Su corazón palpitaba con más velocidad de lo normal y eso solo sucedía cuando veía a Bridgette; cuando sonreía. Sin embargo no solo era eso, también su rostro se calentaba, sintiendo que sus mejillas ardían.

No le gustaba lo que estaba sintiendo y al tener esos síntomas por dos semanas. Decidió ir al doctor como si estuviera teniendo una enfermedad grave.

...

—No puede ser posible —niega con la cabeza.

—Por lo que me cuenta... —inicia el doctor— Usted sufre la enfermedad del amor.

—¡No! —exclama— ¡Yo no estoy enamorado de Bridgette!

Grita levantándose de la silla y tirándola por la fuerza de impulso.

—Voy a pedir una segunda opinión.

Y se va como si lo que le dijo es que le quedaba pocos meses de vida.

...

—Mi diagnóstico es que está enamorado —Dice el doctor.

—Otro —Su voz suena en reproche.

Y se marcha sin decir ni una palabra más.

...

—Es amor, estás enamorado —La voz risueña de la doctora lo empalaga.

—No lo estoy.

—Oh... estas en la etapa de negación.

—¡No estoy en ninguna etapa!

Y se va sintiéndose mas enfermo.

...

—No me diga que estoy enamorado —espeta antes de que el doctor le dé el diagnostico luego de contarle cuando y comenzó a sentir los primero síntomas— Prefiero que me diga que tengo problemas del corazón, que estoy a punto de tener un infarto o que me voy a morir, pero no quiero que me diga que tengo la enfermedad del amor.

El anciano ríe. Félix se siente avergonzado.

—No estoy enamorado de Bridgette —siguió refutando— Yo solo estoy enamorado de Ladybug.

—Todos están enamorado de Ladybug —responde como si fuera algo natural.

—Pero lo mío...

—¿Es real? —Alzando una ceja— Supongo que no conoces a la chica debajo de la máscara para creer eso —argumenta— Opino que deberías aferrarte al amor que tienes por esa chica, tal vez sea más fuerte que esa heroína.

—Usted está equivocado —replica— Mi destino es estar junto a Ladybug, es solo ella. Nadie más.

—Puede decir eso ahora, pero las cosas pueden cambiar... puedes hallar cosas más increíbles en Bridgette que en Ladybug.

—Imposible.

—Eso lo dices porque no lo intentas.

—No pienso intentarlo —Se levanta de la silla, enfadado— No sé porque sigo viniendo al hospital esperando que me digan otra cosa, cuando claramente todos se ponen de acuerdo.

—Porque quieres que te digan otra cosa por no admitir otra.

—No me gusta Bridgette y no me diga que estoy en la etapa de la negación —Dice— ¡Porque no lo estoy!

Refuta yéndose de ahí, golpeando la puerta de un portazo. Decidiendo en su cabeza que no iba a ir con el doctor nunca mas.

...

Por otro lado, en el camino la imagen de esa chica molesta y acosadora empieza a navegar en su mente lo que ocasionaba que su corazón volviera a acelerarse. Suspira, llevando su mano a su pecho, realmente esperaba que fuera un infarto, no quería imaginarse lo que pasaría si -admitía- que era amor.