Hola a todos..!!!Bueno, esta historia se me acaba de ocurrir y es algo loca, pero me gustó la idea, (aunque sea algo superficial) tanto así como para escribir de ella.
Les aclaro un par de puntos antes de empezarla:
1ºLily y James no murieron, ganaron la lucha con el Dark Lord y son felices y tienen dos hijos
2ºTomé algunos nombres de la Orden del Fénix original, de sus miembros, los q tampoco murieron.No se mucho de sus descripciones así que inventaré.
3ºSé que en los otros fanfics el amor del James es incondicional y que nunca engañaría a Lily, pero son un matrimonio convencional, algo vació y monótono.
4º Tomé algunas ideas y líneas (aunque no todas, las demás son mías)de la película "Trust The Men"(Parejas) donde actúa Julianne Moore, lacual es sumamente parecida a Lily. La más parecida hasta ahora, creo. Las demas ideas, salvo una, son mías.Lo del papelito y los números que ya verán más adelante lo tomé de "Freddie" una serie de la Warner Bros vieja. Por cierto!..Freddie Prince Jr también es mi James ideal, con anteojos por supuesto.
Después de estas explicaciones, si señores, los dejo.
Denle al Gooooo!!!!
Besos
Lal!
¿Felizmente Casados?
1ºDudas y Sospechas
Aquella noche tampoco hubo nada de acción. Lily había llegado muy tarde de su entrenamiento en la sede de la Orden, y a pesar de los intentos fallidos de James, ella solo le sonrió y se dio la vuelta con su revista en mano.
El hombre, de unos veintiséis años de edad recién cumplidos, solo suspiró y se acomodó para dormir algo insatisfecho de no poder tener sexo una vez más con su mujer.
Lily dejó de leer la revista y lo miró de soslayo, algo culpable por el pobre de su esposo. Odiaba no poder cumplir con su papel de esposa, pero estaba demasiado agotada como para hacerlo. Eso no significaba que no quisiera, por que ella deseaba a su esposo como el primer día.
A la mañana siguiente Lily se levantó como de costumbre a las siete, se vistió y fue a preparar el desayuno. No tenían elfo doméstico a pesar de las insistencias de James por tenerlo.
Su casa era una mezcla de objetos mágicos y muggles. Tenían una red flu, pero a la vez tenían un auto muggle en desuso por si las dudas. Leían el Profeta, pero a la vez el diario nacional muggle.Tenían televisor, y a la vez radio mágica.
A eso de las nueve de la mañana la mesa redonda de la cocina estaba servida con café, tostadas, mermelada y manteca. Un beso en la mejilla hizo que la pelirroja dejara su café de lado y mirara a su recién levantado esposo.
Con el cabello más revuelto de lo común, sin anteojos, los ojos llenos de lagañas y semicerrados. James Potter era sensual hasta recién levantado.
Hasta con el mal aliento matutino, pensó la chica.
-Buenos días cielo-saludó sentándose y sirviéndose café, abriendo los ojos y acostumbrándose a la luz que se infiltraba por una pequeña ventana-¿Qué novedades hay?-preguntó señalando el Profeta que su esposa tenía en mano-¿Condenarán a Lestrange por esos asesinatos?
-Por lo visto así es -señaló ella con una mueca en la boca-Y aquí te nombran cuatro veces por lo menos.Supongo que debes gustarle a esa Skitter-sonrió alzando sus hombros.
James sonrió y siguió bebiendo su café mirando al vacío y pensando quien sabe que cosa.
-Tengo que ir a ayudar a Emmeline con la boda-le recordó Lily sacándolo de su ensimismamiento
- Pero tengo que ir por unos expedientes a la orden-indicó alzando las cejas-Creí que te lo había dicho
-Y yo creí que te había dicho lo de Emmeline, James-Lily hizo una mueca con las manos que se dio a entender como "lo siento"-Te tendrás que quedar con los niños.
