Bueno aquí les traigo mi segundo fic, antes de empezar con la historia aclaro q Neji, Konohamaru y Udon son hermanos de Hinata y Hanabi
También quiero dejar bien claro, la historia no me pertenece le pertenece a Jo Beverly y los personajes le pertenecen a Masashi Kishimoto, solo los he tomado prestados para mis malvados planes
Magia Prohibida
Capitulo 1
Londres 1812
Hinata estuvo a punto de cortarse con el cuchillo de cocina al oír de repente golpazos en la puerta, era la noche de navidad y esperaba que los dejaran tranquilos durante las fiestas
Aquellos golpes desesperados echaban por tierra sus esperanzas
Su hermana pequeña se levanto con el rostro angustiado por el mismo temor, Hinata hizo un gesto con la mano para indicar a Hanabi que volviera a sentarse en la mesa de la cocina y siguiera vigilando a los mellizos mientras hacían ángeles navideños con recortes de papel
Tras limpiarse nerviosamente las manos en el delantal, agarro los dos gruesos chales que tenia al lado y se marcho por el frió pasillo hacia la entrada
Hubiera querido echar un vistazo por la ventana de la sala para ver quien era pero un estruendoso golpe, que hizo temblar la puerta y el grito de – abran el nombre de la ley – la impulsaron a descorrer el cerrojo y abrir
Hinata se quedo atónita al ver ante si, envuelto en la fría niebla, a sir Orochimaru, el casero y lo peor es que venia acompañado del alguacil Kakashi
La noche de navidad no, por favor – suplico Hinata para sus adentros, sir Orochimaru siempre había sido muy amable con ellos, era un viejo amigo de sus padres seguro que no les echaría a la calle en fecha tan señalada
Era obvio que aquella persona no necesitaba la renta con apuro pues llevaba un pesado abrigo, de la mejor calidad, lo mismo que la bufanda, los guantes de cuero y el pretencioso sombrero de piel de castor que le cubría la cabeza
Por fin, Hinata – dijo con expresión en el rostro – déjanos pasar por favor
La ojiperla trago saliva, no pudo mas que echarse para atrás e indicarles con un gesto que entraran – ¿quería usted algo sir Orochimaru?
Cuando ella cerró la puerta, aquel hombre respondió – mi querida niña, supongo que no habrá olvidado que hace tres meses que no cobro el alquiler
Pero usted dijo que no nos preocupáramos – la peliazul vio su aliento como humo en el aire y, al tiempo que se estremecía de escalofríos
Si sir Orochimaru hubiera venido solo le, habría invitado a entrar en la cocina, única estancia de la casa con chimenea pero no estaba dispuesta a invitar al lector de "icha icha" y flojo del alguacil a la habitación mas intima de su hogar
Mi querida Hinata, debe entender que lo único que yo pretendía era darles un poco de tiempo después de la dura muerte de sus padres, tiempo para recuperarse, para arreglar las cosas – se encogió de hombros – pero no puedo esperar ahora y menos con la llegada del invierno
La ojiperla miro su alrededor como si la ayuda fueran a aparecer de repente en forma de ángel, pero sabia que nada podría ayudarle – lo entiendo muy bien, ha sido muy considerado, pero si pudiera darnos mas de tiempo… estamos en navidad
Bueno, bueno señorita Hyuuga – interrumpió el alguacil – sir Orochimaru ha sido muy bueno con ustedes, mas que bueno diría yo – el benefactor levanto la mano para acallar a su acompañante
Podría esperar un poco mas de tiempo, como dice la señorita Hyuuga estamos en navidad, pero no olvide que esta situación no puede durar eternamente – dijo sir Orochimaru
La peliazul lo sabía muy bien, llevaba meses esforzándose por mantener la esperanza, escribiendo cartas a sus parientes y luego a sus amigos, había recibido unas respuestas amables, incluso unos cuantos cheques de banco, pero nadie estaba dispuesto a tomar a su cargo a una familia de cinco miembros
Lo ultimo había sido recurrir a la caridad pero como se había esforzado también por guardar las apariencias, los centros de beneficencia no mostraban demasiado interés. Talvez si la familia Hyuuga en pleno acabara vagando en invierno por las gélidas calles y llevando sus ropas al hombro como único equipaje, "la sociedad de alivio de los huérfanos indígenas" terminaría por apiadarse de todos ellos
Pero cualquier organización caritativa decidiría separarlos, con veintiún años Hinata podría valerse por si misma, a Neji de diecisiete, lo mandarían al seminario, a Hanabi, Konohamaru y Udon terminarían en una institución aprendiendo un oficio. Hinata debería sentirse agradecida pero no era correcto ni tampoco era justo. Ellos eran hijos de un caballero
