Abrazo psicológico
-Explica en una cuartilla las consecuencias de la fuga de capitales, la devaluación de la moneda y las tasas de interés altas- dictó la maestra.
Ya llevaba tres cuartas partes de la página escrita y fue bastante fácil, y eso que tenía letra pequeña. Economía no era su materia favorita (prefería arte, obviamente) pero tampoco la odiaba tanto como geometría analítica.
-¿Lizzie?
"Tranquila, no te desmayes". Volteó lentamente tratando de ocultar su sonrisa, terminando en una rara mueca.
-¿Me prestas tu chamarra?- pidió con su cara te perrito. Ethan tenía una cara para cada ocasión: el guiño para que la maestra le regale décimas y alcance el 6, los hombros hacia atrás para intimidar al otro equipo de futbol en las finales, la cabeza hacia abajo pero los ojos arriba, pose que Edward Cullen le copiaría después.
-¿Y la tuya?- se la hubiera dado tan pronto él se la pidió pero no podía perder la oportunidad de entablar una conversación con él.
-No olviden poner la fecha- interrumpió sin saber la señorita Lirey.
-La perdí- chiquito. Era tan sexymente distraído.
Estaba muy cómoda y el salón se sentía a 18°, pero cuando se la regresara olería al perfume Calvin Klein de Ethan Craft, casi como si la hubiera abrazado… ¿qué era un poco de frío y un pequeño resfriado comparado con tener así de cerca al chico de sus sueños?
-Gracias, te amo- y la cabeza de Lizzie se llenó de asdjfdjfs.
Para él no significó nada, esas dos palabras debían ser como "me gusta el queso", y probablemente ya se lo había dicho a cada ser viviente de la escuela: hombres, mujeres y perros. Pero ella lo recordaría siempre. Ahora podría presumirles a sus hijos que se lo dijo.
-Te lo pagaré.
No lo haría, es lo que siempre decía pero se iba con Kate.
-¿Cómo?- volteó a verlo directamente a los ojos sin parpadear.
Él puso sus dos manos en su cuello manchado de pecas, debajo de su sueter de rayas y lo empezó a frotar. Sintió sus tibios dedos encima de su piel y una corriente eléctrica en su columna vertebral pero supo disimularlo. Después de unos segundos se acostumbró al contacto. Pudo haberse dormido justo ahí, frente a toda la clase y aceptaría el castigo. No tenía nada de malo¿verdad? ella estaba cansada y él le pagaba un favor. Eso sonaba como ¿un prostituto?
-¿Así?- susurró detrás de su oreja izquierda. Su aliento era una mezcla de Doctor Pepper y su saliva natural. Nunca estaría más cerca de su boca que en ese momento.
-Ajá.
-Haces muchos corajes ¿vedad?
-Si tener que soportar a tu hermanito metiéndose en tu cuarto, a tus papás no dejándote ir a la alberca con tu mejor amiga…
-Y a tu almohada demasiado alta que te tuerce el cuello- le presionó un poco más fuerte donde se siente el pulso, que en ese momento estaba subiendo.
-¿Cómo sabes?- levantó unos centímetros la cabeza.
-Yo lo sé todo- presumió.
-¿Ah, sí? ¿Cuánto es 2x2?
-Pues de acuerdo con el Teorema de Pitágoras entre la masa del sol a la décimo-tercera potencia es fácil determinar que la respuesta es Pi.
- Craft y McGuire, guarden silencio-y se oyó en uhhhhh de todas partes del salón hacia la esquina donde estaban sentados.
-Tranquila, profe. Todo está bajo control.
La maestra se volteó y los demás siguieron escribiendo.
-¿He dicho que pararas?- Lizzie trató de sonar autoritaria.
-¡No, señora!- Ethan puso la mano sobre su cabeza como un cadete.
-Así me gusta.
Ni en sus sueños se hubiera imaginado dándole órdenes a la razón de su mudez.
Ni que lo fuera a leer. Ni que vuelva a verlo en mi vida. Ni que quiera verme.
[HolaSoyGerman]
