Detrás del libro de álgebra podía esconder su Iphone a la perfección, nadie desconfiaría del chico de los dieces. Las noticias contaban los dientes de los desdichados criminales que habían caído en manos de Batman la noche anterior. Era cuestión de minutos para que la clase finalizara. Su cabeza de trece años no hacía más que pensar en criminales heridos, y cómo el nuevo modus operandi del hombre murciélago le recordaba a los arrebatos de su mejor amigo.
El timbre sonó por los pasillos de Gotham Academy y los alumnos salieron disparados de sus salones, aliviados de un arduo día escolar. Tim Drake atravesó la institución saturada de estudiantes lo más rápido que pudo. Si tenía la suficiente suerte podría llegar a la salida sin encontrarse con nadie indeseable. Pero para su desgracia, fue jalado del brazo hacia uno de los baños, donde lo esperaban tres chicos de mayor contextura física que él. Sin embargo, el pequeño y escuálido niño, no parecía intimidado y mucho menos asustado.
-Drake-dijo un chico de espalda ancha y nariz puntiaguda, estaba en el medio de los otros dos-creo que habíamos quedado en que hicieras nuestra tarea.
-No recuerdo eso-respondió Tim con indiferencia.
-Vamos, no te hagas el tonto... no nos obligues a darte un chapuzón-dijo el larguirucho de la izquierda, señalando uno de los cubículos.
-Y ustedes no me obliguen a lastimarlos...-Tim no bromeaba, se estaba impacientando un poco. El chico del medio lo agarró de la camisa estampándolo contra la pared. Tim no cambió su semblante, solo levantó el pie a una velocidad moderada para golpear la entrepierna de su agresor. El más grande se contrajo sobre si mismo, soltando un grito ahogado, dio unos pasos hacia atrás. El pequeño aprovechó para asestarle un golpe en la barbilla que lo tiro al suelo-alguien más?-los otros dos chicos negaron con la cabeza-eso pensé-Drake salió del baño y siguió corriendo.
Por fin llegó a la salida. Desde la puerta, pudo ver a un hombre en moto que hablaba con unas chicas de ultimo año en la calle de enfrente. Tim suspiró con pesadez. Caminó hacia donde él estaba. Dick Grayson nunca dejaría de ser Dick Grayson, se decía mentalmente resignado.
-¡Tim!¿Por que tardaste? .
-Para darte la oportunidad de coquetear con adolescentes-respondió con una sonrisa burlona, Dick bufó ante el comentario. Hace tiempo que el pequeño había entendido que su héroe de la infancia era un mujeriego en potencia, y estaba bien. Tenia la edad para coquetear con adolescentes sin parecer tan descarado, o al menos eso quería pensar-¿Vamos?
Dick se despidió de las chicas que parecían decepcionadas, Tim se puso un casco y subió a la moto. Avanzaron por unos minutos en silencio hasta que llegaron a un semáforo.
-Tenias razón-dijo el mayor sin dejar de mirar el semáforo.
-¿Cuando no la tuve?-se hizo un silencio-¿en qué?
-Los camiones de cocaína enviados a los almacenes del norte eran una coartada-la luz se puso en verde, Dick apretó el acelerador-un camión a nombre de un tal Jorge Gregory llegará desde Blüdhaven esta noche mientras Batman hace su trabajo con los narcos.
-¿Cuantos años lleva muerto?
-Setenta.
-Me debes una hamburguesa-la moto se detuvo.
El departamento de Dick estaba ubicado en un asqueroso barrio de mala muerte, aun así, al verlo desde fuera, Tim no podía evitar sentirse más como en casa que al estar en la propia. Hace solo seis meses que había conocido ese lugar pero eso no quitaba nada. Tim Drake se sentía un alienigena incluso cerca de sus padres.
-¿Que te parece si en vez de una hamburguesa te doy algo mejor?-el oficial Grayson sonreía con picardía, como cada vez que tiraba una de esas directas indirectas de broma.
-Dick, ya hablamos de esto, no eres mi tipo-Tim le seguía la corriente, sonrojarse frente a su maestro era casi tan agradable como amputarse un dedo.