En cualquier caso no tenia sentido seguir ocultando lo desesperante de la situación, ya casi no les quedaba dinero, lo mejor que habían conseguido en aquella noche era un conejo, y no tardaría el día en que ya no tuvieran nada de dinero
La joven bajo la mirada y dijo lamentándose – no se a donde recurrir
Pobre niña – ante tono benévolo de sir Orochimaru, la ojiperla levanto los ojos, de nuevo esperanzada, pero algo en la mirada del hombre la impulsaba a marcharse a escapar
Recordaba ahora que, la actitud de aquel hombre era otra y había pasado a comportarse como un taimado pretendiente, aquello lo hacia sentirse incomoda en ese momento la miraba de forma extraña ¿quería todavía casarse con ella?, se le pusieron los pelos de punta, se le venia a la mente la manera en que le había tocado la espalda, también se acordó de las veces que se había sentido avergonzada por las cosas que el de decía, sin embargo si ahora le proponía matrimonio no tendría mas remedio que aceptarlo
Alguacil – decía en aquel momento sir Orochimaru – creo que podremos dispersarle por hoy, me sentare un rato a charlar con la señorita Hyuuga, a ver si encontramos una forma de solucionar sus problemas
Es usted muy bueno, señor, demasiado diría yo – el alguacil se quedo mirando la Hinata con severidad – preste mucha atención a sir Orochimaru, señorita, sepa usted que los pobres no eligen
Hinata se mordió la lengua ¿acaso era culpa suya que no tuvieran el suficiente dinero para pagar?, aun así se obligo a sonreír y a dar gracias al alguacil, no había nada que agradecerle, pero era evidente que le complacía ser valorado
Sola ya con el casero, Hinata opto por llevarlo a la sala, gélida y desabitada
Si estaba dispuesto a proponerle matrimonio, parecía un lugar apropiado y si pretendía fijar una fecha para la sentencia, era mejor que no se enteraran sus hermanos aquella misma noche
La ojiperla vio como el casero lanzaba una mirada de asombro a la chimenea vacía, se estremeció, estuvo a unto de sonreír pero no lo hizo, lo condujo hasta una silla y lo sentó tan lejos como le pareció razonable dada la situación – si se le ocurre alguna forma de ayudar, le quedare muy agradecida – al menos eso serviría para iniciar una conversación
El tomo asiento – siempre hay formas querida ¿no ha tenido noticia de sus parientes?
El único hermano de mi padre es misionero en oriente – le dijo la peliazul
¿Y la familia de su madre? En vida nunca hablo de ellos
Por lo que yo se, no tenían demasiada relación, he encontrado una dirección de una hermana y le escribí pero no he obtenido respuesta
Que pena, una familia dividida ¿sabe usted la causa?
No, sir Orochimaru – la ojiperla deseaba que el caballero se limitase a hacer preguntas, lo prefería así, por mucho que aquel hambre le produjera escalofríos
El la miraba de arriba a abajo, quizás sopesándola. Apenas habían cruzado palabra desde el funeral de sus padres y antes, ella había estado trabajando de maestra talvez le decepcionara como había cambiado
Pero parecía… cauteloso, Hinata se sentía atrapada, como un ratón observada por una víbora
Entonces – dijo la joven alzando la voz – ¿se le ocurre a usted alguna forma de ayudarnos? Alguna manera en que sigamos unidos
El casero elevo las cejas – cuatro niños pequeños son una carga para cualquiera, pero se me ocurre una idea – el hombre se detuvo pensativo, Hinata sintió unas ganas de levantarse de un salto y salir corriendo
La compañía es algo importante – musito el – y yo vivo solo, como el que esta de pensión
La peliazul se esforzó en sonreír – si claro
A mí siempre me ha gustado mucho su familia; son tan alegres, tan cariñosos... yo mismo podría hacerme cargo de todos si se estableciera una relación más cercana – dijo sir Orochimaru
La joven sintió como se coloreaban sus mejillas y confió en que el lo tomara como un rubor de satisfacción mas que de angustia
¿Una relación? – dijo repitiendo las palabras de aquel hombre pues algo tenia que decir
Una relación intima y afectiva con una mujer joven y virginal – esta vez la ojiperla no supo que contestar y espero as palabras fatídicas, preparándose para decir que si y decirlo con agrado
El cruzo las piernas sorprendentemente cómodo – Yo podría, bueno… desearía ayudarles, darles cobijo, incluso encargarme de la educación de los más pequeños, si Hanabi se convirtiera en mi amante
El mundo se detuvo durante los segundos en que Hinata dejo de latirle el corazón acto seguido exclamo – ¡HANABI! – y un instante después añadió – ¡AMANTE!
