Los personajes de Saint Seiya no me pertencen... que mas quisiera!!! ^^
SOMBRAS DORADAS
Capitulo 1. A la sombra de Acuario
Ya han pasado tres meses desde la batalla de las doce casas y todo sigue igual. Las casas que quedaron sin dueño siguen vacias y descuidadas. Sus únicos habitantes son las armaduras doradas que un dia vistieran los caballeros de oro muertos en la batalla. Alli esperan pacientemente a que alguien sea lo bastante digno para reclamarlas. Los espiritus de sus antiguos dueños aun siguen ligados a ellas, para proteger su morada. Solo unos pocos caballeros dorados sobrevivieron a la batalla. En la casa de uno de ellos, en la de Escorpio, se encuentran Kitiara, antigua alumna de Kamus de Acuario, y Milo de Escorpio, conversando sobre un tema que les tiene muy preocupados ahora : Vulpix, la antigua alumna de Milo y amiga de Kitiara.
La amazona del Zorro se quedo destrozada despues de la muerte del caballero de Acuario al que amaba más que a su vida. Ahora pasaba las horas muertas rondando por los salones del Templo que le perteneció a su amado y custodiando su armadura.
Kitiara-: Esto no es bueno para ella!! Va a enfermar como siga asi!!
Milo-: Lo se, Kit!! Pero ya sabes lo cabezota que es, no hay manera de evitar que vuelva a esa casa cada dia... ya no se que hacer con ella y... - el caballero calló de repente, poniendose tenso y agudizando sus sentidos trantando de captar algo en la lejania. Su rostro se puso más serio aun. Kitiara lo miró preocupada. Aquello no presagiaba nada bueno.
Kitiara-: Que ocurre, Milo?
Milo-: No lo sientes, Kit? Algo esta en el Santuario... algo hostil... y tengo la extraña sensación de que me resulta conocido...
En la casa de Acuario y ajena a todo, Vulpix estaba sentada en el suelo, junto a la armadura de oro, leyendo un libro, mientras la musica sonaba en su radio. El sol comenzaba a ocultarse. Pronto se harÃa de noche y tendrÃa que regresar a la casa de Escorpio. Aquel pensamiento la puso triste. Le encantaba estar en la casa de su maestro, pero ya hacia tiempo que nada era igual entre ellos. No, desde la muerte de Kamus. Las risas se habian ido ... como él. El tambien se habia ido ... para siempre. La chica se levantó, dejando el libro en el suelo y se acercó a la armadura, acariciandola con las yemas de los dedos. La armadura reaccionó al contacto y brilló suavemente. La chica sonrió.
Vulpix-: Será mejor que me vaya ya, cherie. Milo se volvera a preocupar por mi si llego tarde otra vez - se separó de la armadura con pena y se dio la vuelta para recoger sus cosas, pero al llegar no encontraba el libro por ninguna parte. Instintivamente se puso en guardia y rastreo el templo con su cosmos, pero al no notar nada raro se relajó.
Vulpix-: Será posible? Creo que estoy perdiendo la cabeza ... - una risa resonó en todo el templo. La amazona alzó su cosmos amenazadoramente, buscando con la mirada el origen de la risa. - Quien anda ahi? Da la cara, cobarde!!!
Voz-: Vaya, vaya!! Menudo caracter, muchacha!!
Vulpix-: Quien eres? No perteneces a esta orden? A que has venido a esta casa?? - el extraño salió un poco a la luz, quedando su rostro aun oscurecido por las sombras. Vulpix lo examinó cuidadosamente, buscando algun indicio en su cosmos. El extraño era un hombre alto, más que ella, con el cabello corto y de complexion fuerte. Y su cosmos parecÃa muy poderoso, tanto como el de un caballero de oro, pero muy violento y sin embargo ... habia algo que le era terriblemente familiar en ese hombre.
Extraño-: Lees unos libros realmente extraños. No pense que una amazona leyera novelas de vampiros... "Merrick" - susurró el hombre, con una sonrisa cÃnica en su rostro. - Este es desde luego uno de los mejores de esta escritora, no crees?
