Gracias por pasarte a leer, este no es mi primer escrito, tenía otra cuenta pero me la hackearo.

Bien, no encontré una tag para esta historia pero sé que cuando salga la película lo pondrán y yo entonces cambiare la categoría. Ok, esta historia trata de Nick y sus situaciones a lo largo de su vida, hasta la actualidad, aunque creo que me saldré algo del plot original. Espero que les guste, si les gusta el primer capítulo dígame lo, eso me motivará a continuar, si ves errores, reportamelos.

, el vendedor de juegos.

Nick:

"-A veces me gusta detenerme en la vida y ver hacía atrás. Todo lo que hecho y vivido, ver qué tan lejos he llegado, te lo digo: es algo maravilloso.

Pero para contar una historia es preciso contar desde el principio, para que podáis comprender.

¿Qué si recuerdo mi infancia? Pues claro pero no debo ir muy lejos, hace falta saber solo lo necesario.

La verdad no fui un buen estudiante en la escuela, de hecho me enfoque más en lo verde, no en la naturaleza, sino en la pasta, lana, pisto… como le llames. Creo que es algo nato en mí. Recuerdo en sexto año de primaria cuando empecé comercializando algunas vainas de aquella época. Vendía cosas como un Walkman, reproductores de música mp3, juegos de GameBoy, llaveros que parecían de plata y oro, celulares memorias M2 para Sony Ericsson. En teoría cualquier vaina que pueda ser vendida. Más, si alguien me hubiera dicho de que ése camino que yo llevaba me resultaría muy caro… mas de lo que gané como estafador."

26 de Enero de 2007.

El sonido del timbre de la escuela marcaba las 8:35 de la mañana, de un aula salió un pequeño zorrito caminando con las manos en los bolsillos tan sereno como aquella mañana.

-Hey Nick- oyó detrás de él, justo venia corriendo a su encuentro un cabrito, más pequeño que el zorro. Nick sólo miró hacia un lado.

-Dime Willy, ¿Qué puedo hacer por ti?-

-Me estaba preguntando si me puedes conseguir el Súper Kario 64. ¿Puedes?-

Nick se frotó la barbilla como pensando severamente la petición. Uno de sus trucos era darle suspenso al cliente para transmitirle la idea de que lo que pide es difícil de cumplir y que le saldrá caro el trabajo, una excelente técnica que usaba en tiempos remotos.

-Me parece que puedo hacerlo, pero ese juego esta casi extinto, pero creó que puedo-

-¿Cuánto?-

-Treinta dólares- le dijo sin vaselina.

-¡Es una locura!?-

-¡Lo quieres o no!?-

El cabrito lo pensó un momento mirando al suelo, en serio lo deseaba.

-Pues vale- y se estrecharon las manos en señal de trato hecho .

Ahora, Nick continuó su camino con una sonrisa malilla en su carita.

Hasta ahora todo va muy bien ¿No es así? No es que sea difícil conseguir un juego popular en la roca, cuando lo puedes obtener pirateado a un precio muy bajo y luego, revender lo más caro de lo que vale.

Y no hubiera tenido tanto éxito de no ser por mis amistades claro, a los 11 ya me sabía muchos secretos de la vida, Como que le puedes vender basura a un idiota, esto lo aprendí cuando apareció esa vaina de Mokemón, vi cómo un compañero (que más rata parecía que zorro) beneficiándose de unos niñatos de primer año, y hasta de secundaria.

Como alguna vez dije, lo traigo en las venas la astucia ancestral, esa que me pone en lo más alto en mi sección, pero espero algún día recaudar fondos para comprar un teléfono móvil, hay unos tenia geniales en Vodafone.

Después de hacer un trato con un tono y vender el juego a 20 dólares, me puse a pensar en inventar otra táctica porque de seguir así voy a perder mucho.