El casero esbozo una sonrisa, y en ese instante la joven comprendió que aquel hombre le producía escalofríos
¿Se siente decepcionada, querida? Es cierto que, cuando era más joven, la encontraba algo atractiva, pero ahora tiene usted... ¿cuántos? ¿Veintidós años?
-Veintiuno
-Aun así
-pero es que Hanabi… solo tiene quince años
-Una edad maravillosa
Hinata se puso de pie, con un verdadero deseo de gritarle, echarle a empujones de la casa pero, apretando los puños refreno sus impulsos, comprendía a la perfección las intenciones de aquel hombre, si ella no daba consentimiento los dejaría a todos en la calle una oscura noche de frió, abocados a la mayoría de las pobrezas. Talvez incluso a la muerte
¿No debería pensarlo con calma? ¿No seria mejor para Hanabi si…?
No
La ojiperla necesitaba ganar tiempo, – un poco de tiempo – pensó, encontró una solución que le disgustaba casi tanto como a sir Orochimaru, lo miro de frente que acertada había estado al compararle con una víbora arrastrada y astuta, segura de tener atrapados a los ratones
-No puedo tomar semejante decisión de inmediato sir Orochimaru
-tampoco yo puedo esperar demasiado querida
-espere al menos a que pasen las navidades
¿Dos semanas? Demasiado me parece – se levanto con lentitud prolongando el momento – una semana, vendré por la respuesta en la noche vieja, si un día muy apropiado, ¿seria delicioso comenzar el año con Hanabi en mi… hogar pero, ya que he sido tan considerado me merezco algún detalle, llame a su hermana así podré deleitarme unos instantes con su belleza
Si ella hubiera podido negarse… pero no quedaba mas remedio que acceder – no le diga nada de… lo que me a dicho a mi
-estoy seguro que usted sabrá prepararla mucho mejor que yo
Hinata sintió un verdadero malestar físico, pero se sobrepuso abrió la puerta y llamo a su hermana
A los pocos momentos, Hanabi se apresuraba por el pasillo, con aquella encantadora figura suya, pese a ir envuelta en un chal hecho de una vieja manta gris, llevaba el pelo recogido hacia atrás con sencillez y un rostro sonriente
La peliazul deseo con todas sus fuerzas que su hermana hubiera estado sucia y desastrada pero eso era imposible en Hanabi. Aun estando en medio de la pobreza y absoluta sobriedad su aspecto era resplandeciente
Sir Orochimaru – dijo Hanabi con reverencia – muy buenos días y feliz navidad
O sir Orochimaru tenía un grado considerable de autocontrol. O era una repugnante víbora, según se mirase, sonrió exactamente como lo hubiera hecho un viejo amigo de la familia
-pues yo también deseo felices fiestas ¿Cómo va la tarea con los mellizos?
