Capitulo 1
Tenten observaba a los jounins atenta. En cualquier momento tendrían que irse y podría hablar con Temari sin oídos indiscretos. La rubia, en cambio, se hallaba sentada en el suelo con los ojos cerrados, sin inmutarse por lo que hacían éstos.
Desde hacía unas horas que se hallaban en esa celda de alta seguridad… y todo por una acción buena contra un enemigo.
Tenten no podía atacar. Aquél tipo no dejaba de enviar ataque tras ataque obligándola a defenderse. Harta se escabulló por detrás de un árbol, tratando de encontrar un modo de acercarse lo suficiente para golpearlo. ¿Dónde estarían las chicas? Maldiciéndose mentalmente, esquivó unos shurikens que se acercaban a su brazo descubierto. Saltó a unos arbustos frondosos que le darían más tiempo. Recordó la estrategia de esos mercenarios: separarlas y ellas sin darse cuenta habían caído.
Sentía sus chakras, estaban cerca. Colocó una mano sobre su frente, sabía que podría librarse de ese estorbo con fuego, el problema residía que tenía prohibido usar su poder. Tsunade-sama se había asegurado de ello colocándole a ella y a sus amigas un sello de contención, el cuál se manifestaba como auto-castigo: enviando choques eléctricos a su cuerpo variando su intensidad de acuerdo a la cantidad de veces que utilizaba el fuego.
"Ya que", tomó tres kunais lanzándolos rápidamente contra el hombre, el cual sonriendo los desvió con otros tantos. Tenten aprovechó esto para salir de su escondite y lanzar una llamarada a los pies de éste, quien un poco desconcertado cayó al suelo. Entonces la castaña lanzó una bola de acero que en el aire se desarmó soltando una red sobre el cuerpo del enemigo. Sabiendo que lo contendría bastante tiempo, se dejó caer al suelo con el cuerpo un poco agitado, había podido aguantar la corriente eléctrica debido a la adrenalina pero cuando ésta se desvaneció sintió los estragos del choque.
Al cabo de unos minutos Temari apareció. Con una mano tiraba de una cuerda, que sujetaba a un joven amordazado.
-¿Por qué la mordaza?-preguntó dejando que le pasara una vendas.
-No dejaba de gritar
Tenten asintió. Había observado la pequeña quemadura en la muñeca de Temari: no fue la única en usar su poder, sin embargo no dijo nada.
-¿Chicas?- llamó alguien por detrás. Ambas se dieron vuelta encontrándose con Sakura, Ino y Hinata. Las tres parecían molestas, a su modo, claro.
-¿Qué sucedió?- preguntó Tenten levantándose. Ino resopló.
-Lo mismo que a ustedes- levantó un brazo, viendo una marca roja irregular sobre la piel- nos obligaron a utilizar nuestros poderes y cuando lo hicimos nuestros contrincantes se desvanecieron
-clones- aclaró Hinata. Sakura estaba en silencio escuchando pero viendo a los hombres atados, con un gesto de la cabeza preguntó:
-¿Los mataron?- desde su posición no podía ver bien los cuerpos pero alcanzaba notar un poco de sangre. Tenten negó pero Temari se encogió de hombros- Habrá que curarlos…
-Son mercenarios, frentona
-Y yo medic-nin, Ino. Mi trabajo es curar sin importar quién o a qué costo- la mirada jade se afiló levemente ante la rubia, quien entornó los ojos sabiendo que tenía razón.
-Sakura, las órdenes fueron claras: llevarlos a Konoha vivos o muertos. No es nuestro problema- comentó Tenten apoyándose en un tronco, las demás asintieron.
-pero…-la pelirosa no parecía muy segura. Temari suspiró
-Hazlo. Curalos, ¿no,tenten?- la castaña asintió. Sakura sonrió levemente antes de hacer su trabajo- Ambas estamos a cargo, Tsunade-sama entenderá.
