Hola a todos, aquí está mi tercera historia para OSR. Sucede después de la gran carrera de Oban. Para aquellos que no lo han notado o no han leído ninguna de mis otras historias, soy una partidaria del AikkaxEva, pero esta en particular tendrá un poco de JordanxEva
Por cierto, esto es sólo el prólogo; si quieren leer el resto de la historia, deben comentar.
Lean, diviértanse y COMENTEN!
Prólogo
Habían pasado tres años desde ese día…
Una chica ahora convertida en mujer, despierta. Parpadea un par de veces, tratando de adaptarse a la luz de la habitación, pero le es muy difícil.
-¿Señorita Wei?-pregunta una voz.
¿Wei? Ese no es un nombre, es un apellido. Y era suyo.
-¿Puede oírme, señorita Wei?- insiste la voz.
Pero no era sólo suyo. Wei era el apellido de su padre. Don Wei.
-¿Papá?- la mujer pregunta, moviendo sus ojos a todos lados de la habitación, buscándolo.
-Ve a llamar a su padre. Yo me encargaré de ella- dice otra voz.
Ella oye pasos a su alrededor, pero no puede ver nada. Está cegada por la luz. Su cabeza duele horriblemente, pero de repente el dolor se va. Siente sus ojos cerrándose sin su permiso. Un extraño dolor rodea su brazo derecho. ¿Dónde estaba?
Entonces lo oye, escucha la voz de su padre, gritando… ¿de felicidad? Quería verlo ¿por qué sus ojos no se abrían? Quería llamarlo ¿por qué su boca no se movía? No podía tocarlo; sus brazos no se movían.
-Papá- dice la mujer, mientras una solitaria lágrima cruza su mejilla.
...
-Es hora, mi príncipe, de que asumas tu lugar como rey de nuestro planeta-
-Lo haré, padre- dice un joven hombre, inclinándose profundamente.
Su oscuro cabello marrón, ahora largo, cae de sus hombros, cubriendo sus ojos; aunque no había lágrimas en ellos. Sus ojos azules miran una última vez a su padre y él sale de la recámara del rey.
Hacía 3 años, él había olvidado lo que era la tristeza; había olvidado lo que era llorar; lo que era extrañar a alguien. El príncipe Aikka había olvidado lo que eran los sentimientos.
...
-Ella debería tener 18 años ahora- dice el avatar tristemente- si hubiese sobrevivido a ese accidente.
-Maestro- dice una voz masculina desde una esquina de la vieja habitación.
-Dime, Cyr ¿qué sucede?-
-Maestro, un alma ha despertado- dice la extraña criatura-espíritu.
-¿Qué alma?- pregunta el avatar al tiempo que se levanta y mira el reflejo de su espejo.
Su cuerpo había crecido, sus músculos endureciéndose, su cabello alargándose; desde la última vez que la había visto; esa chica. Molly, Eva, el nombre no importaba. Lo triste era que él aún estaba enamorado de ella, y ella no estaba más en ese mundo.
-Un alma humana-
Eso es todo. Es bastante corto, considerando todo el texto que acostumbro escribir. Comenten por favor