-Lo sé, a ti te gustan los chicos malos, lo sé-el menor puso los ojos en blanco frente al comentario. Dick se paró bajo el umbral de espaldas al mismo, sonriente, como siempre-pero esta vez estoy seguro que no vas a querer rechazarme.
El traje de Robin estaba colgado. Pequeño. Inmaculado. Intacto. Robin era la mismísima imagen de la luz para él. Desde la sonrisa cálida del mayor de sus hijos, pasando por la insistente voz te una pequeña colorada, hasta él.
Él.
Le dolía pronunciar el nombre de su pequeño. Tampoco es como si quisiera olvidarlo, por eso estaba ahí colgado el disfraz de duende, para no olvidar. Porque reducir un hijo a un fracaso era demasiado injusto, le había tomado tiempo entenderlo.
Quizás ese niño había sido el más grande de sus errores, pero Alfred no dejaba de insistir en que, juntas, las pequeñas victorias que había tenido con su segundo hijo varón sumaban un regalo precioso.
El brillo de sus ojos al recibir su primer regalo de navidad, su risa estridente llenando la cueva con su propio traje de Robin puesto, el sonrojó y los gritos de vergüenza después de escucharse a si mismo llamándolo papá. Probablemente fueron los años más felices de su vida, pero ahora cada uno de esos recuerdos se clavaban en su espalda como dagas. Porque era más doloroso que reconfortarte, recordar a Jason Todd como un hijo que recordarlo un error.
Quizás si pudiera pensar en él adecuadamente llegaría confiar un poco más en las niñas del convoy militar o en el niño que va por las noches metiéndose en propiedades privadas con un destornillador, un bate y un celular. Pero en este momento no podía confiar con plenitud ni en si mismo, viendo a cada pobre diablo que acababa en sus manos como el hombre que le arrebato a su pequeño niño.
-Señor...-el mayordomo de la casa de los Wayne se acercó a Bruce lo suficiente como para poder mirar su cara, se veía tan vulnerable como siempre que miraba esa vitrina sin su mascara-la señorita Gordon acaba de informarnos que Nightwing ya está en su posición.
-No estoy seguro de esto Alfred...
-¿De la palabra de la señorita?-el anciano se hizo el desentendido, los años junto a su joven señor le habían enseñado que era mejor escucharlo admitir sus propias inquietudes antes de preguntárselas, ya que para Bruce Wayne decirlas en voz alta era casi catártico, aunque él mismo no lo notara.
-No, es que... no quiero que Dick siga patrullando.
Alfred miró al hombre murcielago con los ojos de un padre, tanto por lo que veía en Bruce, como lo que había visto en Jason. Él podía entenderlo perfectamente, el miedo de ver a un hijo salir por la puerta a luchar por un mundo mejor teniendo en mente que quizás esa noche no regresaría a casa. Lo había sufrido desde la primera noche de Batman. Pero las pequeñas aves deben volar, y no les negaría el derecho a luchar por lo que creyeran justo; porque en parte, esa tendencia de sus niños, lo hacía sentir orgulloso.
-Señor, créame que lo entiendo a la perfección, pero el Joven señor Dick ya es un hombre y él ha tomado una decisión. Y, para ser honesto, es una de la cual un padre puede enorgullecerse-Bruce miró al hombre que lo crió con una mezcla entre inseguridad y tristeza. Alfred sentía como si estuviera viendo al niño de diez años que había perdido a sus padres nuevamente-solo... confié en su hijo y verá como lo sorprenderá.
-¡Sorpresa!-gritó Dick pasandole un cupcake con un patito dibujado a Tim-no tenían de Robin y los murciélagos se habían acabado.
-¡Gracias!-dijo Tim preguntandose internamente como es que podría comer con el nudo que tenia en su garganta.
-No estés nervioso seguro lo harás de maravilla-Nightwing no dejaba de sonreír y Robin no sabia como tomárselo. Podía notar lo emocionado que estaba su instructor de verlo en su primera misión y se llenaba de felicidad de que su héroe lo tuviera tan en cuenta, pero al mismo tiempo pensaba en las altas expectativas que el Dick había puesto en él y su estomago se revolvía una vez más-eres el mejor candidato al puesto.
-Ayuda ser el único-acotó Robin con una sonrisa insegura.
-¿Quién te dijo que eras el único?
Tim enarcó una ceja.
