No me pertenece KHR
Inspirado en el fic Elle Werner.
Un niño de seis años brincaba como un pequeño saltamontes alrededor de un hombre de unos veintitrés años aproximadamente, el niño reía con felicidad dando puñetazos al aire con sus pequeños puños, el hombre sonrió al ver el niño, era feliz si el niño sonríe aunque él se sienta cansado encontrara las fuerzas para levantar al niño su única voluntad es ver a su hijo feliz.
-¡Papá, papá! ¡Yo gane soy el mejor!-el niño se jacta de su triunfo al haber ganar por hacerle cosquillas a su padre, el hombre mayor sonrió con ternura a su hijo.
-Si me ganaste Fuuta eres el mejor-se sentó en el piso viejo de madera de su apartamento y su hijo se abalanzó cruzando sus pequeños brazos en el cuello de su padre-Vamos a ir donde tío Takeshi para comprar tu premio-el padre dijo, los ojos de Fuuta se iluminaron.
-¡Helados!-grito en jubilo-¡Quiero helados!-el padre asintió y se puso de pie tomando un abrigo tenía el numero 02 bordado en unas de sus mangas llamo a su hijo agachándose a la altura del niño procedió a ponerle el abrigo. Él se puso su propio abrigo, un abrigo blanco con franjas anaranjadas pero había perdido su color de lo desgastada que estaba, el reviso su chándal para ver si era bueno para salir a la calle feliz asintió que estaba presentable; abrió uno de los cajones de los pocos muebles que tenía el lugar no reviso su billetera sabía que tenía todo su pago que recibió el día anterior.
-Vamos Fuuta-el abrió la puerta con un horrible chirrido, arrugo la cara pero que esperaba después de todo vivía en edificio que parecía que en cualquier momento se caería, era lo único que podía pagar como un simple cajero de un minisúper.
Ellos salieron cantado por la calle iluminadas por los faros de la calle caminaron agarrados de la mano cantando una canción infantil a la mitad el padre se equivocó, ellos rieron por la calles solitarias del barrio.
Fuuta su carita se le ilumino cuando vio el letrero que brillaba por sus luces Yamamoto 24 tenía escrito el letrero, el niño de seis años se soltó de las manos de su padre corriendo hacia el lugar- ¡Tío Takeshi!-el niño grito atropellando al hombre de cabello negro que estaba a punto de entrar al local.
-¡Fuuta!-dijo alegremente volviendo a ver el niño que tenía agarrada su pierna. Tsuna se acercó sonriendo saludo inclinando la cabeza-Tsuna también estas aquí ¿puedo saber a qué se debe la agradable visita a mi humilde establecimiento?-dio una risita.
-Fuuta me gano venimos a comprar su premio-contesto Tsuna viendo como su hijo ponía su frente bien en alto mostrando lo orgulloso que es por ganarle a su padre. Los hombres mayores dieron una risa cómplice.
Los tres entraron al minisúper Fuuta corrió al pasillo donde se encuentran los congeladores que mantienen el rico producto cremoso, literalmente la baba corría por su comisura y estrellas habían en sus ojos ver la gran variedad de productos lácteos fríos.
Tsuna rio entre dientes ver a su pequeño emocionado por el producto-Fuuta puede elegir los que quieres-por un momento la cara del niño se ilumino mas pero enseguida se puso serio.
-Puedo-dubitativamente se expresó, recibiendo un asentimiento por su padre el chico aplaudió feliz por su festín.
Tsuna al ver lo lindo que es su hijo en todo no puede creer como su madre cambio ver crecer su hijo por dinero es verdad que ellos eran muy jóvenes cuando todo paso pero eso no justifica que la mujer los haya abandonado, el moreno no reciente que lo abandone a él, sino a su hijo.
Su relación con Kyoko Sasagawa empezó a la edad de dieseis años, sin la aprobación de los padres de la chica, Kyoko no le importo ella aseguraba que amaba a Tsuna así que ellos después de que se graduaron como cliché de novela romántica ellos se escaparon de sus casas.
El primer año fue la primavera floreciendo todo era felicidad el problema cayo cuando Kyoyo quedo embarazada a los dieciocho años Tsuna tuvo que abandonar la universidad para poder sostener su familia. Las horas de trabajo de doce horas fueron aumentadas a dieciocho horas agradece que Takeshi amigo de la infancia le haya dejado trabajar en su negocio sin la ayuda de su amigo se sentiría más perdido.
