Nota: Caminar siempre ha alimentado a mis musas, y este pequeño relato ha surgido mientras que iba a realizar unos recados. No es gran cosa (el paseo no ha sido demasiado largo), pero ha matado mi gusanillo sobre lo que pasará esta noche en el sótano de los Lockwood.

En el drabble parto de la premisa que, al igual que Mason fue capaz de reconocer a Tyler en el estado de lobo y no atacarle, lo mismo le puede ocurrir a Tyler cuando está transformado. Lo más probable que lo que se emita esta noche no tenga nada que ver con lo que he escrito, pero al menos ha sido entretenido.

Por cierto, ¿no podía ser sencillo que el título de las historias surgiera con facilidad? No publico más amenudo porque soy incapaz de ponerle nombre a los relatos...

Ya sabeis, Vampire Diaries (o Crónicas Vampíricas), no me pertenecen y esto lo hago sólo por diversión.


En su mente sólo tenía cabida un pensamiento: acabar con la amenaza.

¿Tyler?, soy yo, Caroline

No hacía falta que lo dijera con palabras, el era consciente de su presencia y, por ello, todo su interés era acabar con la amenaza que podía poner fin a su vida. Todo su mundo se limitaba al hecho de que debía de quitarle el rifle a Matt de cualquier forma que fuese necesaria antes de que lo usase contra ella.

Miró fijamente la puerta por unos instantes y saltó hacia su objetivo, pero la puerta resistió su enviste, dejándolo momentáneamente aturdido por el golpe. Caroline volvía a hablarle como si se pudiese olvidar por algún instante de que ella estaba al otro lado de la puerta encerrada con la amenaza.

Matt apuntó el rifle hacia su posición, provocando que Caroline se girase hacia Matt para evitar que disparase hacia él, dejando desatendida la puerta por unos segundos, segundos que él aprovechó para volver abalanzarse sobre la puerta y atrapar el rifle con la boca, lanzándolo lo más lejos posible.

Un incesante gruñido rugía desde lo más profundo de su garganta y sus ojos no perdieron de vista a la amenaza, valorando si seguía siendo peligrosa una vez desarmado, mientras que giraba su cuerpo para colocarse entre Matt y Caroline.

Shh, Tyler, estoy bien. No sucede nada malo… - la voz de Caroline llegaba a sus oídos a la vez que sentía su mano fría acariciándole el lomo.

Tyler se limitó a agacharse sobre la fría piedra, cerca de Caroline, sin quitar la vista de Matt y gruñendo cuando hacía el más mínimo movimiento, a la espera de que la luna llena se ponga.