Desorientado

Todo era normal ese día de invierno. Ryoga y Ranma luchaban en plena calle por lo usual: Akane, hasta que cierta frase del chico de la pañoleta, despertó la nostalgia en Saotome. "Golpeas como mujer"- Dijo y desde ahí lo cambió todo.

- Y tú que sabes… apuesto a que jamás habrías soportado un día como mujer

- Claro que si, ser chica no es tan terrible como ser cerdo – respondió confiante

- No me digas… ¿te gustaría apostar? – dijo la pelirroja enseñándole un misterioso sobre

(Ranma-chan x Ryoga) (Ranma x Akane)

Capitulo 1: La idea

Ryoga y Ranma se miraban fijamente. A su alrededor, todo estaba destruido por la batalla anterior y no había indicios de que ambos decidieran terminar. Pero, hace algunos minutos que había una atmósfera diferente en el aire. Algo había cambiado…

- ¿De qué rayos estás hablando ahora Ranma? –

- Dime la verdad, si hubiera una manera de que te convirtieras en mujer, aunque solo fuera un día… ¿Lo harías? – preguntó la pelirroja en una postura defensiva. Nunca se sabía con Ryoga.

- ¿Y por qué querría hacer algo así? Arghhh Ranma Saotome ¿Estás burlándote de mí otra vez?! – Gritó furioso

- Lo sabía, eres un cobarde. Y así te atreves a burlarte de mí y de mi maldición… Esto es lo peor que me ha pasado, en cambio tú le sacas provecho a tu transformación AL DORMIR CON MI PROMETIDA!-

Ranma iba a darle un puñetazo directo en la cara a Ryoga pero extrañamente no se defendió, recibiendo el golpe seco en el rostro.

- Qué te sucede ahora ¿Por qué rayos no te defendiste? – preguntó curioso, pero el Hibiki estaba rodeado de un aire melancólico y triste-

"Es verdad… jamás sabré que es lo que siente Ranma. Yo he sido un descarado al engañar de esa forma a Akane, y además me he comportado como un mal amigo. Estoy consciente de lo celoso que se pone Ranma cuando Akane me sostiene en sus brazos aunque esté en esa forma maldita… Oh Ranma, que mal amigo he sido" –Pensó Ryoga y enseguida comenzó a llorar

- ¡Quieres decirme que diablos te sucede Ryoga! – Ranma comenzaba a exasperarse, nunca entendía porque ese colmilludo era tan sentimental.

- Si hubiera una forma lo haría – soltó Ryoga sin mas

- … Lo… ¿Lo dices en serio? – el ahora pelirrojo no daba crédito a lo que acababa de escuchar, pero el asombro pasó rápidamente a convertirse en una sonrisa perversa en su rostro – Pues… mira esto – dijo sacando algo de su bolsillo y dándoselo a Ryoga

- ¿Eh? ¿Qué es esto? – preguntó el Hibiki sosteniendo un pequeño sobre

- Es un polvo mágico para convertirse en chica por un día – respondió Ranma con esa sonrisa manipuladora que usaba cuando era una mujer.

- ¿Chica por un día? ¿De dónde lo sacaste?

- Me lo dio Shampoo, dijo que se lo diera a Akane para que supiera comportarse como una verdadera chica aunque solo fuera por un día

- Espero que no hayas tenido el descaro de dárselo… – soltó Ryoga empezando a enfadarse

- Se lo di como una broma, pero ya la conoces. Me arrojó al estanque de un solo golpe, es una tonta

- ¡No hables así de Akane oíste! – le gritó levantándolo de la camisa. Ranma no tocaba el suelo con los pies

- Tranquilo, era solo una broma… - Ranma se sacudió las ropas y se puso serio/a – Bien, ahora que sabes que existe una manera de saber lo que siento y que diste tu palabra, deberás probar el contenido de este sobre

- No soy alguien que da pie atrás en sus promesas Ranma Saotome, pero no haré esto en plena calle, además tú debes prometerme algo también…

- ¿Mmm? ¿Qué cosa?

- Prométeme que no le dirás nada de esto a Akane. No soportaría esa humillación… - Dijo Ryoga volviendo a su estado melancólico

- Lo prometo – respondió Ranma, comenzando a seguir a Ryoga.

Avanzaron un par de horas en busca de la tienda del Hibiki, pero como de costumbre, no recordaba donde estaba.

- Arghh estoy harto, vamos a las montañas y probemos el maldito sobre de una vez – le dijo Ranma y le tomó la mano para que no se perdiera.

Pasaron por el centro de la ciudad y la gente los observaba curiosa. "Ya viste, que lindos!" "Si, hacen una bella `pareja" "Ay quisiera un novio como él" "Que suerte tiene ese chico, esa pelirroja es hermosa"… Poco a poco ambos se sonrojaron y se detuvieron como si una nube negra estuviera sobre ellos.