-¿Hay otros ademas de mi?
-¡Claro!-Nightwing inclinó la cabeza en señal de memorizar ayudandose con los dedos de su mano izquierda-esta Helena, la niña de Ivy, y...-Dick hacía fuerza por recordar-había otro más... pero no recuerdo, era un niño negro amigo de Jason.
Tim Rió.
-Si Jason te escuchara diría que eres un racista.
-¡Por supuesto de lo haría!-Nightwing se revolvió el pelo, frunció el ceño y arrugó la nariz en un intento de imitar a su hermano político- El señor "¡¿como no puedes distinguir entre Beyonce y Rihanna, maldito racista?!" encontraría la forma de volver mi mala memoria un tema de violencia racial-Tim se rió con ganas, siempre que estaba con Dick se olvidaba de lo doloroso que era pensar en Jason. Era como si el nunca se hubiese ido, era como estar en casa-lo peor de todo es que tampoco distingo entre Cristina Aguilera y Britney Spierce o a Oasis de Blur o a Blur de Pulp o a Pulp de Suede o a Suede de Oasis-y Tim era una bola de rabia. Dick Grayson sabia que si había un tema delicado entre él y su aprendiz era el de los gustos musicales y disfrutaba hacer rabiar al niño trayendo el tema a colación.
Dick era de los que creía que la buena música murió con Lennon mientras que Tim era un fanático de la música noventera, mas particularmente del movimiento Britpop lo que hacia que se dieran batallas campales lanzando y esquivando lo primero que encontraran en el departamento.
-Oh, callate Blackbird...
-Como digas Songbird...
Las miradas de rivalidad entre los dos eran intensas, ignorando que The Beatles era la principal inspiración de la mayoría de bandas Britpop y que todas lo clamaban con un respeto impresionante. Tim a veces pensaba en esa relación como un símbolo del impacto que Dick Grayson había causado en su vida, desde el momento en el que se conocieron en el circo de Haley hace diez años, y se sentía como una analogía preciosa. También se preguntaba como encajaba Jason en ella y lo primero que le venia a la mente era la imagen de su amigo corriendo solo con la capa de Batman por la mansión Wayne cantando Livin On a Player a todo pulmón, e instantáneamente renunciaba al paralelismo con una sonrisa nostálgica.
A Jason le gustaba el Rock.
Un auto negro seguidos de un camión pasaron frente a ellos. Desde los vehículos no podía ver a los vigilantes. En el muelle, las figuras de los jóvenes enmascarados corriendo por las cajas de metal se perdían entre las sombras.
A Tim le costaba seguir los pasos de Nightwing, pero hacia lo mejor que podía. Nunca había sido bueno corriendo por los tejados, y si bien era más fácil saltar de caja completamente regular número uno a caja completamente regular número dos que sobrevolar los paisajes nocturnos de Gotham, Nightwing estaba a otro nivel. Tim juraría y perjuraría que Dick Grayson superaba hasta el mismísimo Superman cuando se trataba de volar por los cielos. Y eso lo ponía todavía más nervioso porque su nivel de parkour apenas era decente.
Los vehículos se detuvieron frente a un almacén que Robin llamó para sus adentros escondite genérico y Nightwing lo llamo en voz alta falta de originalidad. Del auto negro bajó un hombre bajito y gordo, con ojos pequeños y redondos, nariz puntiaguda. Estaba acompañado de dos esbirros que por poco le doblaban la altura-el pinguino...-susurró Dick. Tim no estaba sorprendido, conocía todos los trucos de Oswald Cobblepot, los había estudiado arduamente desde los nueve años.
El comunicador en el oído de Nightwing se encendió con la llamada de Oracle-Oh, Oracle, el pinguino esta aquí.
-¡Eso no importa ahora!-exclamó la chica desde su guarida en la torre del reloj, se escuchaba bastante nerviosa-Batman está en problemas, reúnete con él.
-Pero...
-Sin peros, el pinguino contrato a Killer Croak y a Clayface para proteger el cargamento ¡Te necesita!
