John era un soldado. Pero no cualquier soldado.

John era un soldado médico. Pero no cualquier soldado médico.

John era un soldado medico de S.H.I.E.L.D

Cuando John su medio hermano Clint Barton eran pequeños su padrastro solía contarles acerca de las misiones que realizaba en S.H.I.E.L.D, por lo cual ambos niños quedaban asombrados ante sus relatos y conforme iban creciendo, más se sentían entusiasmados por hacer lo que su padre hacía, sin duda su padre se sentiría orgulloso de que lo tomaran por ejemplo.

El tiempo pasó, John tenía 19 años y Clint 18, contaban con la edad suficiente para entrar a las fuerzas especiales de S.H.I.E.L.D. Aunque, ahora no todo iba a ser como ellos planeaban.

Las noches eran cortas y los días largos, cada minuto parecía una hora. A pesar de que su padre los había entrenado antes de entrar a S.H.I.E.L.D. no era igual a lo que hacían ahí. Al menos su padre les dejaba descansar (ya que por su edad también lo necesitaba algunas veces).

-Esto es una pesadilla –dijo entre jadeos Clint- ¡Todo sea por vivir aventuras! –Dijo alzando la cabeza y dándole una sonrisa a su hermano-

-Sí, es más pesado de lo que papa solía decirnos. –Respondió John mientras se tumbaba en el piso de la pista- Vaya, si papa nos viera seguro se reiría de nosotros ¿no crees? –ambos comenzaron a reír-

-Sin duda tendremos grandes aventuras –susurro John para sí mismo antes de dormir.