Alguno de los personajes y el origen de la trama son de propiedad de Stephenie Meyer, la escritora de este fanfic cambio un poco la personalidad de alguno de los personajes pero esto no afecta la trama original de crepúsculo.

Capítulo 1: Después de la guerra, la desolación.

Unos meses después del encuentro con lo Vulturis, la mansión Cullen estaba tan tranquila que los días se estaban volviendo monótonos, al punto de ser aburridos. Todos se sentían un poco vacíos, tal vez era la falta de actividad o el no saber que va pasar mañana.

Así que era de esperarse que nuestros Cullen buscaran desesperadamente una forma de llenar un vacío que cada vez era más grande; los únicos con una especie de meta o propósito, eran Edward, Bella y Renesme. Nessie era tan solo una niña, a pesar de crecer de una forma anormal, necesitaba de sus etapas y en una casa llena de gente eternamente adulta, no podría; no se le podía confiar todo al moldeable Jacob, que hacía de papa, hermano y amigo. Esta situación era incomoda, por lo que Edward llevo a su familia aun lugar más poblado, el lugar elegido fue Chicago; donde la hibrida pudo desarrollar su acelerada niñez.

Rose y Emmett se enfocaron en su vida en pareja, ya habían involucrado lo suficiente en la vida de otras personas, y este era el momento perfecto; no me mal interpreten, eran felices ayudando a los que amaban; pero necesitaban un momento para ellos. Este momento aria lugar en la isla Esme, donde darían rienda suelta a su loco amor; no obstante, nada fue como lo dictaba el plan; su viaje estuvo lleno de momentos tensos, de largos silencios incomodos y noche heladas. No era un simple problema de pareja, los cuales a todas las parejas les ocurre en algún momento; no, este problema era por un secreto de nuestro querido Emmett, que a pesar de ser un hombre se destaca por tomar su vida a la ligera, tenía un problema serio que no le dejaba tranquilo, ni siquiera él sabía lo que le pasaba; pero era algo que descubriría poco a poco.

En cuanto a los que restaban en la mansión, todo seguía en su curso normal, cada uno tenía su ritual y su espacio; pero ya no era lo mismo, faltaba ruido, la mansión estaba muy tranquila y callada. Carlisle extrañaba las constantes peleas de Rosalie y Jacob, las bromas mal intencionadas de Emmett y los intentos fallidos de Alice por cambiar el estilo de Bella.

El doctor Cullen ya no soportaba este sentimiento de vacío, y creyó que reuniendo a los otros miembros de la familia sería capaz de llenar ese vacío. Los primeros en acudir al llamado fueron Rosalie y Emmett, Carlisle tenía la esperanza que el sentimiento de vacío comenzase a llenarse, pero todo seguía igual o incluso peor; ya no había tanto silencio, pero los sonidos que se oían no eran risas ni mucho menos, eran fuertes discusiones de la pareja recién llegada. Al parecer algo estaba interfiriendo en esta; hasta ese entonces, inseparable pareja.

Entonces una idea llego a la mente del doctor, tal vez la pequeña e inocente Ness lograría apaciguar los problemas de Rose y Emmett, así que le pidió a Edward a regresar; para suerte para el más antiguo de los Cullen, la idea de regresar ya había pasado por la mente del pianista. Llegaron pocos días después del llamado de Carlisle.