Encadenado
Después de la Guerra entre el bien y el mal, los estudiantes regresan a Hogwarts para continuar los estudios. La emoción emergió del desastre. Fue como si una flor brotara de las cenizas de la muerte. Claro, se hicieron varios cambios. El ministerio de magia ordeno que todos los jóvenes mortifagos fueran supervisados y vigilado por un estudiante adecuado para la tarea. El sombrero seleccionador es el encargado de elegir el vigilante de cada mortifago. Los Slytherin estaban frustrados. No sabían ni en que pensar. Algunos preferían solo morir en manos de los dementores, como era el caso de Draco Malfoy. Lo había perdido todo, pensó '' ¿Por qué no la vida? ''.
-Todos los que no sean mortifagos y quieran llevar la honorable tarea, pónganse de pie y formen una fila. - dijo Mcgonagall. (Los primeros el levantarse fueron: Harry, Ron, Ginny, Luna y Hernione.)
- mmm… Harry Potter, hace tiempo que no te veía. Esta vez no será difícil ubicarte. Apuesto que nunca te diste cuenta que tu amada Cho Chang es una mortifaga, y una muy buena. Te la asignare, quiero ver que puede hacer tu amor por ella- Harry se sonrojó, pero estaba sorprendido de que la persona en la que confió tanto como para darle su corazón, sea una mortifaga.
- Ron Wisley. Te daré un reto, te asignare a Pansy Parkinson. Espero que no te dejes influenciar y que tengas cuidado con las mordidas. - Ron trago en seco. No lo podía creer, que pesadilla.
- Otra Wisley… siempre tan serviciales. Pero tú eres diferente. Eres atrevida, no te dejas de nadie, tu persistencia y tu forma de persuadir me asombra. En algunos casos puedes ser violenta, adiestraras muy bien a Blaise Zabini. – Ella solo pudo pensar en una sola palabra '' ¡¿Qué?! ''
- Lovegood! Tu mente es igual a la de tu padre. Creo que podría vomitar un arcoíris. La alegría te inunda. Le ense#aras su significado a Theodore Nott.- Luna no se alteró. Solo le dedico una amable sonrisa a Theo.
- Me vuelvo a encontrar con la mente más brillante de todo Hogwarts.- Hermione sonrió orgullosa. – Mandona, posesiva, posees el calor de una madre, perfecto para descongelar un frio corazón. Te estaba esperando… sé que no flaquearas. He decidido asignarte a… Draco Malfoy. –
- Huuu…, que lastima, le lanzara un imperdonable, no lo soportara…- voces se escucharon por todo el salón.
- No creo que eso sea…- un fuerte golpe interrumpió a Mcgonagall.
- Yo no necesito ninguna niñera. Y mucho menos la jodida de Granger. -
- ¿Qué pasa? ¿Me tienes miedo cabeza de globo?-
- ¿Cree cumplir con su tarea? – le dijo la Sr. Mcgonagall a la chica sentada frente a todos con un aire de superioridad.
- Sí. – dijo segura.
- No!. Miren su cabello, usa shampoo barato. No sabe lo que dice!
-Bien, esta decidido. La Sr. Granger será la vigilante de Draco.-
Una vez que termino el sombrero seleccionador, hicieron los anuncios de los drásticos cambios.
-En el comedor, los mortifagos se sentaran con sus vigilantes, las mesas ya no serán por casas pero sus calificaciones se evaluaran igual. A cada vigilante se le entregara un pergamino que les indicara lo que deben lograr con su mortifago, también estarán sus nuevas habitaciones. Sus habitaciones quedaran frente a frente. Los vigilantes deben ayudarse y estar unidos. Si esto no se cumple para el fin de año, el vigilante no podrá graduar a su mortifago y el morirá. Estas medidas son tomadas para evitar más muertes. Les estamos dando nuestro perdón y otra oportunidad de vivir, no la desperdicien.-
Una vez terminados los anuncios, todos siguieron sus instrucciones. Se sentía la tensión en todo el lugar. Los mortifagos se miraban entre si y los vigilantes los escaneaban, observando cada movimiento. La cena estuvo llena de miradas asesinas, insultos críticas y mal humores.
Draco estaba extrañamente tranquilo. ¿Qué más le daba? No le importaba estar vivo o muerto. Y ciertamente no obedecería las órdenes de una sangre sucia. Le dio sueño así que pensó en ir a su habitación y descansar. Hermione se levantó y lo siguió.
-Ei…! Tú, rubio, detente.- Draco respondió sin detenerse.
-¿Qué quieres?. Tengo sueño.-
-¿En dónde dormirás? Te recuerdo que yo tengo la dirección.- Draco se volteó a mirarla.
