Hola gente, les traigo mi nueva historia. Pero como casi no he tenido tiempo me voy a tardar en subirla. Primero decidí publicar este pequeño prólogo para que comprendan un poco más como nació esta historia. Además, estos personajes saldrán en el epílogo y para que no se pierdan decidí hacer esta pequeñísima introducción. Trataré de subir el prefacio pronto.

Unas pequeñas acalaciones. A partir de aquí habrá varios detalles que pondré antes de cada cap. Algunos ya los había puesto, pero el nuevo es el dato curioso.

Título: El sueño

Pareja: Ninguna

Canción: Lost in the echo de Linkin Park

POV: Nadie

Dato curioso: Lucy, Logan y Mina son Andrea y David (mis mejores amigos) y Mina es un personaje inventado por mi.

Lo sé, no tiene sentido en este momento pero después lo tendrá, lo prometo. Es lo máximo que explicaré de ellos. Simplemente es para que en el epílogo no me hagan la pregunta de ¿Quién es ella?

Fic dedicado a: Gabi y SweetInsanity1039.

Y de nuevo mil perdones si las hice creen que saldrían los protagonistas de South Park en este cap. En el siguiente empezaremos bien a bien.

South Park no es mío, es de Trey Parker y Matt Stone.


Prólogo: "El sueño"

11 de Febrero del 2012

12:08 PM — Greenwich, Inglaterra (UTC)

"Y esas promesas rotas, profundas y débiles"

—El mundo está hecho una verdadera mierda — gritó Logan arrugando el periódico, lanzándolo a otro lado del lugar, notablemente enojado

—Íbamos a usar ese periódico para el trabajo de inglés genio — se quejó Lucy dándole un golpe en la cabeza a su amigo — no puedo creer que seas tan infantil ¡Madura un poco! ¿No lo crees Mina?

La mencionada no escuchó la pregunta, miraba como distraída uno de sus libros donde anotaba sus sueños. Luego miró el horizonte, era divertido cuando los tres se ponían a trabajar en la terraza de Lucy, pero sin duda se tardaban el doble por las constantes distracciones. Tal como esa bandada de pájaros que surcaba el cielo inglés. Desde hacía días un sueño había recorrido la cabeza de esa chica de apodo Mina. Simplemente no podía ignorarlo, varias veces sus sueños se habían cumplido, por eso los escribía. Si estaba en lo correcto al menos doce personas sufrirían terriblemente en las siguientes dos semanas.

—Creo que deberías contarnos tu sueño — comentó Logan acercándose a su amiga, arrebatándole el cuaderno de las manos

—No creo que te agrade la historia — respondió la chica de pelo castaño y ojos dorados. Considerada por todos sus amigos como una mina de alegría, derivando entonces su apodo — Es un poco… fuerte. Incluso Lucy podría espantarse

—Después de ramera nueve nada me espanta — soltó la chica sin la mínima señal de vergüenza

—Por favor Mina — suplicó Logan con un rostro patético y suplicante — sabes que me gustan tus historias, y más aún como las cuentas

—A mí también me gustan, pero es perturbante cuando sabes que son reales — dijo desviando la mirada, viendo sus manos y sus uñas pintadas de un azul profundo — creo que he llegado a mi límite. Ya no podré soportar tantos sueños

—Sigo creyendo que las otras dos historias no eran reales, quiero decir ¿Un cuaderno que pasa de mano en mano durante cinco generaciones? ¿Un grupo de estudiantes que se enredan en la mafia y acaban haciéndose amigos? Quizás si es solo un sueño

—Me gustaría estar tan segura como tu Lucy — dijo Mina poniéndose de pie

— ¿A dónde vas? — inquirió Logan un poco preocupado por la actitud demasiado seria de su amiga. Normalmente estaría jugueteando con la mascota de Lucy, una perra pastor alemán, pero no — Mina, no le hagas caso a esta pendeja — dijo señalando a la dueña de la casa

—La pendeja por la que tragas — respondió ofendida Lucy — no vuelvo a invitarte a comer

—Voy por un vaso de agua — respondió la ojimiel restándole importancia a sus sueños

Sacó un vaso de la alacena de Lucy pero no lo llenó con agua, bajó la mirada y recordó cada una de las personas de su sueño. Doce chicos separados por tantos kilómetros y esos husos horarios que a pesar de ser tan complicados podía identificar a la perfección. Aparecían antes de cada sueño. No le gustaba lo que veía, ya era la tercera vez que le ocurría. Primero con esos estudiantes y trabajadores adolescentes, luego con esos chicos históricos. Ahora esto. Soltó el vaso de vidrio por culpa de un temblor que la sacudió. Pero Dean, el hermano de Lucy lo alcanzó a sujetar para que no se rompiera.

—No le creía a mi hermana, pero de verdad estás preocupada por algo — comentó el joven ya universitario — y no es la primera vez que te pasa ¿Verdad?

Mina asintió con la cabeza. Abrazándose a sí misma, intentado darle importancia al trabajo de inglés que debían entregar para mañana y ni siquiera habían comenzado. Dean miró el vaso vacio, lo llenó del jugo que había en el refrigerador y le dio un largo sorbo antes de continuar hablando.

—Entonces, solo haz lo que hiciste las veces pasadas para que desaparecieran los sueños

"Deja que el resto te cuente cuentos"

—No quiero — gruñó ella — estoy harta de ser la cuenta cuentos, no me gusta

—Claro — dijo irónico el joven — eso no dicen tus ojos cuando los cuentas. Brillan como dos piedras preciosas y a veces te emocionas demasiado

Ella sonrió de lado, tenía razón, en el fondo amaba poder hacer volar a las demás personas con esos relatos. Dean dejó el vaso en la mesa, dispuesto a irse a su cuarto, pero en la puerta de la cocina se detuvo de golpe, casi cayendo sobre su espalda.

—Por cierto, casi es la feria del libro ¿Podrías buscarme una novela? No la encuentro en ningún otro lado

— ¿Por qué me pides eso a mí? ¿Qué hay de tu hermana?

—Es una inculta — dijo sin que Mina lograra creerle — bueno, estoy peleado con ella, no voy a disculparme cuando ella es la pendeja que no cierra la puerta de su cuarto ¿Cómo iba a saber que se estaba cambiando? Además ¿No es suficiente castigo que haya visto a mi hermana desnuda?

Hizo una mueca de asco que provocó una sincera risa por parte de la chica. Luego regresó a su oscura y negra habitación. Mina miró el suelo unos segundos, asimilando la plática con ese chico que ni era su amigo. Subió rápidamente las escaleras, de regreso a la terraza.

"Cada palabra se pierde en el eco"

—Muy bien, me convencieron, les contaré mi sue… — las palabras murieron en su boca cuando vio como Logan estaba por aventar del techo a su amiga Lucy — ¿Qué mierda te pasa?

—Mina — dijo Lucy desesperada — está loco, quiere matarme

— ¡No vuelvas a decir eso pendeja! — gritó Logan — ¡Seré lo que quieras, pero no eso!

Por el tono en que habló el chico Mina se tranquilizó, se trataba solo de otra de sus típicas peleas, nadie mataría a nadie. Se sentó en el suelo lleno de tierra, sacudió un poco su cuaderno, aclarándose la garganta. Logan dejó a Lucy y se sentó frente a su amiga, listo para escuchar otro de sus relatos. Lucy bufó y se sentó al lado del chico, haciéndose la muy ofendida.

—Las palabras que narraban todo eran ahogadas, no escuché algunas de ellas, pero casi todo está intacto — inició la chica ojimiel — tal vez al final puedan comprender porque me molesta tanto…