Vulpix-: Quien demonios eres?? Contesta!!! - el hombre salió completamente a la luz. Los debiles rayos de sol que entraban por las ventanas de la casa lo iluminaron completamente. La chica casi se cae al suelo de la impresion. Aquel sujeto se parecÃa muchisimo a Kamus... a su adorado Kamus!! Pero... este tenÃa el cabello corto y de un rojo intenso, casi color sangre y sus ojos eran algo más claros. Pero su rostro era identico al del difunto caballero de Acuario.
Extraño-: Te veo algo sorprendida, cherie!! - hasta su voz se parecÃa, pero este hombre no tenÃa el mismo acento que Kamus. El acento del caballero de Acuario habia sido una mezcla del ruso con el frances; el de este hombre era un acento frances puro. Y no tenÃa la dulzura de Kamus cuando hablaba con ella. La amazona intento rehacerse y demostrar una calma y frialdad que en ese momento no sentÃa. ¿Deberia pedir ayuda a Milo? ¿O ya se habrÃa dado cuenta de la intrusión? "Bah, seguro que ya se dio cuenta!! Milo es muy perceptivo para estas cosas!!" pensaba la chica, mientras no le quitaba la vista de encima al hombre, que se estaba acercando a la armadura de Acuario. Esta reaccionó de una manera extraña al sentirlo acercarse. Brilló con gran intensidad y se movió para alejarse de él, poniendose junto a la amazona. El hombre sonrió al verlo.
Vulpix-: Pero que ...?
Extraño-: Veo que no me has olvidado, Kamus!! Pero descuida!! No he venido por tu armadura!! Ya se que elegiste a tu sustituto antes de morir!! Siempre tan precavido, hermano... - la amazona lo miró incredula al oirlo. ¿Kamus tenÃa un hermano? ¿Seria posible? ¿Por qué nunca se lo habÃa dicho? Estaba dandole vueltas a todas esas preguntas cuando el hombre se le acercó, andando despacio, con el libro aun en sus manos. La chica reaccionó y se puso en posición de combate.
Vulpix-: No te acerques más!! Te lo advierto!! - el hombre rió, divertido.
Extraño-: Y qué es lo que vas a hacerme si lo hago, eh? Vas a atacarme con ese cosmos de plata? Soy tan poderoso como lo era Kamus, petit, recuerdalo! - Dios! ¿Por qué tenÃa que llamarla igual que la llamaba Kamus? Eso dolÃa mucho!
Vulpix-: Alejate!! - él no se detuvo y se le fue acercando cada vez más. La chica iba retrocediendo a cada paso que daba él, hasta que chocó con una de las columnas del templo. "Maldición!!" pensó antes de que él se detuviera a pocos centimetros de ella, observandola. El hombre sonrió con sorna al mirarla.
Extraño-: Asi que tu eras su novia, eh? Tengo que reconocer que tuvo buen gusto al menos en eso! - se acercó aun más apoyando las manos en la columna, atrapando asi a la chica. - Si, muy buen gusto. Mi hermano siempre tuvo gusto para las mujeres, lastima que nunca dejara que ninguna se le acercara demasiado... era demasiado cobarde para eso.
Vulpix-: No hables asi de Kamus!! Era un buen caballero!! El mejor!!
Extraño-: Si, seguro. El siempre leal y fiel perro guardian de Athenea!! Nunca supo tener vida propia!!! Seguro que nunca tenÃa tiempo para ti, me equivoco??
Vulpix-: Pues si!! Te equivocas!!! Si tenÃa tiempo para mi!!