-pues muy trabajosa, seguro que en este momento están llenando la cocina de pegamento – la muchacha sonría al hablar
Era completamente imposible entregarla
El casero se acerco y tomo la mano de Hanabi para besarla con suavidad – su hermana y yo hemos estado hablando sobre las dificultades que esta atravesando su familia y creemos haber encontrado haber encontrado una manera de resolverla a gusto de todos
-¿De verdad? La pobre de Hinata a hecho cuanto a podido, pero se que no podemos seguir así, yo me estoy preparando para trabajar de fregona
Mi querida pequeña, esta mano esta tan deliciosa – dijo el, mientras se la acariciaba – puede encontrar mejor ocupación que fregar y limpiar y yo me encargare de ello – volvió a besarla – si no lo dude – todavía sonriendo, se saco una moneda del bolsillo y la deposito en la palma de la joven – cómprese algo bonito
Avanzo entonces hasta la puerta y se detuvo para mirar atrás por ultima vez – una semana Hinata – tras aquella advertencia se marcho
¿Una semana? – pregunto Hanabi
La peliazul estaba temblando y deseaba con todas sus fuerzas que su hermana no se diera cuenta
Hanabi no lo sabría jamás – pensó y luego dijo – si, cree que para entonces habrá encontrado alguna solución, con el año nuevo
Pues estaría bien que se le ocurriera algo, a mi es un hombre que nunca me ha gustado, pero talvez lo haya juzgado mal – se miro la mano y le entrego la moneda a Hinata a quien le hubiera gustado tirarla por la ventana
La peliazul observo como su hermana, quizás sin darse cuenta se restregaba la mano en un intento de limpiarse los besos ¡dios santo! ¿Qué podía hacer? De momento tenia que apartarse de su hermana, no fuera a notar algo raro
Sonó entonces un grito y el estruendo de algo roto lo que vino a ayudarla en su propósito
¡OH, no! ¡Esos monstruos! – exclamo Hanabi, al tiempo que se apresuraba hacia la cocina
Hinata se quedo sentada, con la sucia moneda en la mano. Entre todas las ideas nefastas que se le habían ocurrido sobre lo que les depararía el destino, aquella no se la había pasado por la imaginación
Si se hubiera tratado de ella, si hubiera querido tomarla a ella como amante, no como esposa, habría aceptado por el bien de los demás, pero Hanabi no, jamás
Solo quedaba una solución, justo la que había estado evitando todos aquellos meses, la piedra de los deseos
Se metió la moneda en el bolsillo y se dirigió sigilosamente hacia la silenciosa habitación de sus padres ¡Cuánto los echaba de menos! Se sentía indignada por su falta de previsión ¿es que en todos sus años que vivieron juntos nunca pensaron en lo que les podía ocurrir a sus hijos si ellos morían?
Al parecer no
Paso la mano con suavidad por la gastada colcha verde, recordando lo mágica que la había parecido de pequeña
Se decidió a actuar. Se subió a una silla y en una de las polvorientas esquinas del dosel, descolgó una bolsa verde que apenas se distinguían del resto moviéndose con torpeza por lo pesado de la bolsa y porque aquello ya empezaba a irradiar su magia, bajo despacio y se quedo un rato sentada en la silla, hasta que recupero el ánimo
Parecía oírse un zumbido o eso pensó la ojiperla, aunque daba la impresión de que nadie mas podía oírlo, talvez parecía mas una vibración
Fuera lo que fuera, lo aborrecía, puso rápidamente la bolsa sobre la cama para no tener que tocarla
Quizás fuera mejor esperar
¡NO! había que hacerlo ya
Actuando con resolución, aflojo los cordones de la bolsa y la inclino sobre la cama hasta que salio la tosca estatuilla de piedra
Ya habían pasado años desde la primera vez que la vio y todavía la atemorizaba, siete largos años, para ser exactos pues tenia catorce cuando su madre le enseño la sheelagh—ma—gig, le explico donde la guardaba, porque la escondía y los poderes que tenia la figurita de piedra
Aquella primera vez, supo que tenia el horrible don de utilizar la piedra de los deseos. No todas las mujeres de la familia lo tenían, su tía carecía de el y guardaba rencor a su madre por no haberle pedido a la piedra en su nombre riquezas y pretendientes acaudalados
Por lo visto, cuando Hiashi Hyuuga se enamoro de la madre de Hinata y se caso con ella la tía pensó que la había conseguido utilizando la piedra, esa fue la razón que se enfadaran, pero no era algo que hubiera podido explicarle a sir Orochimaru. ¿Cómo hablar con nadie de la sheelagh, magia pagana e indecorosa?
