Antes que nada me gustaría explicar que me llamo Kate Potter Huges, y si, como lo sospechan, prima directa del legendario Harry Potter. En este pedacito de mi autobiografía, trato de explicar todo lo que me sucedió con respecto a eso, y el giro que dio mi vida por tal motivo.
¿Amaneciste bien? – me preguntó amablemente Hermi
Estupendamente. Esta mañana de navidad estoy muy feliz y contenta. Espero que mis padres me hayan regalado algo útil, como siempre lo hacen.
Opino lo mismo Kate. ¿Qué te parece si tomamos un baño en la tina? Es que me gustaría mucho relajarme un poco antes de bajar a enfrentarme con el mundo exterior… - pensó en voz alta la mi somnolienta amiga.
Me parece ideal Hermione, así también nos despabilamos del sueño – respondí
De acuerdo – dijo ella
Bueno nos vemos aquí mismo.
Después de bañarnos, una vez que ya estábamos radiantes, frescas y sobre todo bien despiertas; las nos miramos en los espejos.
A mí, me devolvió un reflejo que me gustaba mucho ver. Mi pelo rubio platino y ondulado, mis llamativos ojos grandes verdes y mi cuerpo de hermosas formas, me tenía satisfecha.
A Hermione, también le mostró algo atractivo a la vista. Su belleza castaña la hacía destacar entre otras.
¿Cómo están mis dos prefectas perfectas?
Estamos bien Harry. Acabamos de salir de la bañera – hablé por las dos
Lo imaginé – dijo sin tomarlo mucho en cuenta - Tienen muchos regalos; especialmente tú, primita – me dedicó una sonrisa
Tengo que ver de que se trata – dije devolviéndole el gesto con mucha amabilidad. – Seguro tus tíos te enviaron algo inútil, como siempre.
Claro que sí. Esta vez sobrepasaron su límite de ingratitud. ¡Me enviaron un pañuelo desechable!
Mi madre me envió una caja de chocolates caseros y el clásico suéter Weasley –se quejó amigo Ron. ¡Y lo peor no es eso! ¡Este año hay suéter a mano para todos!
Que tierna es tu mamá – chilló Hermione – Nunca me he probado uno tan abrigado – dijo colocándoselo para protegerse de la tempestad que había afuera.
Es muy amable de su parte hacernos un regalo a todos
Los suéteres Weasley son ya una tradición – dijo Harry de nuevo con esa sonrisa que me mataba lentamente.
A mi, en cambio, mamá y papá me enviaron un tratamiento completo para blanquear mis dientes – sonrió mi mejor amiga – Son dentistas muggles, y por más que les he explicado que puedo hacerlo mediante la magia, insisten en que pula mi dentadura con algo común y corriente.
Tan lindos e ingenuos – le respondió Harry por compromiso
Últimamente había estado sintiendo por él algo tan distinto y especial... Lo conocía desde que entramos a Hogwarts, cuando yo me enteré de que mi padre tenía un hermano llamado James y él se entero de que su padre tenía un hermano llamado George. Era mi primo directo por parte de padre, pero siempre le había tenido un gran cariño.
Me parecía extraño, porque habiéndonos conocido desde primer año, era difícil creer que me hubiera comenzado a gustar en quinto.
Siempre para mí había sido tan lindo, tan dulce, tan tierno, tan "mi primo" y nada más.
Pero últimamente, con su cambio físico, me encantaba. Era tan musculoso, fornido y atractivo… Y a veces lanzaba esas sonrisas suyas… Esas sonrisas maestras que yo no podía soportar y sentía que me estaba enamorando.
No podía creer que me encontrara en esa situación, porque todo era muy irónico. Pero decidí dejarlo pasar.
