CAPITULO 1
---¡James! ¡James! --- llamaba Lily desesperada.
La Orden del Fenix había estado a punto de posponer la misión ya que esa noche había luna llena, y Lupin no podía ayudarles, pero finalmente se decidió que no era plausible retrasar el ataque. Dumbledore insistió en que debían recuperar la espada de Griffindor que Lord Voldemort había logrado robar. Un chivatazo les avisó de que el objeto estaría allí esa noche, aunque a juzgar por la cantidad de mortífagos que había, se trataba de una emboscada.
James Potter se había separado de ella cuando una caja explotó en la sala debido a un hechizo que sin duda iba dirigido a alguno de los dos. Sintió que alguien se le acercaba por detrás y estuvo a punto de maldecirle antes de percatarse de quién se trataba.
--- ¡Sirius! ¿Has visto a James?--- preguntó Lily.
--- ¿Qué haces aquí? Deberías estar...
--- Ya, descansando. Pero la Orden necesitaba toda la ayuda posible y se suponía que esto no iba ser más que entrar, recuperar la espada y salir, sin victimas ni grandes peligros. Si James no hubiera estado discutiendo conmigo sobre esto, seguramente no nos hubieran cogido tan desprevenidos.
--- ¿Dónde le vista la última vez?
Ella le señaló el lugar.
--- Tú desaparécete ya de aquí, Peter y yo le buscaremos --- dijo antes de salir corriendo.
Lily no tenía intención de marcharse, no sin su marido. Se dirigió a otra de las habitaciones.
--- ¡James! ¡James!
Se acercó hasta la ventana cerrada y miró por ella. Vio como algunos de los miembros de la Orden se desaparecían en retirada, entre ellos Sirius, que cargaba con James, el cual parecía herido. Y entonces le vio reflejado en el cristal: un mortífago justo a su espalda, en la entrada a la estancia. Lily se dio la vuelta bruscamente levantando su varita, pero antes de que pudiera enviarle ningún hechizo, su enemigo hizo el movimiento de "Expelliarmus" y la varita de ella salió volando de su mano a la del mortífago.
Ella le miraba fijamente, aunque no podía ver su cara a través de la máscara. Se preguntaba a qué esperaba para enviarle un "Avada Kedabra", ahora que estaba indefensa y sin posibilidades de huir, pero el mortífago no hizo ningún movimiento en su contra y durante un largo rato se quedaron envueltos en el espeso silencio que se formaba tras el fin de cada batalla, mirándose el uno al otro, hasta que un segundo mortífago apareció en la puerta, sorprendiéndolos a ambos.
--- Vaya... ¿Qué has atrapado? --- era la voz de una mujer a la que Lily no tardó en reconocer como Bellatrix Lestragne, la prima de Sirius. Apuntó hacia ella con su varita ---Avada..
Pero el otro mortífago le agarró el brazo con fuerza y Bellatrix le miró.
--- ¡Oh! Ya veo... ¿Piensas reclamarla al Señor Oscuro para ti?--- preguntó ella. El mortífago asintió --- Está bien --- Bellatrix se encongió de hombros y, apuntándola con la varita otra vez, conjuró:--- "¡Desmaius!"