-Esta bien-aceptó Dick resignado, mirando a Robin que lo analizaba con curiosidad-Nightwing cambio y fuera-Dick era requerido pero no quería dejar solo a su pequeño aprendiz, tampoco podía llevarlo consigo. Es decir, llevar al niño al campo de batalla con dos pesos pesados seria estúpido pero..-Tim-el nombrado lo miraba atentamente y de no ser por el antifaz seguro sus ojos estarían abiertos como platos-Batman me necesita, tu quédate vigilando-sacó de su guante un transmisor-si necesitas algo contacta a Oracle, ella me avisará ¿estarás bien?-Tim asintió-ese es mi hermanito-dijo revolviendo su cabello. Robin no quería hacer comentarios acerca de la condescendencia, eso sería hipócrita,pero...-ten cuidado.
-Tú también.
Nightwing avanzó en cuclillas sobre el conteiner hasta que se consideró fuera del campo de visión de los gangsters. Robin lo siguió con la mirada hasta que lo engulleron las sombras. Volvería en la moto en la que ambos habían llegado, ojalá recordara regresar por él.
Era mejor así, solo, por lo menos no tenía que preocuparse por lo que Nightwing pensara de su desempeño. Había estado solo por mucho tiempo, podría seguir solo. Intentaba convencerse de eso. Siendo sinceros, Tim siempre había dependido de otra persona a la hora de la verdad. La situación parecía muy irreal si se ponía a pensarlo detenidamente.
Él estaba vestido de Robin espiando a unos Gangsters, ni siquiera podía escuchar lo que decían. Habían contratado personas que se la habían puesto complicada a Batman, pero el pinguino estaba ahí. Lo que daba la impresión de que en ese camión guardaban el cargamento mas importante. Era extraño que hubiera mandado a los pesos pesados a resguardar una mercancía secundaria. Quizás seria su oportunidad para por fin poder acabar con Batman. Pero de poder contra ellos aun quedaba Nightwing. No tenia sentido que siendo el cargamento tan valioso y estando Cobblepot en persona ahí, la única seguridad de fueran dos gorilas. Viera por donde lo viera, todo parecía irreal. O quizás...
Tim sintió el frió cañón rozando su nuca-Miren lo que tenemos aquí-la sangre de Tim se congeló-parece que tenemos un lindo pajarito-Por un segundo se quedó petrificado ¿Que debía hacer en una situación así? ¿Que haría Jason? Darse vuelta y amenazarlo con una frase chistosa, mala idea. ¿Que haría Nightwing? Una maniobra acrobática increíble que daría vuelta la situación, no podía hacer eso. Robin levantó las manos hasta su cabeza ¿Como es que no lo había notado? Había sido estúpido, tanto él como Nightwing, al no darse cuenta de que si Oswald estaba en ese lugar traficando algo personalmente indicaba que la mercancía era lo suficientemente preciada como para ir solo con dos gorilas, el hombre detrás de él era un maestro del sigilo, un profesional. Quizás Deathstroke o Deadshot. Se arriesgo a la segunda, y después del segundo, evaluada la posibilidad, decidió actuar.
Tim agarró al hombre de la muñeca y desvió el cañón por sobre su hombro, pero al intentar retroceder golpeo su espalda contra el pecho del mismo. Odiaba no ser tan fuerte como Jason, de serlo hubiera sido suficiente como para hacerlo volar sobre su cabeza, pero no podía lamentarse ahora, suficiente distracción era el sonido de los disparos. El mercenario iba a golpear la cabeza de Robin con su mano libre. Deadshot tenia cañones en los brazos, pensó. El vigilante se agachó, dio un codazo contra la pantorrilla del agresor y jaló su muñeca hacia adelante. Funcionó. Deadshot perdió el equilibrio y calló del conteiner sobre el que estaban. Una caida de seis metros. Dios, lo había matado.
Aun en cuclillas se asomo por el borde del conteiner, era una caída fea. Pero Deadshot (si, era Deadshot) se movía como queriendo reaccionar. De seguro el chaleco blindado había absorbido el golpe. Menos mal. Tim sacó una servatana de su cinturón y le disparo un dardo tranquilizante a Deadshot, el primero calló a tres centímetros del cuello del mercenario, el segundo dio donde debía, tenía que practicar su puntería.
