-La semana que viene leeremos Hamblet, recuerden hacer su tarea -dice el profesor.

Todos están yendose, pero yo no puedo dejar de mirar a mi profesor de literatura.

Este año nos ha tocado uno muy joven, con ojos dorados, alto y cabello castaño y decir que tiene un cuerpo musculoso es poco.

El salón queda vacío, las clases han terminado por hoy, todo el colegio se está yendo a casa.

El Sr. Cullen está guardando sus cosas en el portafolio, pero levanta la mirada hacia mi dirección.

-¿No vas a casa Bella?

Me levanto del asciento y camino hacia el.

-Profesor... ¿quién lo espera en casa? ¿está casado?

El Sr. Cullen me mira fijamente.

-No hablo de mi vida privada con mis estudiantes Bella, ya te lo he dicho varias veces.

-Pero solo... solo tengo curiosidad -digo sentandome en su escritorio.

-Bella, no ocurrirá nada entre los dos, se que las chicas de tu edad tienen esa estupida fantasía, pero...

Me desabrocho un poco la camisa para que note mi sosten de encaje rojo.

-Yo creo que usted... tiene la misma fantasía, ¿o me equivoco profesor?

Me deshago de mi camisa por completo, el Sr. Cullen mira mis pechos por unos instantes pero luego aparta la mirada.

-Por favor Bella, alguien nos puede ver...

-No, todos se han ido ya, y los profesores y directores se largan lo mas rápido que pueden de aquí.

Me levanto la falda dejando que vea mis bragas.

Tomo una de sus manos y lo obligo a que me toque.

-Tomeme aquí profesor... -le ruego.

El Sr. Cullen me mira indesiso. Ya casi lo tengo.

Le bajo los jeans, me arrodillo adelante de el y saco su pene. El se queja, pero en el momento en que empiezo a chuparlo se caya.

Empiezo a mover mi mano mientras lo chupo, el profesor comienza a disfrutarlo. Toma mi cabeza y me obliga a accelerar.

Sonrío para mis adentros.

Su polla es tan grande, y se siente tan deliciosa dentro de mi boca. Mi lengua la recorre como si fuera un dulce.

Edward me recuesta sobre el escritorio y me saca las braguitas.

Su pene se introduce adentro mío. Grito. Se siente tan grande.

El profesor comienza a moverse violentamente mirandome a los ojos. Se ve terriblemente sexy follando.

Sus manos me arrancan el sosten y van a mis pechos. Los apreta con fuerza mientras me folla.

No puedo dejar de gemir, no me esperaba una reacción así de su parte, es tan violento...

Me penetra una y otra vez con fuerza, se ha liberado de una forma que da miedo, pero que me calienta.

Me obliga a darme vuelta y me coge por atrás. Me toma el cabello con fuerza y me folla aún mas duro. Estoy gritando su nombre, estoy tan mojada que el puede cogerme con facilidad.

-Bella... -jadea, y una de sus manos va hacia mi clítoris mientras me coge.

Mis pechos contra el escritorio frío se endurecen de una forma que duele. Siento que voy a acabar en cualquier instante, y que si alguien nos encuentra no podría detenerme.

-¿Cariño estás aquí? -pregunta una voz al otro lado de la puerta.

Mi profesor no se detiene, me hace girar, para cogerme mirandome a los ojos.

-¡Ya voy cariño! ¡Esperame un segundo! -grita, intentando que su voz suene normal.

-¡Esta bien!

Sus ojos dorados me miran con posesión. Tapa mi boca antes de embestirme con fuerza. Y que bueno que lo hizo, sino mi grito se hubiera escuchado en todo el instituto.

Su boca va a mis pechos y los mordisquean. Estoy en la cima.

-Bella, me voy a correr -me dice con ojos diabolicos.

Me corro. Es un orgasmo tan intenso que siento que me voy a desmayar.

-Shh -me dice el divertido y se corre conmigo.

Se aleja de mí.

-Cambiate, y escondete debajo del escritorio -me ordena. Lo hago.

El se sube los jeans y sale del salón.

-Hola cariño -le dice su esposa -¿Qué estabas haciendo?

-Corrigiendo, ¿vamos?