Los personajes de esta historia no me pertenecen. Universo Alterno.
¿Cómo le puedo temer a algo que no conozco?
Por Rizel.
Capítulo I: ¡No puede ser!
Kagome Higurashi era una joven de unos 15 años, se había mudado hace poco a la gran ciudad de Tokio junto a su madre y su pequeño hermano Souta, venían recién llegando de Estados Unidos, se habían ido allá cuando Kagome tenía unos 8 años.
Esa mañana Kagome desde lo lejos sentía una voz que la llamaba, veía caras por todas partes, veía a su hermano en el suelo cubierto de sangre, su madre lloraba desesperada, escucha una voz que dice que su sangre no les sirve y luego ríen estruendosamente, Kagome no sabe donde ir, sabía que iban por ella, luego extrañamente aparece en una jaula la cual elevan, no logra escuchar lo que dicen, lo último que recuerda antes de ser despertada por su hermano es que alguien se cruza cuando le lanzan una lanza para matarla.
Souta: Hermana, levántate, se nos hace tarde para ir a la escuela.
Kagome: ¿Souta? -Kagome lo mira con los ojos llenos de lagrimas, de verdad ese sueño había sido tan real que por un momento pensó que nunca más en su vida volvería a ver a su hermano, entonces lo abraza fuertemente, como si su vida dependiera de eso-
Souta: ¿Te encuentras bien hermana? Recuerda que debemos irnos a clases o llegaremos tarde.
Kagome: -mirando la hora tranquilamente se da cuenta de que esta atrasadísima- ¡¿POR QUÉ NO ME DESPERTARON ANTES!
Souta: ¬¬ hace media hora que lo intento, en fin hermana, te dejo, te espero abajo en 10 minutos, no, mejor en 15 así tomas algo de desayuno o me voy sin ti.-Así el pequeño sale de la habitación de una Kagome completamente alterada tirando ropa para todos lados buscando su uniforme-.
Kagome bajo a toda prisa, se trago su desayuno y fue a alcanzar a su hermano, así por lo menos no llegaba tarde, su madre ya se había ido al trabajo, le dio mucha pena no haberla visto, le hubiese querido comentar su sueño, hace bastante tiempo que ya no lo tenía, no se explicaba porque ahora habían vuelto esas imágenes a su cabeza, pero debía reconocer que el final era diferente, cuando había tenido ese sueño por primera vez, a la edad de 7 años nadie la salvaba, ¿por qué ahora aparecía alguien?.
Kagome iba tan concentrada en sus pensamientos que no se percató que alguien delante de ella se había detenido, lo cual trajo como consecuencia un gran choqué, era un joven como de su edad, tenía su cabello largo y blanco, se encontraba de lado cuando Kagome cayó encima de él, y gracias a eso pudo ver sus ojos, eran de un color dorado hermoso, parecía que no era de por aquí, ya que nunca en su vida había visto a alguien como él ni en Japón ni en Estados Unidos.
Kagome: ¡AH! – Kagome se paró muy nerviosa por la comprometedora posición en la que habían quedado n/n-
Souta: ¿Hermana te encuentras bien?
Kagome: Sí, lo siento mucho, no me di cuenta. – En cuanto vio bien al muchacho la última imagen de su sueño se vino a su mente, pero esta paso a segundo plano cuando este la trato pésimo -
X: Feh! Que tonta, deberías estar más atenta – Mirando de pies a cabeza a Kagome – Pero que más se le puede pedir a una niñita como tu.
Kagome: ¡Oye! ¿Qué te pasa? ¿Tienes que ser tan antipático? Ya te pedí disculpas, además tú también tuviste la culpa por parar a tontas y a locas.
X: ¬¬ Claro, o sea además de tonta me quieres culpar de lo sucedido.
Souta: Hermana…
Kagome: -Parecía que estuviera a punto de estallar- ¡¿SE PUEDE SABER POR QUÉ ANDAS POR EL MUNDO TRATANDO MAL A LA GENTE! ¡SI TÚ NO HUBIESES PARADO NADA DE ESTO HABRÍA PASADO!
X: Feh! No tengo porque andar avisando cada vez que paro
Souta: Hermana…
Kagome: ¿Y se puede saber por qué paraste?
X: No tengo porque decirte.
Souta: Hermana…
Kagome: ¬¬ Ni siquiera me importaba.
Souta: ¡Hermana!
Kagome: ¡¿QUÉ!
Souta: Yo ya llegué a mi escuela, pero para la tuya queda un buen trecho, y faltan 5 minutos para entrar a clases. Y mucho gusto joven, perdone a mi hermana, es media atolondrada, soy Souta Higurashi y ella es mi hermana Kagome.
Inuyasha: Mucho gustó Souta, yo soy Inuyasha Kido.
Kagome analizando lo que le había dicho su hermano, porque debido a lo ofuscada que se encontraba no le había prestado mucha atención.
Kagome: ¡Cierto! ¡Llegaré tarde a clases!
Inuyasha: -Mirando su reloj- Feh! Llegaré tarde otra vez.
Y ambos salieron corriendo hacia la escuela, ambos se miraban extrañamente, ya que iban hacia la misma dirección, al rato llegaron los dos al mismo tiempo y se miraban con una cara de furia.
Kagome: ¿A caso me estas siguiendo?
Inuyasha: Claro, a ti te voy a estar siguiendo. Lo más probable es que sea al revés, ¿se puede saber qué demonios haces aquí?
Kagome: -Creyendo que el destino le estaba jugando una mala pasada, no podía ser que ese chico tan detestable también fuera en esa escuela, pero era bastante grande, así que no sería tan terrible, podría esquivarle y así no verlo nunca más- Pues parece que vamos en la misma escuela.
Inuyasha: Feh! Como sea.
Y así ambos entraron a la escuela. Kagome fue a dirección a presentar sus papeles para que la llevaran su respectiva sala.
Kagome: Buenos días, siento mucho mi atraso – Se dirigía al director muy apenada u.u –
(Se que Dr. Es para doctor, pero en este caso lo usaremos para Director o)
Dr. Hanzo: No se preocupe Señorita Higurashi, acompáñeme, la llevaré a su sala en seguida – Extrañamente Kagome cuando vio al Director sintió algo extraño, como si lo conociera de antes, y lo peor, no sabía si alegrarse o temerle -.
El Director la llevó hacia su sala, en cuanto llegarón tocaron la puerta, la abrió un muchacho ya conocido.
Ambos: ¡No puede ser!
Nota: Espero que les haya gustado…
Igual me costo un poco…
Si creen que hay que corregir algo o darme alguna idea, no duden en decírmelo…
AioZzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz.
