En Eldarya la luna esta en su punto más alto mientras, todos los guardianes descansaban en sus cómodos cuartos, o bueno, eso era la imagen que quería dar esta misma noche en donde todo es paz y silencio, siendo todo lo contrario para cierta guardiana que, siendo todo lo opuesto a el significado de la paz y silencio.
La joven Erika llevaba una semana después ser traicionada por su mejor amigo, quien a propósito, este mismo le había pedido perdón en mas de una ocasión por forzarla a beber la pócima pero en el fondo el chico no se le notaba el arrepentimiento ni el ni a miiko, la causante de sus males, esta situación le hizo pensar a Erika que en efecto, el joven no se arrepentía de lo sucedido dando por hecho a que la joven solo se le pasara el enojo por el desastroso evento.
Esto le llevó a Erika preguntarse seriamente si su amistad si quiera era real, es decir en todo momento que estuvo de amiga del chico este mismo no mostró una pizca de verdadero interés por ella, o siquiera eso ya que el mismo solo la ayudaba gracias a que se lo ordenaban o simple lastima hacia la pobre humana.
Esta situación no solo hacia sentir a Erika como una inadaptada, sino que también se sentía como una estúpida por haber confiado en el, y al mismo tiempo se sentía vacía, ese vació sin duda es de lo peor que podía sentir la joven en este mismo instante, el saber que estaba sola y abandonada en este infierno personal le daba una sensación de vació, esto se sentía tan molesto ya que por lo general nunca había sentido una sensación igual, aunque bueno tampoco podía negar que esta era el primer engaño en su vida ya que después de su romance de 15 minutos con Dake, le dejaba en claro que esta no era la primera vez que un hombre la engañara viéndole la cara de tonta, pero si era la primera vez que un engaño se volvía en algo mucho mas grave, ya que no solo afectó su relación con ese jefe de guardia sino que también gracias a este "error" ya nadie la reconocería si volvía a la tierra, está maldita poción la redujo a nada en un instante, gracias al maldito beso y su inmensa estupidez.
Erika al recordar esto se sentó en el borde de su cama preguntándose, ¿En eldarya existe la bondad sin ser algo retorcido sacado de una película de terror o peor aun de una película del género drama?, Erika solo negó lentamente con la cabeza al preguntarse semejante estupidez, por supuesto que no, si existía la bondad, solo que se oculta en el resto de desgracias que ocurren en este terreno maldito.
Esto último, era verdad para Erika, en efecto eldarya parece ser una maldición para todos los que viven en este terreno, ¡ni siquiera una misera planta de su mundo podría nacer aquí!, ¡o siquiera un rebaño pequeño podría subsistir aquí!, eldarya parece ser más un cementerio, es decir desde que vino aquí solo pudo ver lo peor que puede ofrecer la humanidad... o mejor dicho seres que dicen usar la razón, eso añádele el maldito hecho de que sin ningún problema podrían destrozar familia por un fin que supuestamente es bueno para todos, Erika maldecía profundamente a todos los hipócritas que había conocido en ese terreno maldito.
Erika después de sentirse molesta con esta situación se levantó de su cama, se sentía horrible al convertirse en una mujer llena de odio y rencor, esto es definitivo, la promesa que le hizo a leiftan estaba rota, pero por algún motivo esto daba igual, después de todo, ¿quien le daría importancia lo que piense una simple humana no tiene familia o amigos o siquiera una vida?, es decir aun la odiaban por lo ocurrido en la biblioteca cuando claramente ella fue honesta con sus superiores, es obvio que Erika desde ahora en adelante estaba sola, y nadie se daría la molestia de salvarla o acompañarla.
Erika con esta larga reflexión, tomó a su familiar en sus brazos convirtiéndolo en huevo como le habían enseñado, definitivamente lo extrañaría se podría decir que era el único ser vivo que sentía afecto hacia Erika, después de dejar al huevo en su cama tomo su espada, esta seria la decisión mas seria y mortal que había tomado toda su vida. Erika medito pensando en lo que esta apunto de hacer mientras observaba la espada y al huevo de su familiar quien yacía en sus brazos.
Con mas claridad en su mente que dudas proseguí a soltar al huevo de su familiar tomando en su lugar su espada, esta misma apuntaba a un lugar fijo, su pecho, dando su ultimo respiro acerco con mucha fuerza y velocidad la espada, dando un golpe fino pero mortal a Erika quien solo se recostó por delante, dejando en lo alto su espada mientras que los ríos de sangre no se hacen esperar, manchando toda su cama de asfixiante pero hermoso carmín.