Sturmabteilung
Summary: 9 de noviembre de 1938, noche de los cristales rotos. Esto era solo el comienzo de lo que pasaría con un nazi, exmiembro de la SA y futuro capitán de la SS, y una miserable judía atrapada en Alemania. Él la dejó irse con vida y años después se encontrarán en Auschwitz, donde solo habrá más problemas. Sus vidas están en juego.
Prefacio
El sonido ensordecedor del altavoz se escuchaba por todo el campo.
El capitán Edward levantó la mirada de su cuaderno con ojos asustados. Otra vez comenzaba lo que ocurría todos los días a la misma hora…pero hoy no era la hora acordada. Esta vez tenía un mal presentimiento. La respiración comenzó a faltarle ante el horrible pensamiento que cruzó por su mente. Los soldados de su brigada, congregados en el despacho de su capitán, lo miraban con ansiedad sin saber qué le pasaba.
Se levantó rápidamente echando su silla de cuero hacia atrás con brusquedad. Ésta cayó con un ruido sordo. El capitán, ignorando a sus colegas, salió como alma que lleva el diablo al exterior. Una vez fuerza vio un centenar de personas vestidas con pijamas a rayas corriendo de un lado a otro, asustados. La mirada de Edward viajó a la velocidad de la luz de un lado a otro, buscándola.
¿Dónde demonios estaba?
Los verdes ojos del capitán pararon en las temibles cámaras de gas. Mucha gente se estaba congregando en ese lugar: judíos y soldados. Volvió a correr esta vez más deprisa, chocando contra algunos judíos atemorizados. Los empujó sin importarle si caían, sólo le importaba ella. ¿Por qué no le habían avisado de que iban a empezar ya? Ella podría estar entre los elegidos y no podía permitirlo. Daría su vida entera por mantenerla a salvo.
Sus pies pararon en seco y su garganta se secó completamente. La vio después de unos segundos angustiosos. Estaba siendo llevada por uno de los soldados, la apuntaba con el cañón de su arma en su espalda y gritándole de todo en alemán. Ella tenía un aspecto lamentable: estaba pálida, lágrimas salían de sus ojos sin control, tenía el cabello sucio y enmarañado y estaba más delgada de lo normal y débil.
Bella. Bella…
Quiso gritar su nombre e ir detrás de ellos pero eso sería como un suicidio. Ni siquiera lo pensó, se lanzó detrás del soldado que llevaba a la prisionera y lo apartó de ella de un empujón, sacando su pistola de la funda y apuntándolo amenazadoramente. El soldado nazi cayó al suelo junto a su arma y miró con miedo a los ojos de su capitán. La gente que había alrededor se paró para observar la escena. La judía miró a su peor enemigo, su salvador…su amante. No podía. No podía haber hecho eso…
Los dos lo sabían: estaban en serio peligro.
Antes que nada: ¡Hola de nuevo! Aquí vengo yo con una nueva historia, aunque debería estar con las otras, pero no podía resistirme a escribir esta porque le he cogido mucho cariño y eso que todavía no la tengo escrita completamente, todo está en mi mente (toma rima). Como habéis podido leer, este fic está situado en pleno movimiento nazi, Segunda Guerra Mundial, etc, etc. La historia no creo que pase de los 10 capítulos, quiero hacer algo corto para no extenderme mucho porque al final voy a aburrir a todo el mundo.
Si alguien me viene diciendo que continúe los otros fan fics: lo siento, pero todavía no voy a seguirlas. He perdido algunas ideas de esas historias y voy a tardar mucho tiempo en volver a estructurar las tramas y, además, tengo un hijo al que cuidar. Si puedo escribir esta historia es porque está todo planeado ya y no me voy a detener.
Me gustaría de verdad que la gente dejara reviews, aunque sea corto, opinando sobre el tema porque es un tema muy fuerte que siempre me ha gustado comentar. No es nada agradable saber lo que pasó pero hay que saberlo porque esto no puede volver a ocurrir.
Tengo que dar las gracias a unos cuantos compañeros por enseñarme este tema y que sé que me están apoyando en todo momento ;).
Sin nada más que decir, nos vemos en el siguiente capítulo.
