Al fin un AU. Espero les guste esta historia.
PD: Matu16, lo hice! :D
Aun podía recordar partes de la noche anterior, había bebido demasiado, pero entre sus recuerdos iba apareciendo la morena, debía ponerse de pie ahora, incluso si la resaca estuviese acabando con ella, no debía llegar tarde a su primer día de trabajo.
Entró en la ducha y las memorias comenzaban a fluir en su mente.
"Eres hermosa", le decía Emma acariciando su cabello. "Demasiado hermosa"
"Tú también lo eres", respondía entre sonrisas.
Salió y comenzó a prepararse el desayuno, su resaca iba desvaneciéndose poco a poco y conforme a la desaparición de esta, los recuerdos comenzaban a abundar aún más vivos.
Seguían bailando en la pista del bar, en ese entonces habían bebido poco, la noche apenas había comenzado, pero ellas ya habían conectado.
"¿Quieres tomar algo más?", preguntó
"No sé si debería, debo trabajar mañana", respondió Emma.
"Está bien, ¿Qué te traigo?", dijo la rubia al no poder negarse a la mirada que la morena le presentaba.
"Sorpréndeme", respondió separándose de Emma y bailando entre la multitud.
Emma sentía que iba a perder la cabeza, quería recordar más acerca de esa morena, claro que recordaba todo lo importante, pero quería para ella la historia completa. Tomó su chaqueta y sus llaves y salió a su auto para ir a trabajar.
Había terminado sus años de residencia al otro lado del país, ahora, la habían contratado como cirujana de pediatría en un hospital en Los Ángeles, era su momento de comenzar de nuevo, de dejar atrás su pasado y olvidar el daño que le habían causado. Esta vez no la dejaban a ella atrás, esta vez era ella la que iba adelante.
No quería tener que volver nunca a Nueva York, quería estar lejos de Neal, su exnovio. Le había hecho mucho daño.
Una mañana, luego de que Emma estuviera de turno toda la noche, al llegar a su casa, que compartía con Neal las veces que este se quedaba a dormir. Pudo escuchar desde la entrada que él no estaba solo. Había botellas por toda la casa y mientras más se acercaba a su habitación, mas ropa que no era de ella aparecía a la vista.
No tardó en mandarlo lejos, no quería saber más de él, así que cuando le fue ofrecido ese puesto, su respuesta fue un "SI" inmediato.
Por eso no dejaba de pensar en la morena de la noche anterior, habían pasado casi dos meses desde el problema con Neal, así que no creía que fuese posible sentirse así por alguien que acababa de conocer.
"Llévame contigo", le susurraba al oído.
"A donde quieras", respondió Emma rápidamente.
Salieron tomadas de la mano hacia el auto de Emma, ella abrió la puerta para que la morena se subiera y luego pasó al asiento de conductor y en menos de 10 minutos ya estaban en su nuevo apartamento.
"¿Quieres algo?"
"¿Puedo usar tu baño?", preguntó mirándola a los ojos, no sin antes besarla "No tardaré"
"Al fondo, a la derecha… Creo", dijo haciendo que la otra mujer se riera, así que trató de explicarse "Es que me acabo de mudar"
"Tranquila", la besó de nuevo, "Ya regreso"
"Okay…", suspiró la rubia mientras se sentaba sola en su nuevo sofá
Luego de manejar lo que creyó, fueron unos minutos nada más, Emma entró por primera vez en el Children's Hospital, era un buen lugar, moderno, espacioso, bástate bonito.
"Buenos días", dijo una mujer demasiado entusiasmada para el gusto de Emma, "Tú debes ser la Dra. Emma Swan, es un placer conocerla al fin"
"Gracias… yo…," Emma no tuvo tiempo, pues una a alarma alertó a la mujer de que debía irse.