- Ranma, por favor suelta mi mano…

- Claro – respondió el Saotome abochornado por lo sucedido-

- Camina, yo te seguiré – dijo Ryoga y ambos comenzaron a caminar otra vez. No se dirigieron la palabra hasta que llegaron finalmente al bosque. Ya estaba anocheciendo.

- Mira, ahí hay una cabaña abandonada – Era lo más hermoso que Ranma había visto ese día

- … - Ryoga no quiso decir nada

- Oye esta no es ¿tu mochila?

Ryoga afirmó con la cabeza. Ya sabía lo que iba a suceder…

- ¡!ME HICISTE VAGAR POR LA CIUDAD DURANTE HORAS PORQUE NO PUDISTE RECORDAR QUE ESTABAS DURMIENDO ES ESTA CABAÑA… ERES UN DESPISTAAAAAADOOOOOO! – Ranma tomó aire y dejó de golpear a Ryoga después de unos minutos… - Bueno ya no importa… al menos ahora podemos probar este sobre de una vez.

Ryoga calentó agua y se la echó a Ranma en la cabeza, quien recuperó su forma masculina al instante. Luego, puso más agua, que iba a servir para el sobre mágico.

Ambos se quedaron en silenció esperando el hervor y concentrados en la llama de la pequeña estufilla, hasta que finalmente el agua comenzó a hervir y salió un silbido de la tetera.

- Oye Ryoga, ¿estás seguro de esto?

- Ya te dije que yo no me acobardo. Además, si tú eres capaz de soportarlo yo no tendré ningún problema en aguantar un solo día. Es más, creo que será divertido librarme de P-chan aunque solo sea por veinticuatro horas…

- Si tú lo dices… - Dijo Ranma disolviendo el contenido del sobre en el agua caliente. Esperó unos segundos. Aún no se convencía de que Ryoga fuera capaz de hacer esto por él… - ¿Listo?

- Solo hazlo… - contestó Ryoga mientras recibía toda esa agua caliente de una sola vez

Ranma cerró los ojos y esperó-

Lejos de ahí la familia Tendo comenzaba a cenar…

- Tío Genma ¿has visto a Ranma? – preguntó con suavidad Kasumi

- La verdad es que no, pero esta tarde lo vi junto a Ryoga, de seguro deben estar entrenando yo no me preocuparía – dijo el mayor de los Saotome tan tranquilo como siempre

- Si creo que tienes razón, de todos modos le guardaré algo para que coma – continuó la mayor de los Tendo

- No se merece esa cena, de seguro debe estar comiendo muy bien con alguna de sus otras prometidas – soltó Akane furiosa

- Si estás tan celosa deberías ir a buscarlo no crees – dijo Nabiki tan aguda como siempre

- ¡Quien dice que estoy celosa!... Ese descarado… de seguro está con Shampoo – refunfuñó entre dientes poniéndose de pie

- Akane a dónde vas – preguntó Soun

- ¡Iré a dar un paseo! – gritó y salió echando humos

- Mi propia hija me grita – dijo el señor Tendo limpiándose las lágrimas

"Eso no es nada" – decía un cartel detrás de él

Ranma observaba a Ryoga desmayado y prácticamente muerto en suelo. Había caído de espalda con los ojos desorbitados y la lengua afuera, pero, aún respiraba. Al parecer ese sobre mágico no era sino una estafa o una broma de mal gusto de Shampoo.

- Creo que no funcionó… Vaya, ya es muy tarde. Será mejor que me quede aquí esta noche – se dijo Ranma a sí mismo-

"Aunque Akane me matará en la mañana" – pensó sonriendo de miedo.

No lo pensó más y se tendió junto a Ryoga que parecía estar en coma. Sin darse cuenta se durmió. Había caminado demasiado ese día. Jamás iba a entender como ese cerdo podía caminar tanto y seguir con energías…

A la mañana siguiente un delicioso aroma despertó a Ranma…

- Huele a pescado asado… muero de hambre – dijo medio dormido

- ¿Dormiste bien querido Ranma? – escuchó decir a una voz dulce y melodiosa… no se parecía a la voz de Shampoo, Ukyo, Kodachi, y mucho menos a la horrible voz de Akane. ¿Quién era esa mujer?

- ¿Quién eres? ¡MUESTRATE! – ordenó poniéndose en posición de ataque. Si algo le decía la experiencia es que las mujeres antes de amarlo deseaban asesinarle.

- ¿Ya no me reconoces Ranma? –

La dueña de la voz comenzó a salir desde las sombras. Lo primero que Ranma pudo verle eran los pies… llevaba los zapatos de Ryoga… además sus piernas llevaban las mismas ataduras que se hacía el chico de la pañoleta. Pero, al ir subiendo la vista, pudo darse cuenta de que lo que cubría sus piernas apenas llegaba hasta las rodillas de la chica, más arriba tenía la piel descubierta dejando ver generosamente sus muslos.

