Cat noir iba caminando por las calles en ésa fría noche invernal.
Su mirada estaba algo apagada ya que hace ya dos semanas se había rendido con Ladybug y se sentía vacío.
En la escuela casi no sonreía salvó por pequeños momentos, inclusive su padre le pregunto si estaba bien.
Se recosto sobre una pared mientras se sentaba en el suelo y ocultaba su rostro con sus manos.
-¿Tan mal me veo? ¿Soy tan obvio?
Cerró sus ojos pero los abrió al instante al sentir a alguien acercarse.
-La verdad, te ves fatal.
Una pequeña sonrisa apareció en su labio al ver a Marinette sentarse a su lado.
-No es bueno oír conversaciones de adultos princesa.
La chica lo miró y sonrió con malicia.
-Entonces yo y mis galletas calientes nos vamos a otro...
-¡Era broma, oyeme todo lo que quieras pero comparte!
El felino la tomó del brazo y ella sonrió mientras le extendía la bolsita con galletas.
-Es extraño ver al "gran héroe" de París tan triste.
El rubio lo miró mientras comía una galleta.
-Es sólo un mal de amor, ya va a pesar.
Marinette lo miró dudosa por un rato y suspiro.
-Verte así de triste me da más miedo para hablar con el chico que me gusta.
El chico tosio un poco y la miró con sorpresa. Nunca se imaginó que a ella le gustase alguien.
-No te preocupes princesa, si ése chico te lástima me encargaré personalmente de que no vuelva a ver la luz del día.
La chica sonrió de costado mientras se ponía de pie.
-Si tocas a mi Adrien te arrancare ésas lindas orejas de gatos que tienes.
Cat noir quedó en shock y algo sonrojado.
¡¿El chico que le gustaba era él?! ¡¿Y dijo lindas orejas de gato?!
-Nos vemos gatito.
Marinette se fue mientras el chico seguía sorprendiendo y se hizo tres preguntas que le surgieron.
-¿Por qué le digo princesa?, ¿por qué me siento más tranquilo ahora? Y ¿por qué ella provocó todos ésos pequeños momentos de sonrisa?
La confusión invadió su mente pero le restó importancia por el momento y se fue a su casa antes de que noten su ausencia.
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Al otro día en la escuela Adrien fue el mismo de siempre, todos se aliviaron por verlo bien.
Marinette estuvo casi todo el día sonrojada ya que el chico la miraba muy seguido con una sonrisa coqueta que jamás vio o se imaginó en él.
Y Plagg tuvo el día más felíz de su vida por que su portador le dio queso como nunca antes y solo para que le haga el favor de convertirse en Cat noir para visitar a Marinette.
-Muy bien, es hora de irnos Plagg.
El kwami lo miró con sus ojos entre cerrados.
-¿Qué planeas hacer a estas horas de la noche con tu inofensiva e inocente amiga?
-Visitarla ¿qué más?
Plagg levito hasta quedar cerca de él.
-Dos cosas. Uno, mientras tengas el traje puesto yo se todo lo que siente tu hormonal cuerpo y dos, aguanta hasta la boda.
Adrien lo miró por un rato confundido hasta que entendió todo y se sonrojo.
-¡No haré tal cosa, ella es sólo mi amiga!
El kwami sonrió con malicia.
-Imagínate a tu "amiga" acercándose a ti con una sonrisa mientras se quita su chaqueta.
El rostro de el chico enrojecio al extremo al imaginarse tal cosa.
-¡Cállate, no te oigo!
Se tapó sus oídos con las manos mientras el kwami estallaba en carcajada.
-Con sólo éso te avergüenzas, jajaja ¿Qué hubieses hecho si te la imaginabas con short corto y un brasier deportivo?
El rubio oyó lo que ése monstruo come queso dijo y se fue corriendo al baño mientras Plagg reía más fuerte.
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Luego de bañarse dos horas con agua bien fría a pesar de que había 2 grados de temperatura, Adrien se conviertio en Cat noir y fue a casa de Marinette.
El chico golpeó un par de veces la ventana con subidad al ver las luces apagadas.
-Vamos princesa, despierta.
Las luces se encendieron y una somnolienta Marinette con un pijama todo rosa se acercó a abrir la ventana.
-¿Qué haces aquí Cat? Ya es medianoche pasada.
El felino tenía sus mejillas algos rojas al ver a su amiga con los brazos desnudos.
-¿P-por qué no tienes puesta tu chaqueta?
La chica lo miró confundido por un rato y sonrió mientras se acercaba a él.
-¿Qué pasa gatito? ¿Eres tan inocente que verme con una prenda menos te altera?
Cat noir retrocedió hasta donde puedo y negó con su cabeza.
-Una prenda no pero dos si, también estás descalza.
Marinette miró sus pies desnudos y rió un poco.
-Ven, pasa que hace frío.
El chico negó desesperado.
-N-no voy a pesar hasta que te vistas mejor, si mi padre se entera que pasé a la habitación de una chica como tú me va a dar unas nalgadas terribles.
La chica fruncio el seño algo fastidiada y le agarró del brazo.
-¡Te digo que pases!
El héroe se soltó del agarré y huyó por la ventana dejando a la chica enojada.
El corazón del chico palpitaba como nunca antes.
-No pudo creer que me agarró el brazo mientras vestía así.
Se miró su brazo mientras se sonrojaba.
-Será que...
Frenó sobre un tejado y miró la luna.
-¿Me enamoré de Marinette?
Tapó su rostro con su mano mientras se sentaba.
-¡¿Qué estoy diciendo?! ¡Marinette es mi amiga, no puedo verla de otra manera!
El frágil corazón del chico dolía con intensidad al decir la palabra amiga.
¿Qué podría estar pasandole?
¿Cómo lo resolvería?
Y ¿por qué tenía miedo de ver a Marinette más que como amiga?
Más adelante se sabrá.
Continuará...
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Hola!
No me resisti y quise hacer mi primer historia centrada en el adictivo Marichat.
Esperó que les guste y les avisó que está historia será algo así como un amor inocente con algunos pequeños momentos dramáticos.
Gracias por su tiempo.
Volveré...
