Fic basado en Tsubasa Chronicles:

Por última vez

POV Fye

Capítulo 1

Por DarkCryonic

No me juzgues blando porque me veo frágil. No. Detrás de mi sonrisa y de mi expresión calmada hay un corazón lleno de recuerdos; pulmones que ya no quieren seguir respirando y sangre que viaja en mis venas buscando el fin que no ha llegado.

Sabes, siempre he esperado por alguien que me rescate... y ya te lo dije una vez... pero me cansé de hacerlo, porque comprendí que a quien quiero nunca podré tener... no es así?...

Es mejor entregarme a la soledad que siempre está atenta para cobijar a los de almas tristes. Ella no me dejará solo, y escuchará paciente mis lamentaciones, las antiguas y las nuevas...

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--Fye!!... Quítate de ahí!!—Gritaron a mis espaldas.

-- Es mi turno de ayudar, Kurogane-san.—Dije sin voltear y avanzando con tranquilidad hacia el frente donde un mago tan poderoso como yo lo había sido en mi mundo, nos atacaba con todas sus fuerzas.

¿Cómo habíamos llegado a esta instancia? Como siempre, siguiendo el rastro de una de las plumas de la pequeña Sakura.

Fugazmente miré a mis compañeros. Syaoran corría junto a Sakura esquivando los rayos. Kurogane se mantenía metros detrás de mí parando los rayos con su espada, como el guerrero que es...

Prometí en el pasado no usar mi magia sin el tatuaje, pero ya estoy cansado de no ser de mayor ayuda y de seguir estando aquí... por lo menos que mi vida ayude a alguien más... es lo único que me queda...

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/Por favor sácame del pueblo del viento del otro lado del tiempo...

concédele el deseo a mi pura flor blanca /

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--Fye san..—Escuché la voz algo triste de Sakura-chan, pero ya no podía retroceder y tampoco quería hacerlo...

Levanté mis manos frente a mí, y mientras los rayos finos cortaban mis vestiduras, cerré mis ojos:

--Vengan a mi los dioses de mi mundo, que este humilde emisario invoca su ayuda... señor del fuego... eleva tu llama ...

Mi cuerpo estaba elevando su temperatura. Abrí mis ojos y pude notar el fuego envolviéndome, pero no quemándome; ya antes había usado la magia del fuego, pero nunca por defensa. Las llamas se concentraban en mis manos y en el suelo que pisaba. Pero además debía asegurarme de algo más...

-- ¡¡Barrera!!—Grité levantando mis brazos al cielo, formando un escudo protegiendo a los demás, y de paso evitando que se acercaran. Giré levemente y sonreí. – Adiós.—Dije sólo moviendo mis labios y avancé en medio del rojizo espectáculo hacia aquel que tanto mal nos estaba provocando.

-- ¡¡No temes morir, hechicero!!-- Gritó mientras me acercaba. Mi traje blanco iba quemándose lentamente, pero la velocidad de mis pasos no variaba. Sentía una extraña atmósfera a mi alrededor. ¿Sería esto lo que llaman calma? Sonreí. Lo que causó una reacción extraña en mi contrincante.

-- Fye!!!!!—Gritaron a mis espaldas...

-- Invito al señor de fuego y del tiempo a compartir mi destino... pago con mi vida, esta victoria...—Murmuré mientras elevaba mis manos a mis lados y energías azules empezaban a brotar de ellas junto a las llamas, creando estelas a mi alrededor...

Mis ojos veían con nitidez, podía sentir que ya no era el mismo de siempre, algo más grande estaba dentro de mi cuerpo y era lo último que sentiría mientras aún tuviera un corazón latiendo dentro de mí.

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/Sostenme de la mano con tus gentiles dedos

y sácame de aquí,

guíame a tu tierra, así puedo estar contigo./

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-- Fye... baka!!—Gritó Kurogane con todas sus fuerzas, mientras veía al chico de ojos azules perderse entre las llamas.

-- Fye-san...—Murmuró Sakura parándose detrás de Syaoran.

-- Fye!! – Gritó Mokona tratando de soltarse de entre los brazos de la pequeña.

Syaoran se quedo quieto. Veía todo con una mala jugada del destino. El viaje en busca de las plumas de la princesa aún no terminaba y se negaba a continuar sin uno de sus amigos. Apretó la empuñadura de su espada, pero algo lo dejó quieto en su lugar.

