Siempre todo sale mal. Aunque sea el plan más perfecto del mundo, al final sale mal…es como un circulo vicioso que nunca termina… primero te va mal, después las cosas te empiezan a ir bien, tan bien que por un momento eres completamente feliz…pero eso no dura mucho porque siempre ocurre algo que lo chafa todo.
Cuando me mudé a Forks me iba mal: era la típica chica del montón, que no se comía una rosca, demasiado madura para su edad y nadie me hacía caso. Cuando llegué a Forks, me enamoré de Edward y cuál fue mi sorpresa al ver que el me correspondía, entonces me iba bien y durante unos meses fue la chica más feliz de la tierra… pero de buenas a primeras el me abandonó y todo fue mal de nuevo… aunque mal es una palabra que se queda corta…
Después fue Jake. Cuando fui a que me arreglara las motos estaba destrozada, al cabo del tiempo de conocernos más a fondo me iba bien. Tenía a alguien con quien reducir el agujero que tenía en mi pecho y que disipara las sombras que tenía a mi alrededor. Al cabo de un tiempo volví a ser feliz de nuevo cuando Jake y yo empezamos a salir de novios… pero año y medio después él se imprimo y…simplemente me hundí.
Después de eso ya no podía seguir en Forks… demasiadas experiencias traumáticas… así que me fui a Jacksonville, a un apartamento de mala muerte cerca de la casa de mi madre. Creo que esa decisión fue la que cambio mi vida. El círculo volvió a empezar y ahora me encuentro al final otra vez, pero ahora no sé como continuar. Me toco el bulto que tengo en el estomago y me pregunto que va a ser de mí… esta vez no puedo hacer las cosas sola y si él no vuelve…habrá que tomar medidas estremas.
