Buenos días, buenas tardes, buenas noches (No sé que hora será en su país, en el mio al menos es de noche jeje).
Estoy aquí, con una nueva loca idea para ustedes. Tengo escrito este primer capí hace algunos días (si es que no semanas), pero no me había animado a subirlo, hasta ahora :D
Haber si puedo explicarles un poco de que trata todo esto... Ehm... (es que no quiero adelantarles nada). Les diré que todo estará ambientado dentro del mundo de las Winx y lo que vimos en la serie (me refiero al mundo mágico y todo eso). Sin embargo, habrán algunos cambios y un par de cosas distintas, como se podrán ir dando cuenta desde este mismísimo primer capítulo. Les pido, paciencia e imaginación. Paciencia, porque tal vez la historia parezca un poco lenta y extraña al principio, aunque trataré de que no sea así (para ser sincera, tengo muchas ideas en mente y nada planeado, así que puede ser que se me ocurran muchas ideas que agregar, o tal vez ninguna, no lo sé). E imaginación, porque es lo que hace falta para leer cualquier historia ¿No? Y para que no se estén extrañando, sorprendiendo o confundiendo con algunos detalles conocidos de la serie, que en esta historia estarán un poco cambiados.
En fin (ya les di la lata), espero que la idea les parezca interesante y que me den sus opiniones. La historia tendrá de todo lo que nos encanta (amor, drama, lágrimas, sonrisas, entretenimiento, etc.)
El Club Winx no me pertenece, es obra de Iginio Straffi y de Rainbow. Yo simplemente juego con estos maravillosos personajes.
El día estaba nublado, bastante deprimente a decir verdad. Por las muchas nubes que había en el cielo, de vez en cuando el sol lograba asomarse e iluminar débilmente con sus rayos por un par de segundos, minutos si es que había suerte, para luego ser nuevamente devorado por las nubes.
Aún no comenzaba el invierno, no del todo. Sin embargo, los árboles ya se estaban quedando sin hojas y un suave viento frío se hacía sentir.
Claro que, dentro de la mejor escuela para hadas de Magix, el clima no era un tema que tuviera alguna relevancia. La escuela estaba hechizada, para que dentro de ella no se sintiera una gota de frío, y tampoco de calor. La temperatura estaba siempre a la justa medida.
El día anterior, todas las hadas habían tenido su primer día de clases. El comienzo de un nuevo año. Algunas, se habían mostrado emocionadas, felices por volver y ver a sus compañeras. Mientras que otras solo maldecían que las vacaciones se hubieran acabado tan pronto.
A pesar de ser el primer día, y al contrario de lo que sucedía cada año, no habían tenido ningún recibimiento o bienvenida de parte de la escuela y la directora. Si bien, las clases no habían comenzado aún, habían recibido instrucciones de que el primer día lo ocuparían en reinstalarse en la escuela y reencontrarse con sus compañeras. Al otro día, a la hora del desayuno, todas deberían reunirse en el gran comedor.
Las Winx, como ellas mismas se habían apodado, se habían encontrado en la misma habitación que les había tocado el año anterior. Habían ordenado sus cosas, cada una en la habitación que le correspondía, y luego se habían reunido en la habitación central para charlar acerca de sus vacaciones.
-Me he comprado una guitarra –dijo Musa sonriendo emocionada- la he visto cuando fui de compras con mi padre y no he podido resistir comprarla. ¡Me he enamorado!
-Deberías intentar enamorarte de alguien con vida –dijo Stella.
Musa la fulminó con la mirada.
-Ya se las enseñaré –dijo, ignorado a su amiga- aún no he tocado ninguna canción con ella. Es algo, especial.
-¿Especial? –preguntó Tecna.
-Sí. Mi padre me ha dicho que ni él sabe como tocarla correctamente.
-¿Qué tiene de especial? –preguntó Layla.
-Tiene solo tres cuerdas.
-¿Tres cuerdas? –preguntó Stella- ¿Eso es posible?
-Lo sé, es increíble. Debo aprender a tocarla pronto, o mi compra habrá sido en vano.
