¡Devuélveme mi libro!

Summary: ¡Dame eso! ¡Devuélveme mi libro! Alguien le ha sacado a Rose su libro, ¿se lo devolverá?. Regalo para samfj.

Disclaimer: Los personajes y lugares le pertenecen a J.K. Rowling.

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Rose estaba leyendo un libro llamado Eragon, sus ojos azules observaban las letras, su cabellera pelirroja estaba recogida en una coleta y sus manos cambiaban las páginas del libro cada cierto tiempo.

Unas manos aparecieron frente a su cara y cubrieron sus ojos.

-¿Quién soy?

Rose rió y respondió:

-Scorpius.

-¿Cómo adivinaste?-preguntó el rubio.

-Reconozco tu voz, además eres el único que siempre me hace eso.

Scorpius frunció el ceño y luego le arrebató el libro de las manos a Rose.

-¡Dame eso!

Scorpius corría por el patio con el libro en las manos, siendo perseguido por Rose. Luego de una rato, ambos se cansaron y Scorpius se detuvo con el brazo extendido. Rose saltó, pero Scorpius era más alto, y con el brazo extendido lo era aún más.

-¡Scorpius, devuélveme mi libro!

Rose desistió luego de tres intentos más y decidió hacer otra cosa. Se abalanzó sobre él, ambos chicos cayeron al suelo y el libro salió volando.

Rose estaba tirada sobre el pasto, en dirección contraria a Scorpius. Scorpius señaló una nube y dijo:

-Parece un sombrero.

-Y aquella parece un dragón-dijo Rose, señalando una nube con el dedo.

Se quedaron tirados observando y comentando las formas de las nubes hasta que vieron dos nubes de formas curiosas.

-Mira, aquella parece un escorpión-comento Rose, señalando una de las nubes.

-Y aquella una rosa-dijo el rubio de ojos grises, señalando la otra.

Ambos chicos se miraron y acercaron más sus cabezas. Scorpius miró a Rose y la besó. Al separarse, Rose miró a Scorpius.

-Estás al revés.-dijo la chica, al observar que sus cuerpos iban en diferentes direcciones y solo sus cabezas estaban en el mismo punto.

-Digo lo mismo- dijo Scorpius y ambos sonrieron-¿Quieres ser mi novia?

-Si.

Ambos observaron las nubes de nuevo.

-El escorpión...-empezó Rose.

-Y la rosa se unieron-terminó Scorpius, al observar que ambas nubes se habían acercado.

Al final, Rose se había olvidado de su libro, que seguía tirado en el pasto, a unos metros de ambos.