Una mala presentación
Quien se imaginaria que terminaría con la mujer que más había odiado en su vida, pero al pensar en ello y recordar se dio cuenta de que la odiaba porque no la podía amar...
Nunca
Una tranquila tarde de te era el momento perfecto para que Clara Tuller presentara al hombre que esperara fuera su esposo, el que la acompañara el resto de su vida, Severus Snape.
Clara era hija de el Señor Tomas Tuller y de la Señora Rouse, sus padres eran maravillosos, su vida hubiese sido perfecta de no haber tenido una error, una gran error llamada Katherine Tuller; era su media hermana, huérfana de madre a los 7, una bastarda a los ojos de Clara y su madre y ya que su padre estaba a menudo de viaje; le hacían ver su suerte; pero desde que había entrado al colegio de Hogwarts se había convertido en una amenaza, fue como se gano el miedo que le tenían incluso sirvientes de la casa; cuando ella estaba en casa era preferible no molestarla o mejor fingirse enfermo, una niña con un sutil toque de maldad pues sus travesuras siempre llegaban a lastimar a más de uno. Era 5 años más grande que Clara y como podrán notar al hacer cuentas el Señor Tuller no era muy decente, Katherine por eso lo culpo toda la vida de la muerte de su madre ya que según los sirvientes esta murió suicidada al enterarse que la amante de su marido estaba embarazada, Katherine nunca lo perdono y para estos tiempos el saludo era su más larga conversación; pero regresando a la perfecta tarde de té, Clara nunca se imagino que sería el comienzo de una pesadilla...
-Buenas tardes ¿joven?- un mayordomo lo recibía
-Severus Snape-
-Severus que alegría verte- Clara lo recibía con una eufórica bienvenida eso le agrado de ella no importaba cómo pero un abrazo de ella y una sonrisa le hacía más soportables los días, con un vestido rosa ceñido y un perfecto peinado de tez blanca y cabello rojizo, le gustaban sus ojos, verdes como lo de Lily Evans su gran amiga…
-Clara me da gusto verte- trato de ser gentil y se sentía emocionado
-¿Qué tal tu viaje? pasa, pasa quiero presentarte a mis padres, Ben podrías llamarlos-
-claro señorita- y con un gesto cordial salió en busca de sus amos
-te extrañe tanto- lo dirigía a la sala donde se supone tomaría el te abrazándolo y besándolo, soltándolo rápidamente al notar que alguien los vigilaba
-yo también Clara- un Severus algo cortante ya que se había dado cuenta de el espionaje pero nada que sorprendiera a Clara
-Y bueno siéntate y cuéntame ¿Qué tal tú viaje?-
-algo cansado, sabes que no me gustan las fiestas de te-
-si Severus pero solo está por favor tienes que conocer a mi familia-
-muy bien Clara pero hazlo lo más rápido posible y luego inventaremos algo para irnos de aquí-
-muy bien aquí vienen-
se pusieron de pie para recibir a los señores Tuller
-hija querida- " la madre dulcera " fue lo que paso por la mente de Severus, la abrazo y beso como si nunca la hubiera visto
-y tú debes ser Severus, Clara nos ha contado algunas cosas de ti dice que eres muy bueno en pociones-
-mucho gusto señora- Severus estrecho su mano con una sonrisa forzada
-el es mi padre el Señor Tomas-
-mucho gusto señor- estiro su mano pero él lo jalo y lo abrazo Severus no hizo más que responder con todo el asombro
-el gusto es mío muchacho-
-bueno ya que estamos todos porque no nos sentamos y platicamos de...-alguien se acercaba a la tierna escena con solo un deseo…. "estropearla".
-En eso te equivocas hermana y ya que al joven según escuche no le gustan las tardes de té que te parece si terminamos rápido esto- ella era la espía
-Katherine no seas insolente- no le gustaba para nada que si hijastra llegara con ese aire de desdén y petulancia
-Ooo por favor madre dulzura déjame presentarme- el sarcasmo era su veneno y aun tenia veneno para todos los que la habían lastimado aprovechando esa grandiosa oportunidad puesto que siempre que llegaba todos se ocultaban ahora disfrutaría cada momento
-Katherine por favor- el tono de su pare era exigente
-Sera rápido padre el joven Snape y yo ya nos conocíamos ¿verdad Snape?- Katherine mismo curso en Hogwarts, Slydering, prefecta, encargada de hacerlo quedar en ridículos y continuas bromas pesadas por ambas partes, alta de ojos verdes y cabello negro siempre perfectamente peinado pero ningún parecido con Clara se sorprendió tanto al verla
-si- con unos dientes muy apretados fue su respuesta
-pero por favor no te sientas tan alagado solo vengo a despedirme de mi padre ya que me marcho hoy a Suiza-
-¿Te vas?-
-Si… Clarita-su cara de desesperación fingiendo hablar con una idiota fue acompañante en su respuesta -tus deseos se han cumplido cualquier cosa es mejor que vivir en esta casa, Snape atente a las consecuencias- Clara paso saliva lenta y dolorosa mente, sus padres aun no sabían nada de lo que tenía con Severus y una insinuación así no podrían ignorarla
-Katherine por favor…- suplicaba su hermana
-¿que no lo sabías padre?- los ojos se llenaron de triunfo al ver la desesperación de Clara y de su madrastra
-Clara piensa casarse con este pobre hombre-
-Kate no digas nada de lo que te puedas arrepentir -
-oooo hermana espere años para verte así-
-Severus es mejor que te retires disculpa a mi hija-
-NO SOY TU HIJA y mucho menos pienso tolerar que mi media hermana por mucho que la deteste se case con un sangre sucia-
-YA BASTA- su madrastra enfurecida le había plantado una bofetada, Kate cobro la compostura y con una sonrisa sarcástica lo reto
-Es cierto o niégalo Snape, niega que eres un sangre sucia- lo retaba con la mirada y podría ver un dejo de miedo en sus ojos detestaba a Severus…
-¿es cierto eso joven?- el señor Tomas ya se había puesto de pie y como buen mago adinerado y de linaje esperar que un sangre sucia llegara a arruinar su buen nombre no era algo digno
-¿no eres de sangre pura?-
-Yo Yo...-Severus no sabía que decir miraba de un lado a otra esperando encontrara la respuesta en los libros de las estanterías detrás de ellos, se detuvo y miro odiado más que a su propio padre a Kate después esbozo una sonrisa sínica
-No, No lo soy, y no tolerare que su hija me llame así-
-MIENTE- su ojos irradiaban ira la había checo quedar como mentirosa…
-KATHERIN YA BASTA- era ahora su padre que le gritaba
-ya lárgate niña, aquí ya no tienes nada que hacer-
El coraje le hervía en las venas tiro todo lo que había en la mesa de té y salió azotando puertas, era una niña caprichosa…
-Lo siento Severus esto no debió pasar-
-La disculpo señora pero entiéndame que no me siento cómodo estando aquí-
-si lo entendemos Clara acompaña a el joven hasta la puerta-
-vamos- salió Clara por delante seguida de un Severus algo nervioso
-perdóname Severus yo no quería que las cosas sucedieran así-
-no podemos cambiar nada- por más que quería contenerse el rato amargo que Katherine le había hecho pasar lo iba a pagar muy caro
-claro que podemos, podemos vengarnos de Katonta por hacer esto- disimulada risa fue la respuesta de Severus
-me encanta cuando ríes-
Un beso fue su despedida...
