CON OLOR A HIERBA

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen; son de la autoría de J. K. Rowling. Yo solamente cree la historia. La canción que le da su título le pertenece a Emmanuel. Complemento de Still loving you (aunque es solo para entender lo que Harry le explica a Scorpius. Pueden omitir leer el otro). Mini fic.


RECUERDOS

En algún lugar, cerca de Madrid, España. Verano de 1999

El último año podría catalogarse como el más tranquilo de su vida. Con 19 años, después de una guerra que lo había convertido en héroe nacional, después de cursar su ultimo año en Hogwarts para cerrar un ciclo en su vida. Una constante. Avanzo lentamente por la solitaria calle empedrada. Con un clima de aproximadamente 26° que se cernía su cabeza comenzó a recordar su último año.

Después de la guerra había obtenido ofertas de cualquier tipo. Desde trabajo hasta sexo. Como cualquier adolescente, y quizás, debiera decir que el termino correcto sería adulto joven en un principio se había sentido tentado a aceptar todo aquello que la mayor parte del mundo a los 18 anhela se había vislumbrado ante si como algo fácil de obtener.

Sin embargo, su error había sido grande. Cuando se dio cuenta de que todo aquello no le llenaba. No compensaban su dolor, su perdida y cada uno de sus sentimientos seguían allí. Carcomiendo su alma lentamente. Consumiéndolo poco a poco.

Había observado el caos y la destrucción que había dejado a su paso la guerra. Cuando el 31 de julio, justo el día que celebraba su cumpleaños tomo una decisión. Dentro del límite de tiempo, por supuesto.

Flashback

Se encontraba en la madriguera. No era un ambiente agradable en realidad. Había discutido, como cada día desde que había llegado a la madriguera con Ginny. Había creído que en ese lugar encontraría la paz que necesitaba. Aliviar sus temores, pero al parecer eso parecía imposible. GInny cada vez mas histérica lo presionaba con una boda que terminaba por ahogarlo, casi asfixiarlo.

La amaba. Eso no lo ponía en duda. Pero sentía que debía encontrarse primero a si mismo antes de asumir una decisión como aquella. Un matrimonio no era fácil. Quizás su tía Petunia y el tío Vernon no eran la clase de familia típica, pero el necesitaba algo así en su vida. Alguien que lo respetara y el mismo respetar. Alguien con quien aprender a compaginar sus gustos y ceder en otros tantos. Y, sinceramente Ginny no parecía querer lo mismo.

Ron, su mejor amigo con su complejo de mártir y de autoflagelación tampoco ayudaba mucho. Si bien es cierto él lo estimaba y en general a todos los Weasley, no entendía porque se encerraban en su mundo de "yo he sufrido más perdidas que nadie en esta guerra". Por supuesto, le dolía la muerte de Fred, pero, el también había perdido mucho en esa guerra. Incluso desde la anterior. Pero claro, a él no debía dolerle, no debía lastimarle, pues ya debería estar acostumbrado. Sin embargo, no era así. Pues incluso en esta guerra ahora si se había quedado completamente solo y sin una guía. El hombre al que más admiraba había muerto producto de esa guerra y de una maldición en un objeto encantado. El hombre que podía considerar su único lazo con sus padres y que los aceptaba tal y como eran, también había muerto, y, muy tarde descubrió, que quizás el hombre que pudo haberle mostrado el lado más increíble de su madre, también había muerto en esa guerra por salvarlo a él. Irónicamente, el hombre que más había detestado en el colegio también había sido el mismo que le había entregado el recuerdo mas valioso de la persona que pudieran haberle dado. Las memorias de su madre. Asi que sentía que el complejo de mártir de Ron, y en general de toda la familia Weasley estaba por demás sobre actuado. Todos habían sufrido pérdidas en esa guerra. Un padre, un hermano, un amigo…. Incluso el bando contrario.

Hermione había desaparecido. Había emprendido una búsqueda por sus padres, quienes estaban en alguna parte de Australia, buscando una manera de revertir el oblivate que les había lanzado que en esa búsqueda se había olvidado de el. Y, no es que se lo reprochara, pero ella era su hermana, y le habría gustado estar con ella en esa búsqueda. Pero ella había decidido que lo mejor era buscar sola y no la había detenido.