-Creo que he visto algo sobre esas guitarras –dijo Flora de manera pensativa.
A Musa le brillaron los ojos.
-¡En la biblioteca! –dijo Flora, recordando- seguramente ahí encontrarás algún manual que te ayude.
-Me pasaré el resto del año metida en esa biblioteca.
Flora sonrió.
-Espero que no nos arrastres a todas contigo –dijo Bloom sonriendo.
-No, no podría exponerlas a esa tortura.
Todas rieron.
-Por cierto, no han notado mi nuevo anillo –dijo Stella, estirando su mano para que todas pudieran ver el anillo que llevaba en su mano izquiera.
El anillo era pequeño, no en demasía, pero si lo suficiente como para pasar desapercibido. Sin embargo, lo que seguramente no pasaba desapercibido, era el hermoso y brillante diamante blanco que tenía justo en el medio.
-Oh Stella, es muy lindo –dijo Flora con ternura.
-Quiero uno de esos –dijo Layla, observando hiptonizada el anillo.
-Debe valer una fortuna –dijo Tecna analizándolo- si, por como brilla, debe ser un diamante real.
-¡Claro que es real! –dijo Stella ofendida.
-Solo quería comprobar –se defendió Tecna- hay mucho anillos que se hacen con diamantes falsos, que no lo parecen claro.
-Soy la princesa de Solaria, Tecna, ¿Cómo podría utilizar un anillo con un diamante falso?
-¿Quién te lo ha regalado? –preguntó Musa- ¿una propuesta de matrimonio quizás?
-Elimina ese pensamiento –dijo Stella horrorizada- ¿Qué no ves lo joven que estoy como para casarme?
Todas rieron.
-Solo preguntaba.
-Ah sido un pretendiente.
-Quiero un pretendiente de esos –dijo Layla.
Stella sonrió.
-Me ha jurado amor eterno, apoyo y lealtad, y me lo ha regalado como muestra de su afecto –explicó.
-¿Y que les has dicho? –preguntó Flora.
-Que iba a pensarlo.
-¿A pensarlo? –dijo Bloom sorprendida- no puedo creerlo.
-Es Stella, ¿Qué esperabas? –dijo Layla.
-¿Qué querían que hiciera? Ni siquiera lo conozco lo suficiente.
-¡Me hubiera casado con él! –dijo Layla- en el minuto en que sacará un anillo asi de su bolsillo. Hasta yo misma le habría propuesto matrimonio.
-¡Y de vuelta con el matrimonio! ¿Es que no lo entienden? –dijo Stella- bueno, también me han regalado algunas entradas para el último torneo de domadores de dragones.
-¿Domadores de dragones? –preguntó Bloom curiosa.
-He oído hablar de eso –dijo Tecna- se realiza cada cierto tiempo. Es un torneo en donde se enfrentan solo los mejores especialistas. Comienzan intentando montar sobre dragones inofensivos, y terminan con lo más feroces de todos. Solo unos pocos llegan a la etapa final.
-¿Qué pasa con los demás? –preguntó Flora.
-No quieres saberlo… -dijo Tecna con tristeza- el ganador, se lleva la copa a su escuela, y la gloria de haber ganado, por supuesto. También gana una suma importante de dinero.
-Sinceramente, creo que lo mejor que puede ganar es seguir vivo –dijo Musa.
-No había oído hablar de él –dijo Bloom- ¿Y como ha sido?
-Genial –dijo Stella- es que no pueden imaginarse la cantidad de chicos guapos que hay en esos torneos. Lástima que Fontana roja quede tan lejos.
-Queda en otro planeta –dijo Tecna, al ver la cara de interrogación de Bloom- es una escuela para especialistas. Los torneos se realizan ahí, por ser la más grande escuela de especialistas de todas.
-De todas formas, creo que Bloom se refería al torneo, no a los chicos –dijo Layla.
Stella suspiró.
-Estuvo bien –dijo- aunque admito que es bastante terrorífico ver como intentan domar a los dragones y no lo logran.