-¡Los disparos fueron por aquí!-el pinguino se acercaba con sus hombres. Robin se escondió nuevamente, él no era estúpido, sabia que había sido suerte de principiante, si Deadshot no se hubiera acercado lo hubiera asesinado. La única opción que le quedaba era evitar el combate directo. Tenía solo dos dardos tranquilizantes, muchos batarangs y el anonimato, podía trabajar con eso-¡¿Que carajo...?!-habían encontrado el cuerpo inconsciente del mercenario, estaban justo debajo de él.
-¡Maldito inútil!-gritó el pinguino pateando las costillas del francotirador-creí que Batman estaba ocupado con el cargamento secundario.
-Lo está señor, nos acaban de llamar, también se vio a Nightwing allá.
-¡¿Entonces quien...?!
-Quizás Robin...
-¡Idiota! ¡Ese enano está tres metros bajo tierra!-la misma Harley Quin se lo había confirmado. Robin estaba muerto y Batgirl había estado fuera de juego hace años. Solo quedaba el psicópata rarito que se hacia llamar ángel o algo, pero de ser así Deadshot estaría muerto. Estaba furioso. Había pagado por Deadshot lo que por Killer Croac y Clayface juntos y ni siquiera sabían qué lo había derrotado, sería la ultima vez que contrataba a alguien de fuera de Gotham, y la ultima vez que cualquier persona contratara a Deadshot. Pero cuando intentó dispararle un Batarang desvió el tiro. Los guardaespaldas dispararon en la dirección en la que el arma había venido-¡Maldición! busquen a quien quiera que haya arrojado eso y mátenlo.
Los dos gorilas se separaron de él, les hubiera dicho que eso era estúpido pero no tenía sentido tomar esas precauciones con los vigilantes. Solo podía limitarse a caminar o a esperar junto al cargamento. Opto por la segunda opción.
Todo estaba en silencio, solo se escuchaban los pasos pesados de dos hombres que caminaban con cautela. Estaban asustados. Y eso era bueno. La servatana era una mala idea, su puntería no era la mejor, los dardos eran limitados y si se daban cuenta de que era un nuevo Robin esa tensión se perdería.
Sacó una pelota de goma común y corriente, era apenas del tamaño de una bola de chicle y la arrojó sobre los contenedores de la izquierda del hombre. Su oportunidad era hacer que se acabaran las balas. Como fue predecible, comenzó a disparar hacia donde la pelota cayó-¡Sal de ahí maldito!-uno, dos, tres, cuatro. Mierda. Solo cuatro. Tim avanzó para salir de la mira, tendría que arriesgarse. Lanzó una lata de gas lacrimógeno donde el maleante y funcionó-¡Hijo de puta!-el hombre tosía al maldecir y disparaba a todos lados. Cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, sin balas. Salió corriendo justo por donde Robin calculó. Era su momento. De un salto apareció frente al intoxicado criminal y y antes de que este pudiera superar los efectos del gas lo desarmó con un bataran, lo amarró con una soga y calló al piso. Por si acaso lo noqueó con un toque en el cuello, esa técnica era su favorita.
Uno menos.
Pero después del escándalo no podía esperar que alguien no se acercara, el segundo hombre apareció frente a él disparando. Tim uso su pistola de gancho para volver a subir a donde estaba, una bala rosó su pierna. El sujeto no avanzaría hasta que el gas se dispersara, eso le daría tiempo. Su pierna no paraba de sangrar pero Dick y Jason seguro habían pasado por cosas peores. El gas se estaba disipando, tenía que hacer algo. Y no pudo evitar sonreir ante una idea tan básica. Robin bajo de las cajas de metal y se puso en un angulo seguro para que las balas no le dieran. Esperaba que si fallaba no se convirtiera en una persecución de gato y ratón. Se asomó un poco y lanzo un batarang, falló. El criminal empezó a disparar corriendo en su dirección pero por suerte, fue golpeado por el efecto boomerang y calló aturdido. Bueno, ahora solo quedaba uno.
Killer Croak yacía inconsciente en el suelo, Clayface había escapado por las alcantarillas, los setenta kilos de cocaína estaban a punto de ser recuperados por la policía que venía en camino. Nigthwing y Batman estaban bastante bien, en relación a la ardua pelea que habían tenido.
-Esto es extraño-se dijo Batman a si mismo-¿por qué el pinguino contrataría a criminales de alta categoría para resguardar cocaína?