Kyoyo era una mujer encantadora, cariñosa ella era feliz con el primer año de Fuuta pero después ella empezó a salir del hogar dejando al bebe de un año solo en el apartamento Tsuna creía que tal vez se quedaba haciendo horas extras en su trabajo en la librería donde ella trabajaba, las cosas empeoraron cuando la mujer no regresaba al hogar por dos días Tsuna no podía dejar a su hijo solo perdiendo días y abusando de la bondad de Takeshi que no lo despidió cuando faltaba o traía con él al niño a su trabajo el sobrevivo.
La mujer llego una noche pidiendo el divorcio ella ya no aguantaba la pobreza en que vivían, ella no podía comprar sus vanidades no tenía tiempo de salir con sus amigas y era molesto estar cuidando al niño siendo ella tan joven Tsuna sintió la ira florecer en su corazón la bilis llego a su garganta, como era posible que Kyoko se expresara de esa forma.
Kyoko le informo que ella ya tenía una nueva pareja un hombre rico que encontraron sus padres un buen partido para ella, Kyoko no dudo ni un poco en dejar a su esposo y a su pequeño hijo por la vida llena de comodidades de le daría el hombre un tal Mochi, Moti la verdad es que el moreno no le interesa como se llama el hombre la única cosa que le importa y no dejara de luchar es por la felicidad de su hijo.
-Papá-llamo el niño sacando a su padre de sus pensamientos.
-¿Ya elegiste los que querías?-Fuuta mostro los tres helados de diferentes sabor a su padre-Vamos entonces a pagar por ellos.
Takeshi vio a su empleado y amigo acercarse al mostrador el pequeño de seis años que no llegaba todavía el rio ver las puntas castañas que sobresalían.
-¿Fuuta puedes hacerlo solo?-su padre pregunto.
-No puedo decesito ayuda-dijo humildemente.
Su padre tomo los tres helados y los puso sobre el mostrador para que el azabache los marcara y cobrara. Fuuta zumbaba de expectativa por sus helados.
-Son 8oo yen-dijo el propietario Tsuna vio el precio real era de 1200 yen arrugando la nariz el protestó.
-Takeshi eso no es lo que dice ahí-señalo los números Takeshi rio con ganas negando con la cabeza el volvió hablar.
-Un descuento para mis clientes favoritos-antes que el moreno protestara el volvió a decir-No acepto reproches-metiendo el producto dentro de la bolsa azul con el nombre impreso del minisúper-Usted debería tomar un poco dinero para comprar ropa-sugirió a su amigo Tsuna abrió y cerró su boca colorado por lo que dijo su amigo.
-¡Mi ropa no tiene nada de malo!-exclamo
-Lo he visto con la misma ropa desde hace años-agrego para la vergüenza de su pequeño amigo. Todo el dinero que él recoge en sus salarios lo guarda para toda las necesidades su Fuuta, su prioridad.
-Yo comprare algo pero ahora no tengo tiempo-dijo con dos tonalidades más fuertes de rojo en su cara.
Agradeciendo el moreno tomo la mano pequeña de su hijo salieron del local su amigo les dio un adiós con la mano viendo la espalda pequeña de su amigo. Para takeshi su amigo es increíble el moreno dejo la universidad por Kyoko, trabaja de sol a sol por su familia, el azabache odia a Kyoko y su amor interesado.
-Fuuta no te los comas todos, guarda para mañana-Tsuna dijo en la cocina que no estaba lejos de sala, el niño salto y guardo el de fresa y chocolate en el pequeño refrigerador que tenía un congelador regalo de Takeshi para su cumpleaños. Tsuna dio el grito al cielo cuando su amigo llego con el regalo ¿Quién regala un refrigerador? Agradece hasta las lágrimas por el regalo él puede tener el pescado y las verduras en buen estado.
-Ve a cepillarte los dientes-el niño obedeció la orden de su padre en un rato el chico salió corriendo del pequeño cuarto de baño haciendo el corazón Tsuna asustarse.