"Pero no entendió", recordó como los mercenarios se escaparon en un momento de confusión. La hokage furiosa, llamó a Temari y a ella, las culpó de lo que habían hecho además del uso incorrecto de sus poderes.
Levantó la cabeza al ver a los guardias moverse de sus posiciones. Nada fuera de lo común de no ser que lo hacían de manera extraña hasta que cayeron al suelo en un ruido sordo. Frente a ellas Hinata seguía con los dedos extendidos.
-Te meterás en problemas, Hina- comentó Temari acercándose a la puerta. Tenten, algo extrañada preguntó
-¿Por qué no recibiste un choque?
-Les explicaré luego, ahora hay que sacarlas de aquí- Hinata buscaba las llaves en los cuerpos tirados- tus hermanos llegaron, temari…y están de acuerdo con el castigo que sentenció Tsunade-sama- alzó las llaves triunfante para luego probar cada una.
-¿Castigo?
Hinata las miró de reojo.
-Muerte por traición- susurró abriendo la reja. Las chicas tardaron en reaccionar. ¿Tan importante eran esos hombres? Hinata negó con la cabeza impaciente, levantó la mano y moviendo dos dedos comenzó a hacerlas caminar- No hay tiempo- explicó ante las quejas.
Pronto estaban fuera, saltando por los techos, la Hyuga las dirigía hacia la entrada de Konoha.
-¿Quieres escapar?- preguntó incrédula Tenten.
-Es mejor que morir
-¿Dónde están Ino y Sakura?- preguntó Temari.
-Nos esperan en las puertas de la Aldea…Tsunade-sama nos dio a Ino y a mí la orden de cumplir misiones de rango D hasta nuevo aviso, con Sakura fue muy injusta: le negó su servicio de médico en el hospital… pero el de ustedes fue el más cruel
Ninguna habló. Saltaron al suelo. Hinata más tranquila caminó hacia las puertas.
-¿y los guardias?- Temari no creía que no hubiera nadie vigilando.
-¿Crees que no podemos con unos simples jounins, tema-chan?- cuestionó Sakura observándola desde un árbol, Ino al lado suyo sonrió culpable.
-Disculpa, Hina…le dije a Sakura que no los enterrara pero no escuchó
-Tsk- la pelirosa bajó y lanzó dos bolsos a las recién salvadas- buscamos sus cosas..
-Tu abanico está acá- interrumpió Ino al ver que la mayor se tocaba levemente la espalda. Ésta agradeció con una sonrisa.
-Entonces…¿cuál es su plan?- preguntó Tenten colocándose unos guantes negros. Ino y Sakura voltearon a ver a Hinata.
-¿No les dijiste?
-No era lugar para hablarlo
-¿Cómo es que no tienen choques al usar sus poderes?- Temari le interesaba más ese tema. Hinata e Ino dejaron de hablar, Sakura suspiró.
-Antes que Tsunade-sama…
-Oh, no la llames sama. No merece ese respeto- interrumpió Tenten molesta. La pelirosa entornó los ojos; odiaba ser interrumpida.
-Bien. Antes que Tsunade- remarcando la última palabra siguió- supiera la historia completa, decidí averiguar en la biblioteca de la torre del Hokage sobre nuestro sello. Lo que descubrí fue que no se podía quitar pero si se podía erradicar el autocastigo
-¿Entonces?- preguntó Tenten viendo que su amiga quería dar suspenso y el tiempo no ameritaba para esos juegos.
-Entonces lo que había que hacer era tomar el pergamino de los diez contenedores…o algo así y tachar nuestros nombres. Lo hice antes de ir a ver a la Godaime
-¡Perfecto!- exclamaron Temari y Tenten.
-Ahora nos queda irnos…seguramente nos colocarán en el libro bingo y todo eso pero…ya no nos queda nada aquí- comentó Ino mirando con tristeza las casas.
-Hinata…¿y tu familia?
-Ellos ya me dieron la espalda cuando nací…ustedes nunca. Es mejor irnos
-Algún día volveremos- susurró Sakura- pero dudo que sea por buenas razones
