Hi~
Antes de que empiecen a leer, me gustaría pedirles que no critiquen esta pareja, como fandom este es mi tercer Otp, así que me gustaría que respetaran mis gustos por favor. Si no les gusta esta pareja no lean please~3
Disclaimer: Los siguientes personajes no son míos, pertenecen a Himaruya Hidekaz, de la serie Axis Powers Hetalia.
Pareja: Principalmente PruLiech, también habrá más adelante UsUk, Spamano, Fránada, Sufin, etc.
Aviso: El principio será suave, pero más adelante haré lemon o lime de algunas parejas, ya diré cuando y de quienes~
Disfruten del fic 333
Era el día.
El despertador acababa de sonar, pero la joven ya estaba despierta y sentada en la cama mirando por la ventana desde hace un buen rato. Una joven de 15 años de pelo rubio y largo recogido en dos trenzas bajas, flequillo recto hasta sus hermosos ojos azul verdosos. Miraba el paisaje con una sonrisa radiante, aun no podía creérselo...
Era el día. El tan esperado día que había estado ansiando desde hace muchos años, pero especialmente desde unas semanas antes de que el verano empezara, cuando le concedieron la beca para entrar en un nuevo instituto donde podría aprender más y sacar mas provecho a su cerebro.
Pero había un pequeño problema con ese instituto, un problema que tendría que sobrellevar durante cuatro años hasta terminar la ESO y Bachillerato. El problema de ese instituto es que era solo para hombres y ella debía hacerse pasar por uno de ellos, pero no de uno cualquiera... sino de su hermano que ahora trabajaba noblemente en la casa de un austriaco junto a un alemán muy "machote" y una húngara que no la caía demasiado bien, ya que siempre andaba detrás de ella como si fueran las mejores amigas.
La chica se levantó de la cama y se dirigió al baño para arreglarse. Se miró al espejo y sonrió amablemente a su reflejo empezando a hablarse con una dulce voz en un tono suave.
-Soy Lilly Vogel, una niña de 15 años que vive en Liechtenstein. Me gusta coser, tomar el té y jugar con los animales que hay en mi casa y cerca de ella. Tengo un hermano mayor que se llama Vash, ahora va a estudiar en un instituto de chicos donde aprenderá mucho. Mientras él esta allí, yo me voy a quedar en casa ayudando en la granja.-
Seguidamente cogió unas tijeras y agarrándose una de las trenzas, tragó saliva y fue cerrando las tijeras a medida que el pelo se iba cortando y cayendo al suelo al instante. Ahora tenía solo una trenza, y por ella iba ahora. Cogió la otra trenza y repitió el mismo proceso que hizo con la anterior, quedándole así una melena corta haciéndole parecer un chico.
-Soy Vash Vogel, un chico de 17 años que vive en Liechtenstein. He estado trabajando en Suiza durante este último año. Me gustan las armas y dar mi opinión. Tengo una hermana pequeña que está en casa ayudando en la granja. Mientras ella ayuda allí, yo voy a ir a un instituto de chicos para estudiar muy duramente y sacar muy buenas notas.-
Se sonrió a sí misma, estaba demasiado emocionada... Fue corriendo a la habitación de su hermano y cogió la única camisa y los únicos pantalones que había en su armario, pues las demás prendas las tenía ya en su maleta. Se vistió rapidamente, poniéndose incluso unos calzoncillos bajo los pantalones grises... y debajo de estos unas braguitas rosas suyas que nunca abandonaría aun haciéndose pasar por chico. Bajo la camisa granate llevaba un top negro con un lacito rosa, como se alegraba de no tener mucho pecho como otras mujeres. Se puso una cuerda negra en el cuello de la camisa y la ató como si fuera un lazo. Por último, unos zapatos negros sobre unos calcetines altos y blancos.
Ya estaba lista, quedaba una hora para que el tren saliera de la estación, así que debería estar saliendo ya de casa... Cogió una mochila y su maleta y salió de casa felizmente, saludando a algunas personas que creían que era Vash.
Tras un rato caminando, llegó al tren y después de otro rato de confirmar su billete, entre otras cosas, subió al tren, algo cansada por todo lo que había caminado con su equipaje. Ahora su maleta estaba en otro vagón, pero llevaba consigo su mochila. La abrió y sacó de esta una vieja boina, que a pesar de sus años, seguía tan blanca como el primer día. Era la boina que siempre llevaba su hermano, y él se la había dado antes de que se marchara, a pesar de que pensara que iba a un instituto de chicas. La joven nunca había engañado tanto a nadie, y aun le quedaban muchas mentiras que contar para ocultar su identidad.
Tras unos minutos de espera, el tren se puso en marcha. Y ano había vuelta atrás. Entonces tres chicos pasaron por el pasillo, bromeando entre ellos y cuando vieron los tres asientos libres en el compartimento donde estaba la chica, uno de los chicos se dirigió a ella con una radiante sonrisa. Su pelo castaño revuelto y sus ojos verdes llenos de alegría la cautivaron por completo.
-Perdona~ ¿Podemos sentarnos aquí? No encontramos más sitios... jejeje-
El joven se llevó la mano a la nuca revolviéndose el mismo el pelo. Entonces otro de los chicos lo apartó con cuidado, este tenía una melena ondulada rubia y unos ojos azules apasionados...más bien, él entero parecía lleno de pasión, que realmente era más pervertido que apasionado.
-Mon dieu, pareces un chico muy delicado, Antonio, tienes que ser más cuidadoso con tus palabras.- Carraspeó su garganta y continuó hablando esta vez con más pasión, pareciendo que soltaba rosas y corazones con extraños brillitos rosas- ¿Podemos acompañarlo durante este largo viaje?- Le guiñó un ojo haciendo sonrojar a la liechtensteinensa.
La pequeña solo asintió bajando la mirada. Miró de reojo viendo como el castaño que no dejaba sentarse al rubio a su lado mientras lo llamaba pervertido y este solo se quejaba. Al final a su lado se sentó el ojiverde alegremente por poder hacer una buena obra y ayudar al chico.
El rubio se iba a sentar frente a ella, pero entonces fue bruscamente apartado por el tercer chico, quitandole el sitio. Ella le miró y sintió que el corazón le había dado un vuelco. Era un chico albino de hermosos ojos rojos con reflejos morados, y a su precioso rostro le adornaba una atrevida sonrisa. La chica se quedó mirándolo bastante embobada, hasta que este cruzó su mirada con ella, mirándola con prepotencia y ella no hizo nada más que sonrojarse, sin poder apartar la mirada de él.
Su vida había dado un vuelco. Siendo una niña dulce que apenas salía de casa y que ni tenía amigos, a ser un chico que entraba en un mundo lleno de personas que la cambiarían completamente la vida, especialmente el albino de ojos rojos.
Hi~~ Well, ya se que es cortito, pero espero que les haya gustado y que sigan la historia, el proximo capítulo será mas largo~ o eso espero xD. Habrá más parejas a parte de PruLiech, mayormente yaoi, ya sabéis, es una escuela de chicos xD
Hasta el siguiente cap~3