-No corras te puedes lastimar-el piso del apartamento estaba agrietado la madera estaba astillada, su pequeño podía sufrir alguna lesión su hijo se detuvo y comenzó a caminar con cuidado-Ven-el niño se acercó-Abre la boca-el niño abrió su boca el moreno vibraba su garganta revisando si Fuuta se cepillo bien los dientes-Todo está bien ve a la cama que yo ya casi te alcanzo-el moreno dijo.
Fuuta se echó en el futon colocado en el centro de la sala donde estuvo la mesa donde ellos cenaron antes, metiéndose en las sabanas buscando la calidez.
Tsuna termino de arreglar la cocina y se fue al baño donde estaba la tina con agua ya casi fría después de ser usada por Fuuta él se metió tratando de relajar sus músculos, su pobreza es grande pero no tan grande como la felicidad de ver la sonrisa de su hijo cada mañana. Después de salir de su baño se secó el cabello con un paño vio a su hijo que ya estaba dormido hizo boquete para poder entrar atrayendo el pequeño cuerpo hacia él se quedó dormido.
-Buenos días Haru-sensei- el moreno saludo a la joven chica de guardería.
-Hahi Tsuna-san, Fuuta-kun buenos días-dijo alegremente-I-Pin y Lambo ya llegaron están adentro-Fuuta se soltó de la mano de su padre abrazo la pierna de su padre él dijo adiós haciendo una carrera para encontrarse con sus amigos las dos personas adultas rieron al ver al morenito salir corriendo.
-Gracias por su arduo trabajo Haru-sensei-la chica se sonrojo.
-No es nada mi trabajo me gusta por eso no hay nada que agradecer-ella dijo con timidez.
-Toma-dio el dinero y el recibo de los gastos de la guardería.
-No usted pago por la comida, ese dinero usted lo puede guardar-dijo con firmeza.
-No puedo hacer eso-se agito el moreno.
-Fuuta ya tiene seis el otro año ya entra a primaria guarde ese dinero para esa época además Fuuta es un niño muy obediente no pasa nada malo guarda ese dinero-ella tercamente dijo.
El moreno avergonzado acepto devuelta el dinero empujándolo en su bolsillo de su mezclilla deslavado por vejez se despidió de la joven maestra de la guardería.
La chica quedo soñando despierta ella está enamorada del joven padre cuando ella lo conoció pensó que era hermano de Fuuta pero cuando se enteró que era el padre su corazón se hundió el moreno estaba casado no podía soñar con alguien no disponible. Después ella se enteró que estaba divorciado se animó se dijo a ella misma que no se daría por vencida.
Viendo la espalda del moreno alejarse ella dijo al aire-Me gustas Tsuna-san-con la esperanza que sus palabras lleguen a Tsuna-¡Bien para el próximo cumpleaños de Tsuna-san Haru se declara!-ella dijo con entusiasmo caminando en dirección a la guardería.
Tsuna estaba detrás del mostrador atendiendo a los clientes, una pareja de ancianos salieron felices por la atenta atención recibida por el moreno que siempre los recibe con una sonrisa ellos conocen al hijo del muchacho y es adorable como el padre.
La campanilla de la tienda sonó y mecánicamente Tsuna se inclinó-Bienvenidos-el cliente que entro era un rubio que fue bañado por el oro, ojos azul celeste, alto y sobre todo muy guapo Tsuna entro en pánico un extranjero él no sabe ingles el apestaba en lo académico en la escuela ¿qué puede hacer con el cliente?
-He-Hello?-dijo aventurándose con su inglés.
-Hello-dijo el hombre rubio con una sonrisa en su rostro.
-Umm in thad I can hel you-dijo en un muy mal ingles el rubio no dijo nada se le quedo viendo al moreno que se sonrojo al no recibir respuesta su pensamiento fue si lo dijo mal, lo volvió a intentar-No spik Englissh-se avergonzó el joven cajero, la ayuda cayó del cielo sonando otra vez la campañilla de la puerta entro el azabache amigo del moreno-¡Takeshi necesito ayuda!-grito con desespero.
El azabache se dirigió al moreno-Si ¿Qué pasa?-dijo llegando junto al moreno.
-Sabes yo no sé inglés y es extranjero no sé cómo comunicarme-dijo casi en un susurro su amigo se rio nerviosamente rascándose la parte posterior de la cabeza.
-Yo tampoco se inglés-tristemente dijo Tsuna casi se da contra el mostrador como puede olvidar que Takeshi fue compañero de clases por toda su vida estudiantil que ambos apestaban en lo académico.
