Una noche de verano, Marinette Dupain-Cheng fue secuestrada. Tres meses más tarde, una familia, el inconsciente en un bosque que rodea el lago Big Bear, en California. Después de ser llevada al hospital, Marinette recupera el conocimiento, pero no la memoria; no recuerda nada de sus meses en cautiverio ni de su captor.
Cuatro años más tarde, una serie de asesinatos se suceden en la tranquila ciudad de Fresno. Marinette ha cambiado de domicilio y de nombre, y sigue sin recordar. Sin embargo, el asesino parece no tener nada que ver con las víctimas.
Adrien Agreste está a cargo del caso y es quien se relaciona con los asesinatos y el secuestro de Marinette. Entonces, decida buscar y convencerla de que debe ayudar con la investigación. A continuación, en la parte inferior de este libro, se encuentra un mensaje de trabajo simple. Pero cuando el criminal logre entrar a su casa para dejar un mensaje, Marinette correrá a los brazos del detective Agreste para pedir ayuda. Adrien, que sabe que no es conveniente involucrarse sentimentalmente con Marinette, no tiene otro camino que llevar a un vivir con él para protegerla. Allí, el deseo luchará con el deber y terminará por imponerse.
El asesino, por su parte, va cerrando el círculo sobre ella: los mensajes a través de sus víctimas y sus amigos. Su furia se desatará, sin embargo, cuando compruebe lo que sucede entre Marinette y Adrien. Y será el detective el que se dará cuenta de que no está involucrado en un caso común, sino que debe salvar a la mujer que ama.
