese chico del tercero 6 es tan guapo, y dicen que es muy inteligente, no le haría mal mostrarme que tan inteligente es. ¿Qué dices? ¿No hay alguien a quien quieras invitar? No creo que este disponible, ni si quiera creo que vaya. ¿Disponible? Tiene que ir, amenos que.... ¡Martha! ¿es un muchacho del segundo grado? No dije eso -respondió volteándose y comenzó a estudiar un libro cercano. Tu dijiste---
La voz de la maestra a cargo del grupo, al igual que en toda la escuela, interrumpió los sonoros comentarios de los alumnos para continuar con la clase en curso.
Lo siento, jóvenes, pero el receso esta cerca, podrá comentar cuanto quieran... E invitar a quien quieran -insistía la chica con Martha. ... sobre el viaje, así que, ahora estudiaremos geografía de vuelta. Continúen con esos mapas.
Al termino de las clases todos los alumnos salieron disparados a los patios para platicar con sus compañeros el anuncio del director. Los alumnos de segundo se amontonaban en las oficinas preguntando si estaban invitados a ir al viaje con los de tercero. La mayoría de ellos recibían malas noticias; por sus calificaciones, comportamiento o simplemente por no ser destacados, muchos alumnos de segundo grado se quedarían en la escuela mientras otros pocos se divertían.
Vamos, dime quien es. ¿Es aquel? Míralo, tiene un rostro interesante. Thomas... es un presumido. Esta en segundo 2, nunca pesaría en pasar mas de dos segundos con el. ¿Lo conoces? Si, Jes, lo conozco. Esta en el salón de... un-a amiga y seguido lo veo cerca de mi casa. Vaya, tu si conoces a gente interesante. Entonces no es el... veamos... es aquel, ¿no?, ese muchacho con suéter... No -negaba Martha una y otra vez.
Después de señalar a la mitad de los chicos de segundo grado, Jes se dio por vencida y decidió dejar de adivinar en quien se interesaba Martha.
En un salón de segundo 2, también se comentaba el viaje y muchos repelaban el que no les permitieran ir, mientras otros estaban contentos y algunos mas no sabían su situación.
¿Por qué no vas a preguntar? ¿Y que me aplasten la cabeza? No. Prefiero esperar a que alguien venga y nos informe. Tonto -replico un muchacho.
Entonces, a poco tiempo de que la hora de comida terminara, un chico entro alborotado al salón.
Aquí viene la encargada de terceros, trae la lista de los asistentes -decía entre jadeos.
Efectivamente una mujer alta y de aspecto elegante pero arrogante, con una lista en la mano entro de inmediato con una sonrisita en la cara.
Sospecho que si no están aquí sus compañeros estarán en la oficina así que les diré de una buena vez quien nos acompañara. Háganme el favor de tomar asiento, ustedes. Los mencionare conforme a su nombre y seguido el autobús en el que irán. Los autobuses llevaran a los alumnos según su comportamiento, calificaciones o reconocimiento así que, los jóvenes, y serán pocos que estén asignados al autobús numero uno serán los mas destacados estudiantes.
En el aula la tensión se hizo presente para todos. Además de seleccionar a pocos, los profesores se habían tomado la delicadeza de clasificarlos conforme a su estado académico, por coincidente no se sentían cómodos.
Ahora, mucha atención, no repetiré nada de lo dicho ahora. Bien, el primero es...
Comenzó a mencionar a los chicos seleccionados, como había dicho, su nombre, un numero de autobús y ocasionalmente un "felicidades" se hacia presente.
Les pido que si alguien mencionado no se encuentra en el salón uno de ustedes le informe que ha sido seleccionado y, estos tiene asistir a la junta que se efectuara esta tarde a las 5 PM en punto, de no hacerlo será asumido que no desea ir al viaje. Los esperamos. Buenas tardes tengan todos.
En el salón pocos habían sido seleccionados aun cuando no todos se encontraban ahí. Solo 12 habían sido nombrados y asistirían; efectivamente, la mayoría de ellos estaba en las oficinas tratando de averiguar lo ahora sabido por sus compañeros menos afortunados.