Una carta. Eso es lo único que había recibido de ella y había sido la que le había dado la pauta a su siguiente paso. Volver al colegio y rechazar por ende, todas y cada una de las opciones que le habían ofrecido en el Ministerio de Magia que provisionalmente dirigía Kingsley Schalkeboth.

Querido Harry:

¿Sabes? Australia es un lugar pequeño y acogedor. Es hermoso y mis padres están felices de verme. He recuperado sus recuerdos y volveremos a Inglaterra. Continuaremos con nuestras vidas y seremos realmente felices.

Con amor.

Hermione.

Australia es el peor lugar del planeta. Es hermoso, pero me ha arrebatado a mis padres. No tengo el valor suficiente como para devolverles sus recuerdos. Ambos son felices sin mi. Me he acercado a ellos y aseguran que no podrían estar mejor. Lo mejor de su vida ha sido no tener hijos que los aten y que les permitan realizar lo que realmente aman. Mama es escritora y papa pintor. Me siento perdida. Necesito algo que me de fuerzas. Ayúdame. No me abandones. Volvamos juntos al colegio. Quizás allí encontrare una manera de continuar.

Pd. Perdona lo testado. En verdad lo lamento, Harry. Se que también sufriste perdidas en la guerra, pero necesito a mi mejor amigo a mi lado. La situación con Ron es insostenible. No puedo darle fuerzas, cuando siento que a cada paso que doy estoy completamente quebrada.

Esas líneas le habían dado pauta para salir de su adormecimiento. Su mejor amiga lo necesitaba y quizás el también a ella. Por eso había decidido volver al colegio. Por eso y porque simplemente necesitaba un motivo para seguir. Y de alguna manera, Hermione se lo había dado.

Ginny había optado por aceptar el pase inmediato que a muchos se les había ofrecido. Además, las Arpías le habían ofrecido un puesto para jugar quidditch y ella lo había tomado sin pensar. Sin siquiera pedir su opinión o apoyo.

Asi que él hizo lo mismo. Escribió a McGonagall informándole que volvería al colegio. Le explico que necesitaba lazos y cimientos. Agradecio la carta y le dio las gracias, pues de alguna manera ella también había sido una luz en su camino. Le explico que tanto el como Hermione necesitaban cerrar un ciclo, y porque no, a partir de allí buscar un nuevo camino. Ron era otra historia, -explico-, pues el había decidido seguir con su complejo de mártir y de paso aceptar los beneficios de la guerra enlistandose en las filas del cuartel de Aurores sin ni siquiera aprobar un examen o tener un titulo de E.X.T.A.S.I.S., cosa que a Hermione le había molestado, pues al igual que el, sabía que no eran los únicos que habían perdido algo en esa guerra. Aunque, internamente había agradecido por no tener que soportar mas las paranoias y traumas post-guerra de Ron. Ya le llegaba suficiente con los suyos como para aguantar los del pelirrojo.

Quizás ese había sido su error. O también, quizás ese había sido el único acierto que había tenido después de todos los demás errores.

Fin del flashback

Dio una calada a su cigarro. Pensando en el tiempo. Perdiéndose una vez más en sus recuerdos. Necesitaba encontrar la fuerza para lo que haría. Y, quizás recordar su historia le ayudaría.

No podía asegurarlo. Pero quizás así podría ser. Alzo la mirada. Diviso una cabellera oscura. Unos ojos profundamente azules chocaron con los suyos y algo parecido a una sonrisa apareció en sus labios. Los mismos que lo llevaban a la perdición. Los mismos que eran la gloria y el infierno para él. La mujer a la que más amaba y de la cual debía despedirse. La mujer que jamás podría ser suya. Y que el infierno lo condenara. Pues haría lo que todos esperaban de él. Aun cuando en el proceso perdiera al amor de su vida. Pero, mientras tanto. Mientras aquello durase, el no haría nada por detenerlo. Porque lo que estaba dejando al aceptar lo que aquellos esperaban de él era a la mujer que amaba. Y se maldecía por su cobardía.


¿Reviews?

¿Sabe? Después de escribir Still loving you pensaba en la historia de este par. Y sin más, mis manos comenzaron a volar por el teclado. Y, bueno, va por algo que me comento Luriana. Espero que les guste. Será corto.

Pies para que los quiero, si tengo alas de imaginación y puedo volar

(FRIDA KHALO)