Definitivamente, estaba usando la camisa de Ryoga, pero le quedaba grande de los hombros… y mostraba el escote de forma pronunciada. Por último se atrevió a verle la cara. Esa sonrisa poseedora de dos colmillos no podía engañarle. Llevaba la misma pañoleta que Ryoga y además el cabello –aunque ahora en extremo largo- era el mismo que el del Hibiki. No había duda… la poción del sobre mágico había funcionado…

- Ry-Ryoga… ¿Eres… tú? – Aún no creía lo que veía. Tal vez Ryoga era un idiota, pero como chica era bastante bonito, o bonita, ya no estaba seguro

- ¿Quién más crees que soy pedazo de idiota? – le gruñó dándole un golpe seco en la cabeza

- ¡RYOGA! ¡SI ERES TÚ! – dijo Ranma saltando de alegría e intentando darle un abrazo.

- No te me acerques pedazo de pervertido… - contestó el Hibiki volviendo a golpearle con brutalidad. Tal vez ahora era una chica, pero no había perdido nada de su fuerza-

- Si que eres tu… - continuó el pelinegro desde el piso… - Pero ¿por qué solo traes la mitad de tus pantalones? –

- Tuve que cortarlos porque se me caían a cada momento, ya estaba harto, además creo que así es más difícil reconocerme…

- Ya veo… -

Hubo un silencio incómodo entre ambos. Uno que gritaba "¿Y ahora qué?"

- Ya cumplí mi promesa, y como te dije antes, estar en el cuerpo de una mujer es mucho menos humillante que estar en el de un cerdo. Al menos así nadie intentará comerme… - dijo cruzándose de brazos

- Espera a que te vean los chicos y después hablaremos de eso…

- ¿Qué quieres decir? – preguntó confundido

- Se te arrojarán como moscas a la miel, estoy seguro de eso, además tu atuendo es muy provocativo, si que eres un degenerado Ryoga…

- Pro-vocativo… ¿? - En ese instante el chico de la pañoleta sonrió con perversión. Una idea brillante había surgido en medio de toda esta tempestad-

"Así que a Ranma le parezco atractivo en esta forma… ya verá, me vengaré por todas esas veces en que intentó seducirme como una chica y se burló de mí. Al fin entenderá el dolor que yo sentía y como me humilló… esta será mi venganza Ranma Saotome"

Akane estaba cerca de la montaña y un par de gritos la habían llevado cerca de una cabaña abandonada en medio del bosque.

Había pasado toda la noche buscando a Ranma, pero no lo había encontrado en ningún lugar. No estaba con Ukyo, ni con Kodachi, y para su sorpresa tampoco estaba con Shampoo. Tal vez había juzgado mal al pobre Ranma y este se encontraba en problemas.

Estaba realmente preocupada por él…

Justo en ese momento, escuchó una voz femenina que no le resultaba familiar. Se acercó sigilosamente a la cabaña y esperó para escuchar un poco más…

- Así que mi atuendo es provocativo… dime Ranma ¿te parezco bonita? – preguntó la voz

"Ranma" – pensó Akane sintiendo que su corazón latía con más fuerza – "Sabía que estaba con alguna mujerzuela… es un maldito descarado" –

A pesar de que su orgullo le decía que se marchara, la curiosidad la mantuvo apegada a la puerta. Realmente quería escuchar la respuesta del pelinegro…

"Dile que no Ranma… por favor dile que no"..

Adentro, el chico de la trenza de dio una mirada a la nueva figura de su amigo y rival. No podía evadir la realidad. El infeliz realmente era atractivo como mujer, incluso hasta un poco más que él…

- Pues, no voy a mentirte, tienes un cuerpo hermoso y tu rostro es angelical, sin contar con lo lindo que es tu cabello largo…. – dijo de una sola vez. Ryoga sonrió.

- Ya sabía que tú… - iba a seguir hablando pero algo interrumpió su frase.

- ¡ERES UN MALDITO RANMA! ¡QUE HACES AQUÍ CON ESTA MUJER! – gritó Akane quien derribó la puerta de una sola patada

- A-A-Akane no es lo que crees – decía Ranma tratando de justificarse. Solo rogaba que ella no hubiese escuchado lo que le dijo a Ryoga.

- Y TÚ NO TE QUEDES AHÍ PARADA, ERES UNA DESCARADA… COMO TE ATREVES A TRAER A UN HOMBRE A EL BOSQUE PARA ESTAR A SOLAS CON ÉL DEBERÍA DARTE VERGÚENZA… - Akane estaba realmente furiosa…

Ryoga no podía moverse, estaba petrificado como una piedra y su corazón se había roto en mil pedazos. Esta era la peor humillación que había sufrido frente a su amada Akane… no estaba seguro de si podría soportarlo…