Hola a todos este es mi primer fic, espero que les guste
nota: los personajes no son mios
Capitulo 1
Miércoles, En un apacible pueblo.
Dos jóvenes volvían de la escuela, tenían aproximadamente 14 años.
-Rukia-chan, de verdad te gusta Kaien –domo?? – Preguntaba una intrigada Hinamori-dime la verdad, por algo somos amigas.
- si, me gusta, ya te lo he dicho antes- respondió una sonrojada Rukia, mientras aceleraba el paso para evitar que su amiga la notara así.
-Yo creo que deberías decirle, no pierdes nada- momo decía mientras intentaba alcanzar a la morena- piensa que este es su ultimo año en la ciudad, quizás luego no lo vuelvas a ver mas.
- Si lo se, pero no se ira por siempre, solo va a la universidad – recalcaba Rukia- creo que exageras un poco.
-vamos, dime cuanto tiempos llevas entrenando con el, ya varios años- Hinamori se detiene delante de la morena y la mira a los ojos - además el se preocupa mucho de ti.
Rukia era conocida en su escuela por los logros que tenia en atletismo y kendo. Pero no todos sabían los esfuerzos que tuvo que pasar para llegar a eso, entre ellos era entrenar casi a diario.
- Si, pero…
- No mas peros, no te conocía tan cobarde kuchiki-chan- mientras le sacaba la lengua.
-esta bien, creo que me convenciste, pero solo lo haré si logro batir mi record, en la competencia del sábado.
- que así sea.
Y siguieron caminando y jugando, hasta llegar a sus casas.
Viernes, por la tarde.
La noche ya estaba cayendo en la ciudad pero a pesar de eso, todavía se veían luces en la escuela primaria (). En la pista de atletismo solo se veían a dos personas una que tomaba el tiempo ya la otra corriendo.
Vamos Rukia, tu puedes estas por superar tu tiempo – gritaba Kaien desde un costado.
La morena termina su carrera acercando a su sempai
- Bien hecho, casi superas tu mejor tiempo, cada días mejoras mas
- gracias Kaien-domo- mientras hacia una pequeña reverencia- puedo pedirle un favor sempai.
-claro – mientras posaba su mano en la cabeza de la niña- dime?
- podría verlo correr una vez mas.
- Jajaja, por supuesto- sonrió Kaien – pero luego me dejas acompañarte a tu casa que ya es bastante tarde.
Un débil si salio de sus labios, mientras intentaba disimular lo sonrojada que se encontraba.
Kaien corría como el viento, dejaba su alma en la pista, por eso Rukia no podía dejar de mirarlo, era uno de los mejores atletas juveniles del país y todos le auguraban un fututo prometedor.
- Bueno Rukia, te dejo aquí, cuídate y mañana quiero ver como ganas la competencia- mientras se despedía de ella con la mano – tu eres la mejor recuerda siempre eso.
Y así Rukia vio como Kaien se iba de su casa, de su vida.
La morena despertó de su sueño, desde hace un año no podía dormir bien y siempre revivía la misma noche, esa fatídica noche. Mientras estaba en la cama recordaba.
El día de la competencia se despertó feliz, se levanto y fue a desayunar, mientras veía las noticias. Cual fue su sorpresa al mostrar la lamentable muerte de un joven el cual fue atropellado por un conductor imprudente. Si su querido Kaien se había marchado para siempre.
Desde ese día no podía sacar de su mente que todo había sido su culpa, a pesar de todo siempre siguió con el atletismo y el kendo, pensando que era la mejor forma de honrar la memoria de Kaien.
