FINAL ALTERNATIVO DE LEAL

Descargo de responsabilidad: los personajes y parte de la historia es propiedad de verónica roth

En este texto además de cambiar el final, continúa la historia. Otra cosa, lo más probable es que no me bloquee debido a que esta historia está en mayor parte escrita

Capitulo cincuenta

´´no he venido a robar, David ´´

Me giro y me lanzo sobre el dispositivo. Oigo un disparo y el dolor me recorre el siquiera sé dónde me ha acertado la bala.

Todavía oigo a Caleb repetir el código de Matthew. Con una mano temblorosa, escribo los números en el teclado.

La pistola suena de nuevo.

Más dolor, y una aureola negra envuelve mi campo visual, aunque oigo de nuevo la voz de Caleb decir el botón verde.

Duele mucho.

Pero ¿Cómo si no siento nada en el cuerpo?

Aunque empiezo a caer, alcanzo a golpear el teclado con la mano. Se enciende una luz detrás del botón verde

Oigo un pitido y un ruido parecido a un engranaje

Me deslizo hacia el suelo. Algo caliente me resbala por el cuello y por la sangre tiene un color extraño. Es oscuro.

Con el rabillo del ojo veo a David desmayado en su silla

Y mi madre detrás de él, Caminando hacia mí

Llava puesta la misma ropa que la última vez que la vi: gris abnegado manchado de sangre con los brazos al descubierto para enseñar su tatuaje. Todavía hay agujeros de bala en su camisa; a través de ellos veo la piel herida, roja aunque ya no sangra, como si estuviera paralizada en el tiempo. Lleva el pelo recogido en un moño, aunque unos cuantos mechones sueltos le forman un halo dorado alrededor del rostro

Se arrodilla a mi lado y me toca la mejilla con una mano fría.

-hola, Beatrice – saluda y sonríe

Una pregunta se formula en mi mente pero me niego a siquiera pensarla.

-lo has hecho bien mi niña – eso quiere decir que he acabado, pero no quiero

- ¿que pasara con Tobías, Caleb. Mis amigos?

- cuidaran unos de los otros – responde –eso es lo que la gente hace

Sonrío y cierro los ojos

Noto que un nuevo hilo me jala, pero, esta vez, sé que no es una fuerza siniestra que me arrastra hacia la muerte.

Esta vez sé que es la mano de mi madre, que me lleva hasta sus brazos.

Y yo me refugio en ellos de buena gana.

Pero

Pero no quiero irme .quiero quedarme con Tobías y vivir a su lado.

Me aparto y miro a mi madre

-esto no es lo que quiero – le digo – no quiero irme.

Muchas gracias por leer.

Dejen recomendaciones y comentarios.

Seguiré con esta historia.