-Yo se japonés-el rubio dijo después de ver a los dos hombres nerviosos.
Tsuna lo volvió a ver como si acaba de decir algo impresiónate después hizo cara de reproche por lo dicho-Usted sabia y no lo dijo ¡se estaba burlando de mí!-el moreno declaro con tono acusador Takeshi que no se guardó la carcajada que no tuvo la decencia como la del rubio de guardársela Tsuna inflo sus mejillas de disgusto el pensamiento del rubio fue lindo.
-Lo siento es que usted no me dio tiempo soy Giotto-se presentó.
-Tsunayoshi pero para más corto Tsuna-el moreno dijo.
-Takeshi-el azabache se presentó inmediatamente colocando posesivamente su brazo en los hombros del moreno.
En eso sonó el teléfono celular del extranjero él se apartó del mostrador terminando la llamada el volvió al sitio de antes-Me puedes dar algunas vendas, analgésicos y alcohol-pidió.
Tsuna asintió y fue a buscar lo solicitado, cuando regreso pasó todo por el marcador dando un total de 1200 yen-Son 1200 yen-dijo el cajero que ya le había bajado el rubor que tenía.
El rubio pago con 5000 yen eran vuelto 3800 yen pero el extranjero no lo acepto-Quédate con el vuelto-Tsuna lo vio como si le nació otra cabeza al rubio estaba dejando una gran cantidad de propina era imposible.
-No puedo-vio como Giotto se alejó del lugar antes de salir por completo del local el hablo.
-Fue un gusto en conocerte Tsuna-dijo con una sonrisa brillante como mañana primaveral.
Tsuna se encogió de hombros tomo el dinero y lo iba poner en la caja registradora pero fue detenido por Takeshi-No es tuyo te lo han dado a ti-el azabache dijo.
-No puedo aceptarlo es demasiado dinero-su amigo negó con la cabeza y no acepto el dinero que fue dejado para el moreno una larga discusión por parte de Tsuna que no quería aceptar el dinero al final se dio por vencido metiendo el dinero en su mezclilla deslavado, volvió a su tarea de atender los clientes.
-¿Cuándo vamos a volver?-pregunto un hombre con cabeza roja no era rosa con un tatuaje en forma de llama en un lado de rostro.
El rubio no contesto ido en sus pensamientos el hombre tatuado sintió una vena resaltar en la sien, llamo una, dos, tres veces al rubio sin resultado.
-Oi! ¡Tú maldito bastardo te estoy hablando!-dijo airadamente el hombre tatuado.
El rubio despertó de su pensamientos-¿Si G?- dijo al hombre llamado G.
-¡Te estado hablando de hace horas y ni caso me has hecho!-reprocho el rubio suspiro desde que vio al moreno solo piensa en el chico.
-¿Qué era lo que estabas diciendo?-pregunto.
-¿Cuándo vamos a regresar a Italia?-G volvió a repetir la pregunta.
-No lo sé tenemos que terminar los contratos con las empresas de Namimori-el rubio dijo.
G después de eso se quejó de los empresarios de Namimori de sus idioteces que parecen niños jugando a la empresa, Giotto estaba un poco de acuerdo tuvo que aguantar cuatro horas en una reunión que no llegaron nada.
Los ojos de Giotto divisaron una salvaje mata castaña que reconoció enseguida el dueño de sus delirios de todo el día sonriendo ignorando por completo a G, algo que molesto más al hombre tatuado Giotto llamo-¡Tsuna!-sus ojos brillaban y G reconoció ese brillo.
El mencionado busco derecha, izquierda buscando la persona que le llamo-¡Aquí!-Giotto llamo llegando junto el moreno G miro al moreno y la cara de Giotto era una cara ridículamente feliz no había duda que estaba interesado. Giotto le gusta más los hombres que las mujeres eso lo sabe bien G y no lo reprocha después de todo tiene una pareja masculina Asari que está en Italia.
-¿Giotto?-dijo confundido el hombre era el extranjero que llego al minisúper.
-Si ¿Cómo estás? ¿Dónde vas?-No perdió tiempo en formar conversación el moreno sonrió a Giotto provocando que su corazón se agite.