Extraño-: Ja!! - el hombre tomo el rostro de la chica y lo levanto con brusquedad - Sabes? Cuando eramos niños lo compartiamos todo... absolutamente todo! - acercó su rostro al de ella y la besó. La chica se quedó paralizada, sin poder reaccionar. ¿Aquel tipo estaba besandola? Un sentimiento de culpa se mezcló en su corazón con una sensación de bienestar. ¿Le estaba gustando aquel beso? No!! No podÃa ser!! Ella amaba a Kamus, pero... él estaba muerto. Nunca más volverÃa con ella. Nunca. Sin darse cuenta respondió al beso. Hacia tanto que se sentÃa tan sola... El hombre sonrió al notar como ella respondÃa. Un brusco ruido les hizó volver a la realidad. Alguien habÃa hechado la puerta abajo. Vulpix notó el cosmos de su maestro entrando al templo, muy agitado. Inmediatamente intentó separarse del hombre, pero este no la dejo ir. Milo entró furioso a la sala, seguido de cerca por Kitiara y Mu.
Milo-: Gabriel!!! Apartate de ella inmediatamente!! - el hombre soltó una carcajada y agarró del brazo a la chica, poniendola delante de él.
Gabriel-: Milo!! Cuanto tiempo sin verte!! Luois te manda saludos!!
Mu-: Gabriel! A qué has venido aqui? - pregunto, sujetando a Milo para que no le atacara.
Gabriel-: Que ocurre? Uno no puede venir a visitar la tumba de su propio hermano? - el tono sarcastico de su voz hizo que Milo se enfureciera aun más. Vulpix luchaba por soltarse de su brazo.
Milo-: Hermano?? Hermano?? Kamus no tenÃa ningun hermano, traidor!! Intentaste matarle!!! - Gabriel le lanzó una mirada cargada de odio al caballero de Escorpio.
Gabriel-: Que sabras tu lo que paso?? Odiaba a Kamus, pero... era mi hermano!! Jamas habrÃa intentado hacerle daño!!!
Milo-: Je!! Todas las sombras soys iguales!!! Una panda de traidores incapaces de ser leales a nadie!!
BASTA!!!! - la voz de Athenea retumbo en todo el Santuario. Los caballeros se quedaron paralizados al oir el grito de su diosa. - Milo!! Mu!! Dejad esta discusión inmediatamente!! Venid los cinco a mi templo!! Es una orden!! - Milo se acercó a Gabriel, amenazadoramente.
Milo-: Te libraste por esta vez, traidor!!
Gabriel-: Cuando y donde tu quieras, insecto!!
Todos se dirigieron hacia el templo de la diosa. Gabriel aun no soltaba a la amazona, por si acaso y Milo solo podÃa lanzarle miradas de odio a la sombra. Ya ante Athenea, los caballeros se arrodillaron ante ella. Solo la sombra siguió en pie. Athenea miró suspicazmente al hombre.
Athenea-: Asi que tu eres una de las sombras de los caballeros dorados ... no pense que fuerais reales ... - Gabriel sonrió.
Gabriel-: El Patriarca siempre supo tenernos escondidos de todos, señora. Solo los caballeros de oro sabÃan de nuestra existencia.
Athenea-: Entiendo. A qué has venido entonces, Gabriel? Jamas juraste lealtad a la orden, para que has vuelto?
Gabriel-: Solo soy una oveja descarriada que deseaba volver al redil! - la diosa miró seria a la sombra. Milo estaba que echaba chispas por los ojos.
Athenea-: Esta bien, Gabriel. Puedes quedarte. - contestó la diosa, despues de pensarlo un poco. Milo y Mu la miraron sorprendidos.
Milo-: Mi señora!! No podeis estar hablando en serio!! Es un traidor!!
Athenea-: Milo!! Sigue perteneciendo a la orden. No puedo echarlo del Santuario asi sin más motivo. - la diosa se volvio hacia la sombra. - Pero te lo advierto, Gabriel. Un solo error y dejare que Milo se ocupe de ti. Podeis marcharos. - Athenea se retiró a sus aposentos, dejando a los caballeros en la sala. Gabriel sonreÃa triunfante a Milo. El caballero de Escorpio cogió a su alumna y a Kitiara de la mano y se las llevó de alli. Ya en la casa de Escorpio, Milo les hizo una advertencia a ambas.
Milo-: Alejaos de él!! Queda claro??
Vulpix-: Pe... pero Milo!! De verdad es hermano de Kamus??
Milo-: No te acerques a él!!! Es una orden!!!
CONTINUARA...
