Hola, esta historia la habia publicado pero la quite por accidente y decidi volver a ponerla junto al final, ojala les guste y dejen review.
Bye. Un ultimo adiós.
Capitulo I
Batalla final
Era un dia lluvioso en el Sengoku, el cielo estaba cubierto de nubes y caían grandes gotas, la lluvia era torrencial. A lo lejos se divisaba una gran batalla, un joven hanyou de cabellos plateados luchaba arduamente contra el demonio Naraku. Parecía que la pelea llevaba mucho tiempo, el joven estaba agotado, ya no se podía mantener en pie, había sangre por todo su cuerpo, su estado era deplorable, estaba en desventaja respecto a su rival que aun lucia como al comienzo de la batalla y quien se reía de aquel valiente hanyou que le desafió.
Todo parecía estar perdido, él solo pensó que iba a morir, quizás ya era su momento, no había tenido las fuerzas suficientes para ganar, había decepcionado a sus amigos que aun seguían luchando contra un ejercito de youkais, en ese momento alguien apareció, era una joven sacerdotisa de hermosos cabellos azabache y piel blanca que utilizaba una vestimenta bastante extraña, tomo un arco y le lanzo una flecha con energía espiritual al demonio Naraku, la cual lo hirió .Ella corrió hacia el hanyou y lo abrazo preguntándole como se encontraba, en sus ojos habían lagrimas, su mirada reflejaba un gran preocupación, él solo le sonrió y la miro tiernamente, ella le devolvió la sonrisa, con sus pocas fuerzas y se apoyo en su espada, su fiel tetsusaiga aquella espada que fue un recuerdo de su padre y que le había salvado la vida tantas veces, y se levanto dispuesto a seguir luchando, la joven trato de detenerlo. En ese momento Naraku que ya se había recuperado del daño de la flecha, lanzo un ataque con uno de sus tentáculos y capturo a la joven y la comenzó a lastimar ejerciendo fuerza en su cuerpo. En ese momento la furia se apodero del hanyou , cerro los ojos y a su mente vinieron todos aquellos gratos recuerdos que habia tenido junto a sus amigos y no los quería defraudar, no los iba a defraudar, aunque tuviera que arriesgar su vida para ello, él venceria.
Tomo a tetsusaiga y lanzo su ataque mas poderoso el Kongosoha, el cual hirió gravemente al demonio y logro que soltara a la sacerdotisa que cayo al suelo inconsciente.
El hanyou siguió lanzando ataques, que cada vez eran más debiles, estaba agotado, mientras que Naraku se recuperaba y era cada vez mas fuerte, todo gracias al poder de la shikon no tama que se hayaba en su interior. Al momento que Naraku iba a lanzar su ataque final la joven volvió en si, impactada al ver como iban a matar al hanyou, sintió miedo, pero se armo de valor y tomo su arco y flecha,apunto hacia el corazón de aquel demonio, donde ahora reposaba la shikon no tama ya completa, puso en esa flecha todo su poder y la lanzo. La flecha dio justo en el blanco y ella se desmayo, el hanyou aprovecho la oportunidad y tomo a tetsusaiga y lanzo nuevamente su kongosoha lo que hizo que el cuerpo del demonio se desmembrara quedando restos esparcidos en el suelo, en ese momento aparecio otra joven sacerdotisa de cabellos azabache y bastante largo, él la miro sorprendido penso hablarle pero ella lo miro dulcemente, su mirada mostraba una profunda tristeza y de sus labios salieron unas palabras – Adiós Inuyasha – ,la joven se acerco a los restos de Naraku que comenzaban a regenerarse, fue a donde estaba su corazón y tomo la perla, que se comenzó a purificar, entones cerro sus ojos y pronuncio unas palabras en un idioma ininteligible, una especie de conjuro, un campo de luz la rodeo junto a los restos, ante a la mirada sorprendida del hanyou, ella lo miro y le dijo – esta es nuestra despedida, volveré al infierno y llevare conmigo a Naraku y la shikon no tama para que todos puedan vivir en paz, quiero que seas feliz el tiempo que estés en este mundo, y que recuerdes que yo siempre te amare ya sea aquí o en el mas alla- dicho esto desapareció junto con los restos de Naraku y la shikon no tama.
Momentos mas tarde llegaron corriendo un monje y una exterminadora , el ejercito de youkais había desaparecido junto con Naraku, se sorprendieron al ver al hanyou sentado en el suelo, y a la joven sacerdotisa desmallada, corrieron a ayudarlos pues ambos estaban heridos. Inuyasha se apoyo en el monje quien le pregunto que paso, él solo le respondió con algo de tristeza en su voz – kikyo- el monje decidió cambiar de tema al ver la tristeza de su amigo y le dijo que ya pronto estarían en la aldea y podrían curar sus heridas, entonces el hanyou pregunto por la sacerdotisa y el monje le respondió –kagome ya despertó, esta con Sango en el rio- ,Inuyasha sonrio y siguió caminando con su amigo hacia el rió para buscar a las jóvenes y luego seguir a la aldea, al fin todo había terminado, pero se sentía vació, pues a cambio de la paz había perdido al amor de su vida.