Bueno, no soy tu amiga, pero creo que tengo derecho a saber quien es afortunado. No, Jes, no tienes derecho, ni siquiera te interesa; solo quieres saberlo para atosigarlo con preguntitas y hacerme decir cosas cursis y melosas sobre su persona. No te diré quien es. ¡Así que lo aceptas! Al menos tengo algo; se que es de segundo, se que no es guapo, puesto que señale a todos ellos y... que es tímido. No sabes nada sobre el. Pues lo sabré dentro de dos semanas. Seguro que si te gusta es inteligente, un ñoño talvez, así que asistirá a ese viaje de generación y te delataras, Martha. Naha, no. Lo harás. En cuanto lo veas tus ojos se fijaran en el , una sonrisita poco notable se dibujara en tu boca y dejaras de escuchar a tu alrededor, lo sabré entonces. ¿Martha? ¡¿Martha?!
Jes no se había dado cuenta de que lo que narraba hasta entonces había sido actuado por Martha que miraba fijamente las escaleras frente a ellos. Un chico de segundo bajaba tímidamente casi invisible para los demás.
¿Quién, quien es? -insistía Jes-, muéstramelo.
En cuanto Martha se dio cuenta de su notorio cambio de actitud, bajó su cara para ocultar el rojo en sus mejillas e incluso prefirió voltearse y alejarse un poco de las escaleras.
Diablos, no pude ver a nadie. ¿Estas segura que es un chico normal? Si pasó por aquí, ni siquiera me sonrió. ¿Para ti esa es la prueba? Bueno, Martha, así compruebas quien es un verdadero chico. Ya sabes, audaz, lindo, y si me sonríe es muy buen partido... para mi. Si tu teoría fuera cierta, se que ese sería un chico, un chico especia.
Jes hizo un gesto no muy agradable pensando que un chico especial no era algo que ella quisiera.
Como sea, tal muchacho no existe, no irá al viaje y nunca sabrás quien "es". Como quieras, entonces. ¿Comes con nostras? -Jes señalo a un grupo de niñas que estaban cerca aparentemente esperándola. No, no. Gracias. Nos vemos entonces, adiós.
Martha, sola, se dirigió a los salones del segundo grado para investigar algo que le quemaba desde la mañana, algo que de no saber haría difícil su vida durante dos semanas.
Ya ahí, en especifico se dirigió al segundo 2 donde solo un par de muchachos discutían.
¿Cómo? ¿Qué mas dijo? -gritaba nervioso uno de ellos. Que habría una reunión a las... 5 de la tarde y... que deben asistir.
Martha supo que hablaban del viaje e interrumpió la pequeña discusión.
¿Disculpa? -preguntó al segundo chico-, ¿sabes quienes asistirán al viaje? Quienes en este salón. Sólo se de el -dijo señalando al muchacho con el que hablaba antes. Sabes si... -Martha se detuvo a pensar un poco-, no, gracias. ¿Te mando algún profesor? Si, si -mintió Martha-, pero si no sabes esta bien. O.k.
Decepcionada, y tratando de que nadie la viera salir del edificio al que no pertenecía, se dirigió a su salón. Justo cuando se encontraba en las escaleras, el timbre que indicaba a todos que tenían que regresar a las labores sonó y una gran multitud se le abalanzo yendo en sentido contrario de todos.
Acto seguido, Martha decidió esperar en el descanso de la escalera, aunque eso significara llegar tarde a clase. Cuando las personas disminuyeron su velocidad y el tumulto era menor comenzó a bajar, entonces, la oportunidad de aclarar su duda se presento. Sólo tenia que preguntar "¿Iras al viaje?" pero no lo hizo, a cambio empezó a temblar de arriba abajo y balbuceaba en voz baja. Un muchacho que lo noto (y que era el motivo de los síntomas) se le acerco y quedo viendo un tanto extrañado por su comportamiento. El también tembló un poco y se alejo de inmediato al darse cuenta de que era Martha quien se tambaleaba en las escaleras.
Llega tarde, señor Rivera -dijo la profesora al solicitarle permiso para entrar. No soy el único. ¿Qué? Es que... -elaboró una mentira-, una chica en el pasillo... se sintió mal y tuve que... ayudarle. Ya veo. Pase.
¿Puedo pasar? ¿Qué hacías fuera, Martha? Eh... estaba platicando con un amigo y... estábamos en el edificio de enfrente... lo siento. Pasa. Y ponte al corriente, no queremos que tus notas bajen. No, profesora.
=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-
Ese es el comienzo de mi mini Fan Fiction; creo que no va a contar con mas 4 o 5 capítulos.
Espero que no sea muy cursi, confuso o tonto y que les guste aunque sea un poquitin.
Por favor, díganme lo que opinan de el para que lo pueda modificar o subir mi autoestima un poco. Espero poder contestar todos sus comentarios.