Era una antigua figurita de piedra que representaba a una mujer desnuda con una sonrisa burlona. Según lo contó su madre hubo una época en que las sheelagh—ma—gigs las colocaban en las paredes de las iglesias irlandesas, algo que a la ojiperla le costaba aceptar y que en absoluto hubiera creído de no ser porque su madre, mujer por lo general de carácter alegre le hablo muy sinceramente de aquella piedra de los deseos
En la mayoría de los sitios ya las habían quitado, porque la gente quería deshacerse de las influencias paganas o simplemente por decoro. En muchos lugares las habían roto pero había quien se las había quedado para su huso personal, la madre de Hinata no sabia si todas tenían los mismos poderes que la suya
Aquella sheelagh—ma—gig era una piedra de los deseos y podía satisfacer importantes peticiones de las mujeres de la familia que tuvieran el don de dominarla aunque había que pagar un precio siempre había un precio
Uno era la desagradable sensación en el proceso, un incomodo malestar que solía producir desvanecimiento, no obstante era una sensación pasajera y se podía soportar. El otro precio se debía a que era una piedra maliciosa que siempre concedía el deseo pero con una contrapartida negativa
La historia clásica era de la joven que deseaba ser hermosa, la piedra le concedía la belleza, y luego había que sufrir el rechazo de sus envidiosas amigas y se veía acosada por insistentes hombres y no volvía a gozar serenidad por el resto de su vida
Hinata estudiaba la piedra con atención, pensando que iba a pedirle y buscando la manera de evitar la contrapartida
¿Dinero?
Era lo que necesitaban pero podía venir de muchas maneras desagradables
¿Seguridad?
Cualquier asociación benéfica o incluso el asilo para indigentes podrían darles seguridad; hasta sir Orochimaru, aunque sólo fuera durante un tiempo.
Para que la piedra le concediera lo que necesitaban, ella debía formular el deseo con suma precisión
Un futuro para sus hermanos, eso era lo que quería. Un futuro de hijos de caballero para sus hermanos, sobre todo para Neji que a sus diecisiete años y con una mente tan privilegiada como la suya, podría estudiar en cualquier escuela
Pensó una y otra vez en como formular aquel deseo, cuando se sintió preparada respiro profundamente y se dispuso a poner las manos sobre la burlona estatuilla
El poder la invadió y una mueca de la mujer de piedra pareció convertirse en un grito de victoria – deseo – dijo con toda la firmeza que fue capaz - que en el plazo de una semana, todos nosotros dispongamos de los medios que merece nuestra posición, con honor y felicidad
Ahora no podía soltarla, por un instante estuvo a punto de huir. Después se dejo llevar se hundió en cuanto pudo en la salvaje energía de la piedra que la envolvió y le provoco temblores, sensación de fragilidad y un intenso mareo
Talvez el poder de piedra fuera proporcional a la magnitud del deseo y esta vez se trataba de un deseo muy grande. ¿Sería posible desear demasiado?
Aterrada, intentó soltarla ¿Y si no lograba despegarse nunca? ¿Y si se quedaba para siempre adherida a la piedra? ¡No podía soportarlo! ¡No podía!
Se fundió con aquel grito primario de la sheelagh
Mareada e incómoda, fue recuperándose poco a poco, pero no lograba apartar las manos de la piedra. El poder de la sheelagh iba cediendo, aunque con mucha lentitud, casi a su pesar, como si se resistiera a soltar a su víctima
¿Víctima?
¿Por qué pensar de ese modo sí la piedra era su única salida? Cuando el poder se hubo desvanecido, en lugar de apartar las manos, Hinata sujetó con fuerza la estatuilla y le dijo – gracias – antes de despegarse de ella y meterla de nuevo en la bolsa
Necesitaba unos minutos para recobrarse por completo, la guardó y volvió a colgar la bolsa en la esquina secreta
A partir de ahora, sólo quedaba esperar, pasaría algo, estaba segura. En el plazo de una semana, su deseo se haría realidad, sólo el tiempo revelaría a qué precio
Hasta aquí
Uff! Creí q nunca lo terminaría, espero q les guste, como pueden ver los capítulos aquí serán largos en comparación con mi otro fic (eso no significa q valla hacer los cap mas largos en mi otro fic) por lo tanto no se cuanto tiempo me tomara actualizar
Espero sus reviews y pueden venir dudas recomendaciones etc, etc…
Bye ^^