-Dímela.- le dijo con ojos asesinos.
- Antes de todo, tenemos que discutir sobre nuestro objetivo.- Hermione abrió el pergamino y comenzó a leer su contenido, mientras Draco permanecía con deseos de ahorcarla.
Objetivos para: Hermione Granger
Mortifago: Draco Malfoy
Deberá cambiar su actitud, su forma de pensar, su forma de ser. Inunde de calidez su frio corazón. Enséñele el sentido de la vida y lo hermosa que es. Haga aflorar su sentido de igualdad y justicia. Consiga que le permita ver en su interior, sacando todo lo malo. Enséñele a expresar sus sentimientos... A encontrarse a sí mismo. Deberá haber cumplido con esto para el fin de año.(4 meses) Para que el joven Malfoy pueda graduarse y no ir a Azkaban.
- No seré un pájaro como San Potter y la comadreja. Todo lo que dice en ese pergamino es estúpido. Pero tú eres más estúpida si crees que me convertirás en una nena, prefiero morir.-
- ¡Es por tu bien idiota! Ser mejor persona no te hará menos hombre, al contrario, dejaras de ser el maldito bastardo que siempre eres. Yo creo que puedes hacerlo. Salva tu vida.-
- No te metas. Una sangre sucia no tiene por qué darme órdenes.-
- ¿Sabes qué? Mejor sierra la boca antes de que me saques de mis casillas y te estropee la cara. Solo sígueme, se dónde están las habitaciones.-
- Maldita.- Hermione lo miro de reojo.
Una vez que entraron a la sala común, Hermione se dio cuenta de que sus amigos quedaron en el mismo lugar que ella. No sabía que pasaría mañana. Ni siquiera sabía porque había aceptado el reto. Solo pensaba en que quería cambiar el futuro de Draco, darle otra oportunidad.
Pastillas para el corazón
Al despertar, Hermione solo podía pensar en una sola cosa, ''Draco''. Su corazón reacciono de manera extraña, pero no le dio importancia. Se puso su uniforme y se alisto para clases. Recordó que su madre le había regalado maquillaje para su cumpleaños número 17. Sabía como ponérselo pero, nunca lo había usado a menos que no fuese en un evento importante. Pero… ese día sintió algo diferente, quiso arreglarse un poco más. Polvoreo su rostro y delio sus parpados de una tonalidad oscura. Coloco brillo en sus labios y rubor en sus mejillas. Se hecho su perfume mágico que ella misma preparo era único y realmente sorprendente. No se podía distinguir su aroma, era el olor único y encantador de Hermione.
Faltaban 15 minutos para las clases y todos estaban en el gran comedor. Hermione esperaba impaciente frente a la puerta de Draco. '' ¿Por qué tarda tanto? '' se sorprendió al ver a Draco dormido. Se acercó a su cama y lo vio muy tierno. De repente sus latidos se hacían más fuertes. Con un dedo toco el pecho descubierto del Slytherin. Este la agarro de la muñeca agarrándola desprevenida y tumbándola sobre él.
-¿ Qué demonios quieres? –
-Tienes que levantarte, faltan 12 minutos para que empiecen las clases.-
-Que perfume tan curioso.- al decir estas palabras tan cerca de su oído, Hermione se estremeció y su corazón incremento su velocidad. ''tal vez tenga que ir a ver a la doctora''. Se dio cuenta de que aún estaba sobre Draco y se levantó rápidamente.
- No te demores.- Draco bufo ante sus palabras.
Mientras tanto, Gynni estaba siendo molestada por las palabras de Zabini.
-No puedo creer que me haya tocado estar con alguien como tú. ¿Qué puede ofrecer una pobretona?- la ira brotaba en los ojos de la pelirroja.
- ¡¿Podrías cerrar tu sucia y asquerosa boca?!. No quiero oír mas mierda salir de tus labios.- No le gustaban ese tipo de expresiones, pero Zabini sacaba a relucir lo peor de ella.
- wow! Quien te ve tan inocente y callada… ¿Qué hace un perro sin bozal?- dijo Zabini divertido.
- Que te calles dije!- grito Gynni al borde del llanto. Zabini la había estado ofendiendo desde hace 1 hora
-jajaja estas alterada, me alegra causar ese efecto en ti.-
- Zabini, tienes muchos cojones para estarme molestando.- dijo Gynni con una mirada asesina.
-Wi…! Que miedo me das, ¿Qué me vas a hacer?- Blaise abrió los brazos retándola. Gynni se volteó, lo agarró del cuello de la camisa y lo acorralo en una esquina. Blaise soltó un gemido al chocar contra la pared.