-Quizás quería acabar contigo...-especuló Nightwing.
-Quizás era para mantenerme distraído del premio mayor-Batman se dio vuelta, Dick solía sentirse intimidado ante la mirada del hombre murciélago-me parece raro que digas que solo estaban dos matones.
-Pero así es-respondió desafiante. Con los años, Dick sentía como si fuera el caballero de la noche el que se angustiara con su presencia. Tenia sentido. Como padre, había dejado que desear.
-No digo que sea una mentira, quizás no hayas notado algo, Oracle ¿que tienes para mí?-odiaba como Bruce solía porfiar cada una de sus palabras, como si él no hubiera estado diez años dentro de la misma lucha, por eso había huido en primer lugar. No aguantaba su actitud y ni siquiera sabía por qué seguía acudiendo a las misiones que él establecía-Deadshot...-susurró el caballero de la noche y Dick sintió un escalofrío.
-¿Q-qué pasa con Deadshot?-Batman hizo una señal con la mano para que esperara-¿Deadshot está por aquí? o...
-Batman fuera-terminó la llamada y se dirigió a Dick-aparentemente, Floyd Lawton, fue visto en Iceberg Lounge hace tres dias... Nightwing ¿estás bien? estás muy pálido-no solo pálido, estaba blanco como una hoja y frió como un témpano. Su cabeza solo podía pensar en lo equivocado que había estado y como se odiaría a si mismo si algo le hubiera pasado a Tim. Se sentía estupido, impotente, de solo pensar en las posibilidades.
-¡Tenemos que ir al muelle de inmediato!-Gritó desesperado.
-Cálmate-Batman puso su mano sobre el hombro de su aprendiz tratando de tranquilizarlo-ya deben de haberse ido, mañana buscaremos al pinguino y...
-¡Tú no entiendes Tim está...!-su voz se cortó de inmediato, esto iba a ser feo y le dolía un poco preocuparse mas por su pellejo que por la integridad de Tim. Lo hacia sentir como un maldito bastardo.
-¿Tim?-la voz del caballero de la noche ya no se escuchaba tan comprensiva.
-Yo... ¡Yo entrené a Tim Drake para que se convirtiera en Robin!-hubo una pausa de unos quince segundos, como si ambos estuvieran asimilando esa información y lo que conllevaba.
-¡¿Que hiciste qué?!-Nightwing no pudo evitar cohibirse, hace años que no escuchaba a Batman gritar de esa manera...
-yo...-Dick se sentía asustado e intimidado a la vez, no sabría decir si por la ira de su mentor o por la posibilidad de que su pupilo estuviera muerto-si todo salia bien hoy planeaba decírtelo.
-¡ERES INCREIBLE!-gritó lleno de ira el hombre murciélago, levantó el brazo para intentar golpear a su hijo pero en su lugar decidió pasar de él y correr hacia el auto, quizás Tim Drake todavía estuviese vivo.
-Batman ¡espera!-Dick corrió para subir en el asiento del acompañante, tuvo suerte de estar arriba antes de que Batman pisara el acelerado con toda su fuerza.
-¡Oracle, semáforos!-ordeno el hombre murciélago para que le despejaran el paso-¿En que estabas pensando?-volvió a gritarle a su hijo.
-¡Él vino a mi!-intentó excusarse Nightwing pero cada palabra parecía retorcer mas el fúrico semblante del caballero de la noche-... se veía muy triste y no pude negarme.
-¿Esa es tu idea de consolar a un niño? ¿Entrenarlo para que pelee contra gangters?
-No-respondió Nightwing ofendido-esa es tu idea de como consolar a un niño-Batman por fin relajó un poco su expresión, ahora más bien parecía melancólico y triste. Dick también se sentía mal, no estaba bien hacer a su padre adoptivo deprimirse cuando él era el que se había equivocado-Bruce yo...
-Lo sabías...-la voz de Bruce sonaba quebrada, Nightwing se sentía quebrado-sabías lo que había pasado con Jason...
-Si-triste y amargado, fue lo primero que pensó cuando vio a Tim en su puerta, él le dio la noticia-lo supe, seis meses después.
-Ese no es el punto...-Batman sabía que no podía recriminarle nada, los dos tenían muchas deudas el uno con el otro-Solo dime por qué...
