Hola, hoy me ha dado por comenzar una pequeña historia, espero les guste y así yo me anime de seguir, no creo ser tan buena escribiendo, pero tan mal no me ha quedado, este primer capi es corto, pero es porque es el primero, ya los siguientes intentare hacerlos más largos.
//Entre Recuerdos y te quieros \\
Capitulo 1.
Carta inesperada.
Miró con extrañes y desconfianza aquella lechuza color plateado que se encontraba picoteando el vidrio de su ventana desde hace cinco minutos, jamás había visto una de ese color. Y lo que más le extrañaba era que eran alrededor de las tres de la mañana; sus amigos no le mandarían una carta a esas horas. Se levantó de la cama y caminó hacia la ventana, el ave detuvo el picoteo y la miró con sus extraños ojos verdes, parecía evaluarla, lo que la hizo temblar de pies a cabeza, aquella ave no era normal.
Con un temor que no era común en ella abrió la ventana de un tirón; el ave voló hacia adentro de la habitación apenas alumbrada por una vela, la observo posarse sobre el escritorio.
- ¿De quien será? - preguntó en un susurro.
Con pasos lentos se dirigió al ave, la cual la esperaba con una carta en el pico. Al estar frente a la lechuza pudo observar con claridad su plumaje, el cual brillaba como la plata frente al sol -. Eres extraña- le dijo al tomar la carta; la ave bajó la cabeza al sentir como la joven le acariciaba el plumaje.
Dejó de acariciarla para abrir aquella extraña carta, no tenía su nombre escrito, pero por la insistencia que había tenido la lechuza dedujo que en exacto, era para ella.
H.G.
No sé porqué me he empeñado en escribirte esto, tal vez te he despertado y te pido perdón por eso, ¿puedes creerlo, yo pidiendo perdón? Bueno, ese no es el caso.
El asunto es que hoy he pensado más en ti de la cuenta, te he imaginado todo el día, no he podido evitarlo. Y eso, me esta volviendo loco, tanto así que no he podido dormir hasta que mis manos han escrito esto. Una pequeña carta para hacer conocer un sentimiento que ha nacido en mí desde aquellos días en Hogwarts.
Talvez es porque me han dicho que no me queda mucho, no creo que sea cierto, pues aún me levanto y camino.
No le eh dicho eso a nadie, espero me guardes el secreto.
H.G. no sé como decirte lo que siento, que ni mi mano se atreve a decirlo por medio de palabras, mi orgullo aún me lo impide. Prometo que un día te lo diré.
Adiós mi H.G.
Leyó una y otra vez aquella pequeña carta, que no decía "nada" . Escrita con una prolija letra y de tinta verde esmeralda. Sus ojos se detuvieron en la firma, no había un nombre.
Atentamente.
Recuérdame//
- ¿Recuérdame? - su voz se escuchaba confundida, y su expresión se veía desencajada. No entendía nada, y esta vez no podía buscar un libro para que le explicara, simplemente estaba más que confundida, sin pensarlo mucho agarró un pergamino y mojó la punta de la pluma para comenzar a escribir la respuesta, pues la lechuza esperaba aún en pie sobre el escritorio.
- Llévasela a tu dueño. Espero verte pronto - acarició una vez más el plumaje plateado, para luego observar como volaba hacia fuera la ventana; sumida en sus pensamientos se recostó sobre la cama, arropándose con las sabanas blancas. Aunque creía que no podría conciliar el sueño, solo tuvo que cerrar los ojos para perderse en ese mundo de hubieran, donde las cosas no son normales, donde tú no eres la misma, y los que te rodean no son igual, aquel mundo que puede compararse con otras realidades, aquel mundo donde hay veces que quieres quedarte allí y ser realmente feliz.
A cientos de quilómetros de aquel viejo apartamento, un hombre caminaba de un lado a otro en una amplia habitación, el fuego de la chimenea crepitaba, mientras la ventana abierta dejaba correr libremente al viento helado.
- ¡No puedo seguir así! - Exclamó con cólera, se le veía cansado, bajo sus ojos grises había una gran línea morada causada por las incontables noches de desvelo. Detuvo su andar al ver a su mascota entrar por la ventana y acomodarse sobre el buró.
- Ha contestado - su voz se escucho emocionada y con una pizca de temor. Sin miramientos se acercó al ave y tomó la carta, para luego abrirla.
Recuérdame.
Tu carta me ha parecido extraña, y sin poder saber porqué he decido contestarla.
Pero… no sé en realidad que decirte, dices que te perdone, y también que tienes un sentimiento hacia mí, lo que me ha dejado un poco perturbada, no sé quien eres, y por lo que veo no quieres decirlo.
También me has dejado preocupada ¿Qué es lo que tienes? ¿Por qué dices que te queda poco tiempo? ¿puedo ayudarte? Sólo dímelo y haré todo lo que pueda.
Atentamente.
Dame un pista por favor, para así poder recordarte//
Una sonrisa casi imperceptibles se dibujó en su níveo rostro, leyó de nuevo aquella simple carta, que le había dado un motivo más para seguir, no contestaría enseguida, aunque se moría por hacerlo, pero al recostarse sobre las sabanas negras de seda supo que esa noche podría dormir.
Continuara…
Si siguen la flecha y me dejan un comentario lo seguiré, si no lo hacen es porque no les gusto, así que sigue la línea ^^
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