Mi pobre y adorado Damon. Yo lo amo, y aunque ame sus dos facetas, la buena y la mala, me jode saber que me lo han echado a perder en cierta forma.

Un fragmentillo sobre lo que pasa sobre la mente de Damon después de este episodio.


145 años. 52925 días.1270200 horas, desperdiciadas, perdidas, carecientes de significado alguno…todas ellas persiguiendo algo que parece no estar destinado a mí.

De hecho la gente como yo no debería saber lo que es eso. Estamos destinados al placer y enlazados con la sangre. Todo aquello por cuyas venas corra ese líquido rojo debería ser nuestra comida, no algo con lo que pasar la vida barra existencia al lado.

¿Lo peor? Una insignificante humana, que no debería tener ni voz ni voto en mi mundo, me ha destruido no, de eso ya se encargara la otra, esta simplemente se limitó a pisotear lo que quedaba de mí.

¿Qué coño…? Yo no siento. Nadie…NADIE me ha destruido, NADIE ha pisoteado nada, porque yo no siento, disfruto hiriendo la gente y sabiendo que ellos no pueden hacerme nada. Ese es Damon. El malvado, el que todos odian.

Adoro ver a mi hermano sufriendo, y a Elena tener miedo. Adoro herir a aquella rubia, y a la bruja hacer rabiar. Adoro matar humanos, y a vampiros castigar. Porque eso es Damon.

No existe el amor en mi mundo. Sólo el odio, el rencor, la oscuridad. Porque mientras no sienta nada, nada me lastima, soy invencible.