-Estoy bien, vamos de regreso a casa-dijo en plural Giotto entonces reconoció que había otra presencia un lindo castaño tenía su pequeña mano entre la mano de Tsuna-Fuuta preséntate-el moreno pidió amablemente a su hijo que se presentara.
El chico hizo una pequeña reverencia -Fuuta Sawada gusto en conocerlo Tío Giotto-se presentó el chico, a Giotto no le gustó mucho el tío pero si lo vemos así es mayor que el niño aunque solo tenga veinticuatro años. No dijo nada porque los ojos de Tsuna brillaban de orgullo.
-Él es mi hijo-menciono el moreno, por un segundo cayo la sonrisa de Giotto por otro lado G rio entre dientes porque noto la clara decepción del rubio-Lo andaba recogiendo de la guardería ahora ya vamos para la casa- sonrió- Fue un gusto conocerlo ahora vamos Fuuta-Tsuna hizo reverencia se dispuso a irse.
-Los puedo llevar-se ofreció el rubio.
-No eso sería una molestia nosotros vivimos cerca-se negó Tsuna.
-No es molestia yo los llevo.
-No estamos bien-Tsuna sintió un jalón en su ropa bajo su mirada encontró a Fuuta con una mirada suplicante-No fuuta.
-Si solo un ratito-el niño dijo.
-No-Tsuna volvió a negar.
-Papá-lanzando su mirada de cachorro bajo de un aguacero Tsuna perdió suspirando de derrota el moreno acepto.
-Gracias papá/Tsuna-dijeron unísono Giotto y Fuuta.
Giotto se salió de convertible negro para abrirle la puerta a los morenos Fuuta entro primero sonriendo revoto en el asiento Tsuna suspiro acaba de conocer al rubio y estaba pasando eso.
-Fuuta- reprendió el padre a su hijo después de revotar en el asiento.
-Déjalo no importa-Giotto dijo sonriendo.
-Usted parece un pequeño conejo-sin tacto dijo G viendo de reojo al moreno.
Tsuna se sintió indignado es verdad que es pequeño y siempre lo han confundido con un adolescente por pequeño pero un conejo ¡habla en serio!
-Lo siento mi amigo es a veces un poco tosco pero es buena persona-Giotto se disculpó.
Ellos se pusieron en marcha guiados por Tsuna, como dijo Tsuna no estaban lejos solo girar a la derecha y ya estaban en un edificio raquítico, lastimado por los años ahora entiende porque Tsuna no quería que lo llevaran.
-Gracias por traernos-Tsuna metió su mano en uno de los bolsillos del pantalón sacando el vuelto que dejo el rubio temprano-Este es el vuelto de su compra no puedo aceptar esa cantidad-Tsuna dijo estirando su mano con el dinero. Giotto negó con la cabeza.
-No yo te lo di guárdalo usted no me lo pidió se lo estoy dando por mi voluntad-sonrió-No se puede negar-sentencio.
Tsuna avergonzado con un rubor color rosa en sus mejillas término de aceptar pidiendo a Fuuta que se despida de Giotto, el niño volvió a repetir el protocolo. Los dos morenos hicieron sus caminos hacia el edificio.
-Ese edificio parece que en cualquier momento se va caer-informo G.
Giotto no dijo nada el edificio hablaba sin necesidad que alguien lo señalara se preguntaba si están a salvo Tsuna y su hijo y de mala ganas reconoció la esposa viviendo en ese edificio de antaño.
Giotto puso en marcha otra vez el automóvil en dirección al bar que le recomendó G "Arcobaleno" un bar que según la opinión de G es muy bueno.
-¿Te gusta?-pregunto distraídamente G. Giotto no contesto nada aunque le guste el moreno no está disponible está casado y tiene un hijo no se puede meter en una relación que ya está hecha. G volvió a insistir provocando a su rubio amigo.
-Aunque me gustara no puedo hacer nada más que solo ver G-después de un rato de ser molestado por G Giotto contesto-Ya está casado- G resoplo a la respuesta es verdad que el moreno estaba ya casado y tenía un hijo tiene que estar casado ¿no?
-Me gustaría ser su amigo aunque sea-Giotto comento llegando a su destino.
-Idiota-respondió G.
¡Ah! ¡Me gusto escribir la parte donde Tsuna habla ingles! pobrecito el Atún pero ¿No es adorable?
Gracias por leer ^^-^
