1 La niñez de Draco Malfoy
El pequeño Draco estaba confuso, no sabía lo que pasaba. Hacía tiempo que no veía a su madre, y su padre andaba de acá para allá, y en la gran casa todos estaban muy nerviosos.
Era una mañana lluviosa y oscura. Su madre había llegado de madrugada con una manta en brazos a la que mecía mucho y se la enseñaba a las muchachas. Draco observaba desde la puerta de su habitación. Todos entraban y salían del cuarto nuevo, donde no se había atrevido a entrar. Se volvió a la cama, pero no pudo dormir, en toda la casa se oía un llanto y a una mujer cantando.
Sobre media mañana, Draco se dispuso a desayunar. Bajó lentamente por la gran escalera que daba al vestíbulo. Lo cruzó y se dirigió a la cocina. Cuando entró en la cocina, no se lo creía, no había nadie, ni siquiera junto la gran olla que estaba cociendo. Durante días lo habían tratado como cualquier cosa, algo que nunca había pasado. El era el consentido de la casa, el mayor tesoro, algo único. Tristemente decidió irse a jugar con sus escobas y cuando estaba en el centro de la gran escalera, volvió a oír ese llanto. Fue corriendo hasta delante de la habitación nueva. Cuando se dispuso a entrar, por poco le derriban dos niñeras que tenían mucha prisa. "¡No me han visto! ¿Qué pasa?", se dijo Draco para sí. Entró y se encontró un bebé en una cuna. Ahora lo entendía todo, ese niño era el que le había quitado todo: a sus padres, la habitación nueva, el cariño, etc.... . Miró a un lado de la habitación y estaba lleno de ropa y de juguetes nuevos. Se echó a llorar, no entendía cómo ese bebé le podía haber quitado todo. De repente se le formó una idea de venganza y odio. Abrió uno de los lados de la cuna, cogió al bebé en brazos como pudo, puesto que el bebé pesaba mucho, lo dejo en el suelo y se fue hacía la ventana, la abrió, volvió a cogerlo en brazos y lo dejó sobre el ancho alféizar, cerró la ventana y se marchó corriendo, porque oyó pisadas en la escalera. Cerró la puerta de su habitación y permaneció callado para poder escuchar. De repente un grito de terror azotó toda la casa. El niño había caído. Después de esto, se oyó un llanto de angustia, parecido al del bebé caído desde un segundo piso.
N/A: Ya se que es un poco duro, pero por favor dejar lo que os parece. Sólo tiene un capitulo
El pequeño Draco estaba confuso, no sabía lo que pasaba. Hacía tiempo que no veía a su madre, y su padre andaba de acá para allá, y en la gran casa todos estaban muy nerviosos.
Era una mañana lluviosa y oscura. Su madre había llegado de madrugada con una manta en brazos a la que mecía mucho y se la enseñaba a las muchachas. Draco observaba desde la puerta de su habitación. Todos entraban y salían del cuarto nuevo, donde no se había atrevido a entrar. Se volvió a la cama, pero no pudo dormir, en toda la casa se oía un llanto y a una mujer cantando.
Sobre media mañana, Draco se dispuso a desayunar. Bajó lentamente por la gran escalera que daba al vestíbulo. Lo cruzó y se dirigió a la cocina. Cuando entró en la cocina, no se lo creía, no había nadie, ni siquiera junto la gran olla que estaba cociendo. Durante días lo habían tratado como cualquier cosa, algo que nunca había pasado. El era el consentido de la casa, el mayor tesoro, algo único. Tristemente decidió irse a jugar con sus escobas y cuando estaba en el centro de la gran escalera, volvió a oír ese llanto. Fue corriendo hasta delante de la habitación nueva. Cuando se dispuso a entrar, por poco le derriban dos niñeras que tenían mucha prisa. "¡No me han visto! ¿Qué pasa?", se dijo Draco para sí. Entró y se encontró un bebé en una cuna. Ahora lo entendía todo, ese niño era el que le había quitado todo: a sus padres, la habitación nueva, el cariño, etc.... . Miró a un lado de la habitación y estaba lleno de ropa y de juguetes nuevos. Se echó a llorar, no entendía cómo ese bebé le podía haber quitado todo. De repente se le formó una idea de venganza y odio. Abrió uno de los lados de la cuna, cogió al bebé en brazos como pudo, puesto que el bebé pesaba mucho, lo dejo en el suelo y se fue hacía la ventana, la abrió, volvió a cogerlo en brazos y lo dejó sobre el ancho alféizar, cerró la ventana y se marchó corriendo, porque oyó pisadas en la escalera. Cerró la puerta de su habitación y permaneció callado para poder escuchar. De repente un grito de terror azotó toda la casa. El niño había caído. Después de esto, se oyó un llanto de angustia, parecido al del bebé caído desde un segundo piso.
N/A: Ya se que es un poco duro, pero por favor dejar lo que os parece. Sólo tiene un capitulo