En medio de la soledad

Killina88

Cap1


Ahí estaba firme, vestida de negro con su cabeza en alto sin una lagrima que derramar, todo era surrealista, hacía unas horas se había enterado sus padres habían muerto en un accidente de avión, ni siquiera pudo verlos una última vez, ni siquiera tuvo la oportunidad de decirles que los quería.

La mansión estaba llena de personas desconocidas, gente importante, líderes mundiales, personas poderosas e inteligentes, que daban su sincero pésame, pero desconocidos al fin y al cabo. La única persona que conocía era su fiel mayordomo quien no dejaba de velar por su bienestar.

Nakamura notó como la señorita cada vez se sentía mas incomoda, necesitaba de sus amigas, tomó el celular y marcó a cada una de ellas.

No tardó mucho en que las chicas llegaran se abrieron paso, entre la gente para dar con Eri.

-Eri chan ¿estas bien? ¿No estas triste?- dijo Tenma con expresión de cachorrito.

-¡Tenma!- reprendió Mikoto- Sawachika sabes que estamos aquí para lo que necesites.

Como respuesta automática Eri sonrió a sus amigas agradeciendo por su presencia y volvió a mirar al vacío.

Akira al verla comprendió todo lo que estaba pasando.

-Pero Eri-chan

-Sawachika…

-Será mejor que nos vayamos.-ordenó Akira- Eri, no es malo llorar, no estamos hechos de piedra ¿Sabes?

-Gracias Akira

Las chicas partieron, Akira insistió en dejar sola a Eri por el momento.


Itoko se preparaba un café, el molesto de su primo estaba pegado al televisor, viendo el ultimo capitulo de su serie favorita a todo volumen. Le molestaba, pero dejaría que lo viera, últimamente Harima estaba más en la casa, parecía algo deprimido o mas bien resignado. Puso el café en grano en la cafetera, cuando su celular empezó a vibrar.

-¿Huh? ¿Un mensaje de Akira?- extrañada abrió su celular.

-Harima ven un segundo

-Ahora no

- Tengo que decirte algo

-¡Estoy viendo los tres justicieros maldita sea!

-Harima, en verdad es importante.

El serio tono de su prima hizo que se levantara de su asiento.

-¿Qué quieres? Apúrate que están los comerciales.

-Los padres de Sawachika han muerto.

Harima quedó impactado y sin habla.

-Parece que fue en un accidente de avión- se dio vuelta para servirse una taza de café- Pienso que deberías ir a verla, ¿no lo crees Harima? ¿Hari...?- la había dejado hablando sola, su pequeño primo ya no estaba, tomo un sorbo de café mientras sus labios dibujaron una pequeña sonrisa.


Poco a poco la enorme mansión se fue vaciando, tomo un poco de aire lo necesitaba. Vio a su alrededor, los grandes candelabros las habitaciones, las enormes paredes todo tan…solitario.

-Señorita aquí esta su cena.

-Gracias Nakamura, Nakamura ¿podrías…? quiero decir ¿quisieras…quisieras cenar conmigo?

-Será un placer señorita.

Después de esto la rubia se retiró de la mesa, acompañada de su mayordomo.

-Si necesita algo más señorita no dude en llamarme. Estaré despierto toda la noche.

-No es necesario Nakamura, descansa.

El mayordomo cerró la puerta tras de sí, haciendo un eco en la enorme habitación, empezó a ver la televisión pero ningún programa lograba quitarle ese peso que sentía. Apago la televisión quedando a oscuras, sin querer tiro un portarretrato donde se encontraba ella cuando era pequeña y sus padres.

Cerró los ojos tratando de impedir que una lagrima cayera, miró otra vez la fotografía estaba sola, estaba sola, estaba sola. Apretó con sus manos la falda de su vestido. Estaba sola, completamente sola. Escucho la puerta abrirse.

-Nakamura porfavor cierra la puerta- dijo con un hilillo de voz.

Una mano se poso sobre la suya haciendo que su cuerpo se destensara.

-Ojou ¿Estas bien?

Una lagrima cayó de su rostro, seguida de mas lagrimas hasta que no pudo parar el frenesí del llanto, sin saber muy bien lo que estaba haciendo Harima tomo la mano de la chica y la llevo hacia su cuerpo, abrazándola

Eri se resguardó en sus brazos como si se tratase de una niña pequeña, las lágrimas siguieron cayendo, esta tristeza era insoportable, estaba enojada, estaba enojada con el mundo.

-¿Por qué? ¡Porque mis padres porque! ¡Estoy sola!-decía entre lagrimas mientras se aferraba más al muchacho- No había hablado con mis padres desde hace dos semanas porque estaban muy ocupados y este fin de semana venían especialmente para estar conmigo ¡¿Y que pasa?! ¡Ellos mueren! ¡Mueren! ¡Siempre voy a estar sola! Siempre voy a estar sola yo…yo…

Harima nunca había visto a Eri así, ni siquiera en el templo la había visto tan asustada, descontrolada, vulnerable, sentía como el cuerpo de ella no dejaba de temblar. El tenía que ayudarla, el tenía que protegerla.

Levanto la vista, se dio cuenta lo que estaba haciendo, la mirada de compasión de Harima la saco de quicio, no quería parecer débil, no quería ser débil, menos frente a el. Lo empujó bruscamente rompiendo con el abrazo.

-¡Cómo te atreves a verme en este estado!-lo volvió a empujar- ¡Como te atreves a venir a mi casa! ¡Te odio estúpido delincuente! ¡Eres un maldito delincuente!-gritaba con lagrimas, lo empujo otra vez, sentía que la respiración le faltaba- ¡Solo eres un sucio delincuen...!

Eri no terminó, sus fuerzas flaquearon sintió que se caía por un momento, Harima la sostuvo.


Hola todos,

Les traigo este nuevo fic, si se que fue algo cruel lo que le pasó a Eri pero bueno, espero que les guste.

Killina88