-Puedo dejárselos a Sirius
-Sirius está muy ocupado con Barbra, no creo que tenga tiempo para cuidar niños-James asintió y largó un suspiro. Había olvidado que desde hace días su amigo había sido capturado por una "casahombres", compañera suya en la orden y que esta vez iba en serio.
A opinión de Lily , Sirius no podía haber encontrado mejor mujer para él. En cambio James, le decía a su hermano del alma que se dejara de babosadas y disfrutara la vida de soltero que él no tenía.
-¿Qué hay de Remus?-propuso con algo de ilusión.
-Anoche fue luna llena, insensible-espetó ella y le largó el borde de una tostada en la cara-¿Tanto de cuesta quedarte con tus hijos?
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Emmeline Vance era una bruja de porte majestuoso, bajita pero muy delgada. De cabello negro ceniza, ondulado y ojos verdes.
-No me gustan-señaló Emmeline cerrando uno de los muestrarios sin ánimos
-¿Qué tal esta?-propuso Lily señalando una de las tantas muestras de flores que contenía en un pesado libro.-Creo que en las bancas de la iglesia lucirán bien.
-No, el rosa pasó de moda-repuso la antes mencionada Barbra Hamond, que no sabía como(ni Lily tampoco), había podido escapar de las manos del lujurioso Sirius Black, su pareja desde hace días. Barbra era rubia casi castaña, cabello lacio y con un delgado flequillo que casi le tapaba los ojos negros que poseía.-¿Qué tal rosas blancas? son elegantes y nada pretenciosas.
-Pero mira el costo-indicó otra señalando con su dedo. Se trataba de Marlene McKinnon, una bruja muy joven y hermosa, de cabello gris ceniza y ojos negros-¿Tú quieres algo económico, Emmeline?-La aludida asintió. No quería quebrar a su futuro esposo-Pues las orquídeas son la solución-Todas observaron la muestra que la chica alzaba y asintieron.
-Son hermosas-dijo una voz haciendo que todas miraran hacia atrás. Era Alice Longbotton, una mujer de rostro rechoncho, cabello por los hombros y ojos negros cobrizos.-Siento llegar tarde, es que Frank no podía quedarse con los niños.
-Lo mismo me pasó con James, pero lo obligué-sonrió triunfante la pelirroja
-No sé como hiciste pero Frank no quiso y tuvimos que dejar a Neville y a Bonnie con su madre
-Es por eso que nunca quiero tener hijos ni esposo-exclamó Marlene encendiendo un cigarro. Era soltera y nada estable-Solo traen dolores de cabeza
-Ser mamá es lo mejor que te puede pasar-advirtió Emmeline con un deje de esperanza-¿Cierto?-miró a Alice y a Lily que asintieron al unísono
-A pesar de todas las responsabilidades, Harry y Lidia son lo mejor que me ha pasado-puntualizó Lily con orgullo y alzando la barbilla-Y de James ni hablar
-Igual a mí-coincidió Alice llamando al mesero para pedir un trago
-No me harán cambiar de opinión-dijo Marlene y chaqueó la lengua-Eso de niños, pañales, llantos, biberones y nada de sexo me pone los pelos de punta
-¿Quién te dijo que no tenemos sexo?-preguntó sorprendida Alice-Frank y yo nunca nos cansamos.
Emmeline
escupió la soda por la boca sobre un muestrario y la miró
con los ojos desorbitados-¿Qué nunca se cansan?
-Ajá,
y no saben lo que es llegar cada Sábado a la noche-soltó
Alice y lanzó una risa pillina
Barbra, que había estado escuchando con sumo interés, miró a Lily que estaba del color de su pelo-¿Qué hay de ti?Estás casada con el más libidinoso de los merodeadores, Lily
-Eee..pues, James y yo..-se rascó la nuca nerviosa y tosió-..Pues...hace mucho tiempo que...ustedes saben..no..
-¿No..?-la alentó Marlene que siguiera-¿No qué?
