Pues bien… la verdad no sé cómo presentarme, puesto que es la primera vez que escribo para este fandom… Así es, hace unos días acabo de terminar de ver esta bellísima historia y quede encantada. Simplemente hermosa.

Cuando me paro por aquí con la intención de leer fics de esta pareja, me motive aportar algo también, y admito que me siento en territorio peligroso…

¿Por qué?

Aparte de que es mi primera historia, voy aclarar desde ya, que se sitúa en un universo alterno y probablemente se salga un poco de la personalidad de los personajes, tendrá un tinte oscuro y lo más importante... tocare el tema tabú del incesto...

No me miren así, si alguien conoce la saga de flores en el ático, le hecho la culpa por desarrollarme está idea... (debo dejar de leer libros así),pero se los recomiendo ampliamente. Obviamente no será como esa historia, solo aclaro de donde surgió mi atrevimiento e inspiración.

Y entonces pues, las advertencias están dichas, así como la clasificación cambiara.

Disclaimer: Mahoutsukai no yome es obra de la talentosa Kore Yamazaki. Gracias a está mujer, recupere el gusto al mundo del Anime/Manga. ¡Ya nada me gustaba!

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Prólogo

—Buenas noches, papá.

—Buenas noches, princesa —con suavidad y un poco de torpeza, la pequeña Chise, se puso de puntillas para depositar un beso en la mejilla de su padre.

—Vamos, pequeña —dijo su madre, mientras la levantaba del suelo para llevarla en brazos, no sin antes despedirse ella también. —Trata de no dormir tan tarde, cariño.

—Descuida, no lo haré —el hombre sonrió con una sonrisa conciliadora y tomó la mano de su esposa para depositar un beso en está, ella solo sonrió, pero inmediatamente su semblante cambio a uno serio.

La niña y su madre salieron de la sala de estar y se dirigieron a las escaleras que daban al segundo piso, donde se hallaban las habitaciones; pero la mujer no había pisado el primer escalón, cuando Chise, alarmada y buscando en todas direcciones dijo:

—Espera, mamá, aún no le doy las buenas noches a…

—No —respondió la madre de repente, interrumpiendo a su hija y avanzando por las escaleras apresuradamente.

— ¿Por qué no? —no era la primera vez que Chise escuchaba esa negativa, pero siempre quería saber la razón a la renuencia de su progenitora.

Aunque está fuera su misma respuesta…

—Porque seguramente ya está dormido. Será mejor que lo dejemos descansar.

Cuando llegaron a la habitación de la pequeña niña, la mujer deposito a Chise, suavemente en la cama de está; arropándola con el edredón. A continuación se sentó al lado de ella y comenzó acariciar su cabeza.

— ¿Qué tal un cuento para dormir? —la niña asintió, entusiasmada y ansiosa. A veces su madre cantaba para ella, o bien, se inventaba un cuento. Cualquiera que fuera las dos formas de hacerla dormir, la chiquilla disfrutaba de ambas.

La madre aparto el flequillo rojizo de la frente de su hija y comenzó. La historia trataba sobre una joven que poseía poderes increíbles y muy amada por todos, pero justo cuando la mujer tocaba la parte más interesante de su historia; el lamento lastimero de alguien la interrumpió y puso en alerta a ambas, pero sobre todo a Chise.

—Dijiste que dormía —la niña trato de levantarse, pero su madre la sostuvo de los hombros y no se lo permitió.

—No, Chise —dijo, firme y sería, pero su expresión, rápidamente se descompuso por una de angustia mientras cerraba los ojos y seguía presionando a su hija contra la cama.

¡Chise! —la pequeña se conmociono aún más cuando escucho que la llamaban, entre gritos de desesperación y dolor, entonces trato de apartar a su progenitora.

—Me está llamando. Tengo que ir —las palabras salieron con algo de dificultad, pues la mujer hacía tal presión en sus pequeños hombros, que llego a lastimarla, al punto que la niña creyó que se los rompería. —Me lastimas, mamá.

Solo entonces, al darse cuenta de lo que hacía, la mujer la soltó y pidió disculpas, reflejando aún más angustia que antes. Pero fue en ese momento que Chise aprovecho para salir rápidamente de la cama y huir hacía la puerta, pero su madre tuvo el tiempo suficiente para reaccionar y atraparla en el acto.

—Ya se calmara. Ya se callara. Vuelve a la cama y duerme por favor —suplico, pero la ansiedad de la niña era superior.

¿¡Dónde estás, Chise!? ¡Me encerraran en lo frío y lo oscuro! ¡Ven, te necesito!

— ¡Papá le hace daño! —está vez, la chiquilla se exalto y con un movimiento brusco se liberó y abrió la puerta de golpe.

Y ahí estaba… Su padre trataba, inútilmente de forzarlo a bajar por las escaleras. Se lo llevaba al frío de la oscuridad.

— ¡No, él no quiere! Chise corrió hacía ellos, y cuando la niña se encontró a su lado, él se soltó con fiereza del hombre, casi haciéndole daño. Entonces se refugió en los brazos de la pequeña y desaparecieron.

Cuando la madre salió de la habitación, se reunió con su marido y pregunto por su estado.

—Estoy bien, solo un pequeño rasguño… pero se la llevo —la mujer se abrazó el vientre y se dobló sobre sus rodillas.

— ¿Tenemos lo que merecemos? —pregunto, pero su marido no supo responder.

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Chise pestañeo un par de veces, antes de verse rodeada por la fauna del bosque y abrazada a una figura espectral.

— ¿Por qué me dejas solo?

—No estás solo, ya estoy contigo su abrazo estaba siendo algo sofocante, pero no dijo nada, sabía que estaba asustado, podía percibirlo, así que, para tranquilizarlo, comenzó acariciarlo.

— ¿Por qué me dejas solo? —Insistió, pero Chise está vez no contesto inmediatamente y siguió acariciándolo, entonces levanto su cabeza para mirarlo y sonrió.

—Siempre voy a estar a tu lado, amado hermano mío.

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Agradeceré infinitamente sus reviews y opiniones de lo que les ha parecido.

Hasta la próxima!