-Las dragones son seres inofensivos –dijo Flora- los especialistas solo los maltratan, es por eso que se comportan de una manera tan… salvaje. Los salvajes son ellos y su crueldad.
-Me parece mounstroso lo que les hacen –dijo Musa cruzándose de brazos.
-Ha ganado Riven –dijo Stella.
-¿Nuevamente? –preguntó Tecna.
-Lleva dos años consecutivos ganando, tres con esté –dijo Layla.
-Es el campeón más joven, tricampeón, claro –dijo Stella- por cierto, ha salido en el Hadiario de esta semana.
-¿Cuándo no lo hace? –preguntó Musa- es tan famoso que cada semana el Hadiario tiene algo que decir de él, aunque sea pequeño y sin importancia. Creo que tiene el diario comprado.
-¿Cómo podría hacer eso? –preguntó Flora.
-No lo sé, simplemente lo pienso –dijo Musa- es que por todo lo nombran. Recuerdo que una vez, leí que Riven había faltado un día a un entrenamiento porque le dolía la cabeza.
-Vaya, eso sí que es ridículo –dijo Layla.
-Pues esta semana ha sido algo mucho más interesante –dijo Stella- ha roto con su última novia.
-Eso si es una noticia –dijo Musa- ¿Qué ha sucedido?
Bloom tomó el Hadiario que estaba sobre la mesa central para poder leerlo.
-Ella lo ha engañado –dijo Stella- ya me he leído el artículo completo.
-Vaya, parece que eres una gran admiradora –se burló Layla.
-Solo me gusta estar al tanto de todo lo que sucede en el mundo del espectáculo –se defendió Stella.
-¿Lo ha dejado por su primo? –preguntó Bloom atónita al leer el artículo.
-No puede ser –dijo Flora, acercándose a Bloom para leer- ¿pero qué clase de chica es?
-De las peores, está claro –dijo Layla.
-Lástima, hacían una linda pareja –dijo Bloom, observando la foto que salía en el Hadiario de Riven con su ex novia.
-¿Lástima? Al contrario, al menos se ha librado de ella.
-Creo que Musa es su fanática número uno-dijo Stella burlándose.
-No seas tonta –dijo Musa.
-Hay que admitir que es guapo –dijo Flora.
-Si, lo es –dijo Stella- sin mencionar lo famoso y millonario que es.
-Stella –dijo Layla rodando los ojos.
-¿Qué tan millonario puede ser? Apenas es un estudiante.
-Recibe millones por cada torneo que gana –dijo Tecna- y por cada entrevista que da, aunque tengo entendido que mucho de su dinero lo dona a fundaciones de caridad.
-Vaya, y tiene buenas intenciones –dijo Flora.
-Y ahora está soltero –dijo Musa- ¡Es el hombre perfecto!
Todas rieron.
-Creo que alguna de nosotras debería conocerlo –dijo Stella- quizás sea su otra mitad.
-Claro, primero tenemos que intentar viajar hasta su escuela –dijo Tecna.
-¿Qué tan lejos queda? –preguntó Musa.
-Creo que son un par de días de viaje –dijo Tecna.
-Bueno, ahí se va nuestra oportunidad de conocerlo –dijo Flora.
-A él y a sus amigos –dijo Stella- recuérdenlo, si algún día lo conocen, deben presentarme al más guapo de sus amigos.
-Lo haremos –dijo Bloom- y ahora deberíamos ir a dormir, es tarde.
-Y mañana la directora Faragonda nos espera al desayuno.
-Lo había olvidado –dijo Layla- ¿Qué creen que quiera decirnos?
-Darnos la bienvenida, como todos los años.
-No lo sé, creo que ha sido demasiada la preparación –dijo Flora- por lo general, solo da un discurso en el patio y ya está.
-Puede que ahora le haya dado mucho frío dar un discurso en el patio –dijo Tecna- dentro de la escuela se está mejor.
-Como sea, a dormir –dijo Bloom.
Todas hicieron caso a Bloom.
Rápidamente estaban todas acostadas en sus respectivas camas. En silencio, a oscuras y con los ojos ya cerrándose suavemente.