-Pues..hace mucho que..-Lily bajo la mirada, sonrojada al extremo, abochornada-..Hace mucho que no metemos un gol. ¡Eso!..Hace mucho que no metemos la pelota en el arco-concluyó incómoda
-Querrás decir, la quaflle en los arcos.¿No?-inquirió Barbra ante la atenta mirada de las otras tres
-Si, nos quedamos sin..guardián
- ¡Ohh!-dijeron las cuatro chicas a la vez mirando a una pelirroja hasta la medula
-¿Pero como es posible?-preguntó Emmeline impresionada-Si James Potter es James Potter
-Pero no deja de ser una persona normal, Emme-terció Alice en defensa de su amiga que estaba avergonzada y muda-Y como esposo tiene muchos deberes.Yo te entiendo Lily-la tomó de la mano-Nunca me ha pasado en los cuatro años que llevo de casada, pero te entiendo.
Lily agradeció a la morena su apoyo con un asentimiento de cabeza. No creía que fuera tan alertarte como se lo hacían ver.
-¿No es lógico lo que está pasando?-preguntó Marlene y en susurro añadió-Potter tiene una amante, Lily.
La pelirroja abrió mucho los ojos pero luego relajó su expresión y sonrió muy segura.
-No Marlene, James no me engañaría-terció y le tendió su mano mostrándole el anillo de casada-En cuanto nos casamos es mío, lo atrapé y nadie me lo puede robar
-Eso es lo que tú crees-espetó Marlene encendiendo otro cigarro y largando una bocanada de humo-Pero como explicas entonces la falta de sexo¿Ah?
-Pues, en las últimas oportunidades fui yo la que no quería-confesó Lily-Por mis entrenamientos, para reincorporarme a la Orden..Ya saben, después de Lidia, tengo que ponerme en forma.
-Si
estás hecha un palo-observó Brabra- Después de
dos hijos ¡Mamita!..Estás echo un tren, mujer-Todas se
echaron a reír-Pero a lo que iba es que llegas demasiado
cansada de Lunes a Viernes pero que hay del fin de semana?
-James
tiene esas redadas y él queda a cargo-explicó Lily
-¿Y no pueden hacerse un tiempito? Digo, entre comidas, siestas de los niños, antes de comer-enumeró Emmeline-Los dos deben estar dispuestos.
-James siempre lo está, descuida-sonrió Lily-Es que yo llego agotadísima, no es que no quiera.
-Si aún no tiene otra, apúrate a darle lo que quiere o sino va y busca lo que no tiene en casa-dijo Marlene sonriendo cínica y a Lily le dio un ataque de risa-No, Lily, no te rias.
-No le metas mas cucarachas en la cabeza-pidió Alice algo molesta-Eres su amiga, supuestamente
-Por eso mismo, por que lo soy, le estoy dando un par de consejillos-repuso Marlene hechando hacia atrás su largo cabello. Ella era arrebatadoramente hermosa y había salido con la mitad de la secundaria, Hogwarts, donde asistieron las cinco, aunque a diferentes años. Todos se conocían y Marlene había salido con James en quinto, con Sirius en sexto, con Remus Lupin en séptimo y con unos más de la orden-Además, no me la creo pero conozco algo a tu esposo Lily
-No me hagas recordarlo, por favor-pidió la pelirroja ceñuda. No olvidaría las escenitas candentes entre su esposo y su amiga para darle celos-Aunque éramos unos niños y la gente cambia
-Lily, ella no te esta diciendo que James sigue siendo el mismo capullo de Hogwarts-espetó Brabra-Solo te dice que quizás esta teniendo una aventura
-¿Y eso no es lo mismo?
-No, Lily, no te digo que James no se puso más serio en cuanto te conoció por que eso es verdad-Todas asintieron y Lily se cruzó de brazos-Lo que estoy diciendo es que, quizás, ojala que no, tenga otra mujer.
-La gente cambia a través de los años, Marlene-dijo Alice con voz dulce-Y James Potter no es más James Potter"el rompecorazón de Hogwarts".Ahora es un hombre casado, enamorado y con hijos.