El escudo formado al derredor de ellos, además de protegerlos, los imposibilitaba de moverse a voluntad.

"En verdad, Fye había pensado bien las cosas."—Pensó Kurogane al notar que no podía seguir al chico de ojos azules.

-- Oye pelota...—llamó Kurogane a Mokona.

-- Kurorin...—Murmuró esta aún con lágrimas en los ojos.

-- ¿Puedes hacer algo para liberarme del campo?—Preguntó sin mirarla.

-- No... la fuerza de Fye es muy poderosa...—Murmuró Mokona mientras bajaba la vista.

-- Maldición...—Murmuró mientras trataba de mover su espada con todas sus fuerzas.—Tendré que hacerlo yo mismo...—Dijo mientras sus brazos luchaban por moverse. No quitaba la vista de la espalda del rubio, que cada vez se alejaba más de ellos. Se alejaba más... tenía que hacer algo para detenerlo...

Una especie de energía empezó a luchar contra la barrera. Del cuerpo de Kurogane pequeñas llamas rojas y amarillas empezaron a cortar el aire a su alrededor liberándolo poco a poco, mientras trataba de moverse.

Fye sintió la ruptura de la barrera, pero no volteó. Ya no podía preocuparse de nada más que del ser frente a él.

--¿No temes morir?—Preguntó por segunda vez el hechicero.

--Ya estoy muerto.—Afirmó Fye dirigiendo parte de su poder contra el enemigo, que paró el rayo azul rojizo con su báculo, desviándolo hacia otro lado.

--Y si estás muerto, ¿por qué luchas?—Preguntó nuevamente, sin quitar sus ojos del rubio.

-- Porque es mi regalo.—Dijo el rubio sin dejar de mirar a su contrincante. Su rostro no sonreía, pero demostraba una tranquilidad difícil de entender para cualquiera que lo hubiera visto en ese momento. Ojos que no siempre se mostraban tan libres de mascaras...

-- Así que es por ellos. Veo que eres poderoso... si te unes a mí podríamos ser dueños del universo!!—Dijo el hechicero tentando al rubio.

-- No me interesa el universo.—Contestó Fye con frialdad.—Muere.—Dijo mientras levantaba su mano derecha de la cual brotó un rayo rojo que atravesó el pecho del hombre frente a él. Los ojos de este último se abrieron grandemente como no creyendo lo que sucedía.

-- No... es... posi... ble...—Dijeron sus labios antes de caer de rodillas. Al instante el lugar empezó a temblar con fuerza.

-- Así que era tu magia la que sostenía este lugar.—Murmuró Fye al ver que la tierra empezaba a resquebrajarse en diferentes direcciones.

La pluma que estaba dentro del mago se separó de su cuerpo y se elevó frente a Fye.

-- Ve con tu dueña.—Le dijo, y la pluma salió volando hacia sus amigos, pero el rubio evitó mirar hacia ellos.

-- Todo... este lugar... se irá con...migo...—Murmuró el mago agonizante.

-- Pues sólo nos iremos nosotros dos con él.—Dijo el rubio elevando sus manos al aire.—Concédanme un tiempo más, señores del tiempo y del fuego... sólo hasta que ellos se vayan de aquí...—Murmuró el final.

Una luz celeste creo una cúpula sobre el lugar en que se encontraban sus amigos, quedando fuera de ella Fye y el mago agónico. La pluma se unió a Sakura y ésta cayó dormida en los brazos de Syaoran.

-- ¡¡Maldito mago loco!! ¿qué diablos haces?—Grito Kurogane que no había alcanzado a acercársele más, ya que la cúpula se lo impedía.

Fye no volteó.

-- Ya se pueden ir.—Dijo el rubio.

--Fye san.—Dijo Mokona que se había acercado al ninja. De la barrera al rubio sólo habían eternos 10 metros.

--Yo me quedo aquí...-- Las llamas seguían envolviendo el lugar en que estaba Fye, y éste último seguía dándoles la espalda.

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Continuará

Saludos cordiales,

DarkCryonic

"Pudiera ser fácil dejar que las cosas pasen y decidir cerrar los ojos.

Pudiera ser... pero no lo es. Nunca lo es."