-...no lo sé...-si lo sabía. Tim se veía tan desamparado, y en esos días, sintió que ese adolescente perdido era un reflejo de si mismo. Alienado, triste, solitario. Quiso acabar con eso, para ambos. Y no valía la pena mentir, no ahora-me sentía solo supongo.
Llegaron al lugar y no pudieron creer a sus ojos con lo que encontraron.
-Ya era hora,-Tim estaba sentado en un contenedor lleno de piedras verdes, al lado de este, estaban cuatro hombres inconscientes maniatados, uno de ellos reconocible como el pinguino, el otro como Deadshot-por cierto Nightwing ¿que es esto?
-K-kriptonita tú... ¿ese es Deadshot?
-Si, no fue para tanto-Robin no tenía ganas de admitir que fue suerte de principiante. Nightwing sintió como la sangre volvía a correr por su cuerpo de la misma forma que volvía su alegría. Estaba tan dichoso que sentía que se largaría a llorar en cualquier momento. Corrió hasta donde estaba Robin y lo abrazó del estomago levantándolo de donde estaba sentado.
-¡Ese es mi hermanito!-Dick daba vueltas sosteniendo a Tim, ambos reían como niños pequeños-¿qué tienes en la pierna?-preguntó al ver el corte que le había hecho la bala.
-solo un rasguño, no es nada-respondió Robin sonriendo, porque el tampoco se lo creía. Todavía sentía que estaba en un sueño maravilloso, como los momento en los que espiaba a Batman y Robin con ayuda de Jason, y en los que revelaba las fotos que había tomado con su vieja cámara de rollo, todo era perfecto.
-¡Me siento tan orgulloso de ti en este momento!-Nightwing apretaba con fuerza a Robin y refregaba su cara contra la de su "hermanito"-No, siempre me siento orgulloso de ti-corrigió mirando a Tim a los ojos. Sonreía tanto que el niño pensó que se haría daño-eres el mejor Robin ¿verdad Batman?
Pero Batman no sonreía. Eso puso nuevamente de los nervios a Dick-él no se ve feliz-dijo Tim.
-Es Batman, nunca está feliz-contestó Nightwing.
-Tú-señaló a Tim-al auto-señaló el batmovil-ahora-Robin tragó seco pero siguió la orden. Dick lo soltó y siguió a Batman para sentarse junto a él. Nightwing los vio alejarse hasta salir de su campo de visión.
-¿Y ahora como vuelvo?
El silencio se prolongo por minutos, Batman no tenía la necesidad de pedirle a Oracle que cambiara los semáforos. Miraba a Tim Drake por el rabillo del ojo, la imagen se le hacia tan natural que era doloroso, no podía dejar de pensar en Jason.
-¿Por qué?-preguntó Batman, Tim se hizo el desentendido-¿Por que haces esto? después de lo que le paso a tu amigo-Tim esquivó la mirada del caballero de la noche aunque en un principio este nunca lo miro directamente-sabes mejor que nadie que puedes morir-se hizo un silencio prolongado. Llegaron a pasar por Gotham Academy.
-Déjame aquí-pidió Tim-sería sospechoso si me dejaras en la puerta de mi casa. El batmobil se detuvo, Robin abrió la puerta pero antes de poder salir fue tomado del antebrazo.
-Por favor, no vuelvas a usar ese traje-Tim lo entendía, no era la petición de Batman a un niño tonto que arriesgaba su vida. Era la petición de un padre que no quería revivir el momento en el que perdió a su hijo, realmente lo entendía, pero él tenía sus propios problemas.
-Lo siento, pero...-Tim titubeó, no quería decirlo de una forma tan grosera, Bruce Wayne ya había sufrido lo suficiente-esta es mi forma de no olvidar-Robin se dio la vuelta y dio un par de pasos hacia la escuela-sabes... Batman necesita un Robin. De esa forma no olvidará como ser Batman-si, sonaba ambiguo, una manera suave de decir que necesitaba a Robin para evitar que Batman dejara medio vivos a los criminales. Pero no tenía corazón (ni valor) para decirlo. La puerta del batmobil se cerró y lo escuchó alejarse.
Había sido una buena noche... en parte.
continuará.