Lily
la agradeció su intervención con una miradita y
espetó-Se que mi esposo se acostó con la mitad de
Hogwarts pero por algo se casó conmigo ¿ no?
-Cuando
te conoció se lo cortó todo ese rollo de mujeriego, te
convertiste en una leyenda-Emmeline hizo aparecer la cara de Lily en
el aire en una bandera con la varita-Si pudiéramos te
hubiéramos echo un himno-Todas rieron
-Lily tu no te quedas atrás-Barbra, que era dos años menor que ella, la miró suspicaz-Tú eras muy popular y tuviste alguno que otro amor
-Pero..¿Llegaste a acostarte con ellos, Lily?-Marlene la miró desafiante ¿Qué coño le pasaba con ella?¿Se la había agarrado con hacerla quedar mal?
-Pues..no-dijo cortante y bebió un trago de agua.Estaba acalorada-Y no se a que viene esa pregunta
-¿Estuviste a punto de hacerlo?
-Si-confesó y Marlene sonrió-Muchas veces, pero nunca a mayores
- ¡Eso es lo que quería escuchar!-saltó Marlene y besó a su amiga en la mejilla- ¡Lily Evans no es una mojigata santurrona!
Todas
estallaron en carcajadas y Brabra preguntó-¿Con
quienes?
-Derek Taylor, Tom Welling, Tobyas Broken, Larry Hangman,
Steve Pringues..y..-Alice hizo un gesto como de querer acodarse algo
y sentenció-..Peter Wright
-Muy bien echo, Evans-aplaudió Emmeline
-Y yo que te tenía como la Santa en un pedestal!-chilló Marlene y todas volvieron a estallar en carcajadas.
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James se puso el pantalón y se subió el cierre apesumbrado.¿Qué diablos estaba haciendo en aquella habitación de hotelucho con aquella mujer?¿Por qué le hacía esto a su familia?
Esas preguntas lo atormentaban cada vez que iba a esos encuentros con la rubia infernal que había conocido dos semanas atrás en un bar.
-Jamsie..¿cuándo volverás?-preguntó en tono meloso Emma Brooks, abrazándolo por la espalda-Te extraño
-Emma-James la tomó de las manos y volteó-No creo que debamos seguir con esto.
Ella se soltó y lo miró molesta
-¿Cómo que no quieres seguir con esto James?¿No me decías que yo podía darte lo que tu esposa no?
-Sí, pero esto se está saliendo de la raya-espetó firme y se puso la remera-Yo amo a mi esposa y tenemos un hogar construido.
-¿Y por eso me botas de un día para el otro?-farfulló incrédula y tomó al hombre por los hombros-Yo te necesito James, no físicamente, sino emocionalmente..Contigo..yo..puedo hablar de todo.
-Emma, lo siento mucho, pero no puedo
-Estas dos semanas han sido..-susurró ella con voz ahogada y comenzó a sollozar-..Increíbles..y..estoy muy colgada de ti..
James suspiró y la abrazó conteniendo su llanto. Era lo correcto. Hacía una semana más o menos que la idea de dejarlo todo le venía rondando la cabeza. Todo había comenzado bien, como una simple aventura sexual en donde él buscaba satisfacer sus necesidades carnales ya que su esposa, en un record, había dicho el "no" por estar muy cansada por dos semanas.
El moreno no se aguantó mas y un día, solo, en un bar cerca de la carretera, se encontró con una hermosura de mujer. Borracho y con las hormonas gritándole, fue a un motel y desde ese día, ese cuarto era el cuarto de encuentros con la rubia.
Estaba obrando mal y el miedo de perderlo todo lo embargaba cada vez que se veían.
Así que esa mañana, por fin, se había decidido a dejarlo todo y volver a ser el marido que siempre había sido, fiel y devoto a su esposa.
Era la primera vez que buscaba una mujer fuera de casa y la primera vez que engañaba a su mujer, a la cual amaba mucho.
Y la última, por estaba decidido a salvar como fuera su matrimonio.