"Oh! Como lo siento", dijo extendiendo su mano firmemente. "Mi nombre es Mary Margaret, también soy cirujana pediátrica, pero trabajo con el departamento de Ginecología y genética"
"Woah!... Eso es genial"
"Sin duda lo es, ¡ya verás!", la pequeña mujer era demasiado feliz, "los días siguientes te enseñaré mi laboratorio"
"Eso sería genial, gracias", Emma sonrió de vuelta, "Oye, ¿sabes a donde puedo ir por mi uniforme?"
"Claro!, sígueme"
Emma seguía a Mary Margaret por los pasillos tratando de aprender el camino, pero le era imposible, sin duda, el hospital era grande y tardaría más de varios días en aprenderlo.
Unas manos suaves recorrían su espalda, como dibujando senderos, haciendo que Emma se estremeciera al tacto.
"Tu piel se siente tan bien"
Emma no respondió, pero si la besó de nuevo. No quería dejar ir a esa mujer tan perfecta.
"¿Emma?", preguntó alguien entusiasmado, "Que bueno que estés aquí, pensé que tardarías unas semanas más"
"David!, hola"
David era un amigo de Emma durante todos sus años como interna, pero habían tomado caminos separados durante sus residencias, gracias a él, a Emma le habían ofrecido este puesto.
"Veo que ya conociste a mi esposa", David besó a Mary Margaret.
"La acabo de conocer", contestó sonriéndole a ambos, "ha sido muy amable conmigo"
"Lo siento, debo irme", interrumpió Mary Margaret, "olvide que tenía una cita a primera hora"
"Adiós, Gracias por todo", respondió Emma con sinceridad.
"No le preocupes, te ira muy bien", luego volteó hacia David, "Charming, enséñale nuestra sala de cirujanos"
Luego de que la pequeña mujer se hubo marchado, Emma miró a David y sin poder aguantar más, preguntó.
"¿Charming?", no pudo contener la risa, con la que perturbó el sueño de una mujer que estaba a punto de ser madre, "Lo siento"
"No es tan gracioso". Pero lo era, aun así, lo era. "Me llaman así porque les parezco encantador a todas las mujeres embarazadas, ya sabes, muchas no tienen a nadie, y siempre es bueno tener a alguien a tu lado. Acompañándote en ese duro proceso de cambio"
Bueno, ya no era tan gracioso. Pero si era muy amable de su parte, como todo lo que él hacía por las personas.
"Es un gran apodo, David", Emma tenia sinceridad en sus palabras, "Sin duda te sale"
"Me alegra que ya estés aquí Emma", David la abrazó. "No sé cómo pude dejarte sola. Lo siento demasiado"
"Hey, no pasa nada", dijo mirándolo a la cara, "Ya pasó, y sabes que jamás hubiera frenado tus sueños… Y jamás lo haré"
David y Emma entraron al salón para cirujanos. Era amplia, tenia bastante comida y espacios para dormir. El solo pensarlo hacia feliz a la rubia.
"¿Café?"
"Vale… Gracias"
Eran casi la 1am, Emma se despertó encontrándose en una cama vacía. ¿A dónde había ido la morena? Se puso de pie y la morena salió del baño.
"Hey"
"Hey…", respondió la morena sin animo
"¿Estas bien?"
"Si, solo estaba organizándome un poco, debo irme ahora"
Emma se puso de pie rápidamente. "No te vayas, por favor"
"Regina"
"¿Ah?", preguntó Emma desconcertada.
"Mi nombre… Regina", dijo de nuevo.
"Regina…" Emma continuó "¿Nos volveremos a ver?"
"No lo creo", respondió con seriedad, "Pero espero que sí"
"Hey! Regina, déjame te presento a la nueva compañera!", gritó David.
"¿Regina?", Emma volteó.
Los cafés que cada una estaba tomando cayeron al suelo, ninguna de las dos sabía que decir.
Antes de que David pudiera decir algo, Regina se acercó.
"Mucho gusto Dra.…", dijo extendiendo su mano.
"Swan… Emma Swan", Emma recibió el saludo.