-Si no te callas, tu espalda no será lo único lastimado. Después de que termine contigo tendrán que llevarte urgentemente a la enfermería y no podrás moverte en un mes.- Zabini se asustó al ver la furia en sus ojos.
- ¡está bien! Te dejare en paz.- Gynni lo libero de su encierro.- Pareces más mortifaga que yo, ¿sabes?.- Gynni sonrió para sí misma. Aparte de que logro que Zabini cerrara la boca, le dio una probada de su propia medicina. Estaba haciéndole saber que los insultos y las amenazas duelen.
Por otro lado, ya en el comedor se encontraban Cho Chang y Harry. La situación era incomoda. Cho sabía que le gustaba a Harry y que el se sentía muy mal por haberlo traicionado. La intención de Cho no era hacerle daño a Harry, sus padres la habían obligado y con el paso del tiempo su corazón se nublo. Hasta que lo conoció. Entonces, su vida cambio. Pero ya no tenía el coraje suficiente como para confesársele. Lo que no sabía era que realmente a Harry lo le importaba. Ella no había podido matar a nadie, solo era una informante. El problema es, que no sabe si Cho siente lo mismo por él.
Los 2 se encontraban en un callejón sin salida. Ninguno conoce los sentimientos del otro. Tanto silencio no es normal. Después de un rato intercambiando miradas, sus ojos se encontraron. Los dos se sonrojaron. '' ¿Cómo es posible que yo, el vencedor de la guerra entre el bien y el mal, me vuelva nada delante de ella?. Es tan hermosa, tiene todo lo que yo pudiera desear. Gracias al cielo que no la usaron como arma. Solo dios sabe que hubiese sucedido. '' pensó Harry. Suerte que para romper el hielo Ron apareció con Pansy atada de las manos.
-Ron! ¿Qué haces?. Ten cuidado. ¿Por qué la amarras?.- le pregunto Harry.
-No sabes que es estar con ella. Me ha manoseado por todos lados.- Dijo Ron haciendo énfasis en todos.
-Que nena.- Se defendió Pansy simplemente.
-¿Quieren saber lo que es tortura? Pasen tiempo con este tonto.- dijo Gynni señalando a Zabini mientras se aproximaban lentamente a la mesa.
-Oigan, ¿Han visto a Hermione?- Dijo Ron mientras todos se miraban las caras.
-Ya tiene que estar en clase o de camino. Ya saben cómo es.- dijo una aun molesta Gynni.
-Si, es verdad. Sera mejor que vayamos a clases.- agrego Harry.
Hermione estaba con las manos en el cabello queriéndoselo arrancar de la furia. Llegaría tarde en primer día de clases por culpa de Draco. Sintió que se lo hizo de maldad. No sabe como alguien como el es el segundo más inteligente.'' Está bien, es muy inteligente, pero… pero… era Malfoy.'' Pensó casi sin respirar. Sentía una sensación rara.
-Ya estoy listo.- dijo una voz sacando a Hermione de sus pensamientos. '' ¡Como puede estar listo si tiene la camisa desabrochada y sin su túnica!.''
-No saldrás así.-
-Hace mucho calor y tengo flojera. ¿Qué más da?-
-Estas muy equivocado si crees que te dejare salir así.-
-Si tanto te preocupa, ¿Por qué no vienes y la abrochas tu misma?- Hermione se aproximó a el lentamente y abrocho el primer botón. Estaba muy nerviosa. Sus dedos estaban rozando su marcado abdomen. Se quería morir, hasta que sintió como Draco golpeo fuertemente sus manos.
- ¿Qué crees que haces? Dije no me pondría la camisa.- Hermione vio el reloj y se dio cuenta de que no tenía tiempo para pelear con él. Aunque si lo dejaba salir así la regalarían.
La inteligente chica puso a funcionar su cerebro. Se acordó de que tenía la cama detrás de ella y localizo la barita del rubio. Desafortunadamente estaba en el mesita detrás del testarudo. Así que se abalanzo hacia él, estirando la mano y tomando la barita de Malfoy. Una vez que todo estaba bajo control, envistió al rubio tumbándolo sobre la cama. Se colocó a ahorcada en la cintura de Draco y saco su varita.
-¡no te puedo dejar salir así! Llegaremos tarde si sigues de testarudo niño malcriado.- lo amenazo con su varita y Draco la miraba impresionado y sin palabras en la boca. ''Si no fuera tan mojigata… tiene potencial, y no es fea. ¡un momento! Reacción Draco, estás pensando con los testículos.'' Pensó el rubio. ''hoooo por Dios. ¿Qué acabo de hacer? ¡Estoy sobre el!
