Ciel:Holaaaa...
Lectores: ¿Qué? ¿Has borrado nuevamente la historia y la quieres volver a subir? ¿Estás loca?
*Le tiran tomates*
Ciel: *Se protege como puede* Esperen, esperen. Todo tiene una explicación.
Lectores:Pues habla rápido. *La amenazan con tirarle calabazas*
Ciel: Ha pasado tiempo y quiero pedirles disculpas por el retraso. Yo lo lamento mucho...si pudiera, les regalaría pastelitos para compensarlos.
Les diré la verdad: Mi vida es una mierda. Y estuve muy mal por mucho tiempo. Me alejé de todo y todos los que amaba...y eso incluye fanfiction.
Además la maldita escuela Muggle también me jodía...así que este último y largo tiempo estuve nadando en excremento...
Pero bueno...eso se acabó y he vuelto Muajajajaja *inserte aquí risa macabra*
En primer lugar quiero decir, como muchas ya sabrán, que este fic no es mío.
Todo; TODOOOOO el mérito es de la escritora Sechid. SOLO DE SECHID, NO MÍO. Yo solo publico la historia porque es un pecado que más personas se la pierdan.
Adivinen qué: SECHID ME DIÓ PERMISO DE PUBLICARLA! Wiiiiii!
Logré encontrarla y hablar con ella y me ha dado permiso para publicar su bebé.
Pero Ojo: La historia es total y completamente de Sechid. ¿Lo han entendido?
Así que bueno, ahora que ya está todo aclarado y tengo el permiso, publico con tranquilidad esta bella historia.
Disfrútenla y por favor dejen sus comentarios. Sechid se merece muchísimos por la gran obra que ha creado.
Gracias y Perdón nuevamente.
Aclaración:
Personaje y mundo perteneciente a la Reina: J.K.R
Historia, trama y personajes nuevos pertenecientes a Sechid .
Cautivo- Capítulo 1
Draco Malfoy permanecía inmóvil al abrigo de las sombras que rodeaban el grupo de árboles gigantescos. Los copos de nieve que se precipitaban desde las altas y heladas copas de los árboles caían perezosamente a su alrededor. Entrecerró los ojos para protegerse del reflejo del sol de octubre y se llevó los prismáticos a los ojos para enfocar la bonita cabaña cimentada a unos doscientos metros directamente frente a él. Cuando el teléfono móvil en su bolsillo comenzó a vibrar, de mala gana retiro los prismáticos de su objetivo, observando en la pantalla reflejado el número de su socio; con una maldición ahogada apretó el botón y se llevo rápidamente el aparato a su oreja.
— Malfoy
— Finalmente parece que diste con ella.
Con toda la tranquilidad del mundo, Zabinni, su socio, le confirmó lo que llevaba tanto tiempo esperando.
Draco no dijo nada; se limitó a esperar.
— La camioneta que describes pertenece a una mujer que se hace llamar Samantha Moore. El dueño anterior dice que se la vendió hace tres semanas. Describió a Granger detalladamente, dijo que era un verdadero "caramelito". Ella le pago en efectivo y le contó que se dirigía al sur a ver a su abuelo. El pobre tipo estaba embobado, parece que "Samantha" le dio su teléfono, por si alguna vez quería invitarla a salir, ¿Qué te parece?— se produjo una pausa, parecía que Zabinni conocía lo que Draco estaba pensando –Pobre diablo, seguro pasará semanas buscándola, aunque debo reconocer que es una estrategia muy buena, con eso Granger se aseguro de dejar una pista falsa- añadió con aire pensativo.
Draco no lo describiría precisamente como una "buena estrategia"; sobre todo después de llevar cerca de tres meses persiguiendo a la ahora muy escurridiza Hermonie Granger; pero se trago el comentario grosero que se le ocurrió y domino aquella impaciencia tan poco habitual en el. Los sentimientos no tenían lugar en un trabajo como el suyo.
Hace poco mas de dos años, después de terminar de estudiar Derecho Mágico, Zabinni y el habían fundado una compañía de seguridad. El tipo de trabajo que llevaban a cabo, era desde recuperación de secuestrados, protección personal y para empresas…y a veces en ocasiones muy especiales y cada vez menos contadas, trabajos como el que tenia entre manos en ese momento…caza de fugitivos.
Era el trabajo perfecto para el. Requería de una mente clara, veloz y creativa al mismo tiempo, un análisis rápido se situaciones y arriesgar un poco a la hora de tomar decisiones cruciales.
La serenidad y sangre fría eran para Draco algo totalmente necesario, y eran además dos de sus cualidades innatas.
Desvió su vista de la cabaña al viejísimo Ford Pickup estacionado frente a la casa; solo porque la historia y la descripción de la camioneta encajaba a la perfección con el modus operandi de su presa, el pago en efectivo, asegurarse de dejar pistas falsas sobre su destino y después desaparecer no confiaba automáticamente que la que estaba en este momento dentro de la cabaña fuera Granger. Todavía podía ser que se le hubiera escurrido de entre las manos otra vez.
Para sorpresa de Draco, Hermonie Granger se había vuelto una experta en embaucar a tipos para su beneficio, cambiando continuamente de vehículo o bien consiguiendo un buen escondite unos cuantos días. Draco sonrío con desprecio al pensar en lo que se había convertido la tan aclamada "Mejor Bruja" de Hogwarts.
Pero el instinto bien entrenado de Draco le gritaba que esta vez la suerte le sonreía, porque podría jugarse el cuello a que la había visto con sus propios ojos, de lo mas descarada por cierto, haciendo compras de provisiones esta misma mañana.
En ese momento se abrió la puerta de la cabaña.
— Se mueve algo— le dijo a Zabinni- Después hablamos.
Colgó sin esperar respuesta, se guardo el teléfono y cuando se llevo los prismáticos a los ojos vio a una joven que salía del porche, dirigiéndose hacia la camioneta.
Con mas calma de la que en realidad sentía la analizo de arriba abajo, empezando con sus gruesas botas de borrego, continuando por unas largas piernas de muslos esbeltos enfundadas en ceñidos vaqueros y medio tapadas por una enorme chamarra color cereza para fijarla finalmente en su rostro.
Suspiró con fuerza, sin darse cuenta de que se había estado aguantando la respiración. Si, definitivamente era ella, a pesar de los cinco años transcurridos, las facciones de esa mujer estaban perfectamente impresas en su mente.
Tenia la boca carnosa, la nariz pequeña y recta, los ojos grandes y de un color castaño indefinido; a veces parecían completamente negros, otras adquirían una tonalidad miel, todo esto encajado en un rostro en forma de corazón, enmarcado por una abundante cabellera de brillantes rizos color castaño, que antes habían llegado hasta su cintura, ahora lo llevaba corto un poco por debajo de sus hombros, que le recordó sin querer su tercer año en el colegio.
Frunció el ceño un momento. Casi volvió a sentir el enorme dolor que ella de ocasiono al romperle la nariz de un certero puñetazo.
Sintió una fuerte sensación de triunfo al confirmar una vez mas que, sin lugar a dudas era Granger, la insoportable sabelotodo, ratón de biblioteca, amiga incondicional del idiota de Potter y el mas idiota aun Weasley, pero sobre todo la "sangre sucia" que se afano en molestarlo cada día durante casi siete años y aun continuaba haciéndolo. Aunque Draco le tenia que reconocer que para ser una fugitiva principiante, Granger, no había cometido ningún error en su huida; simplemente había desaparecido, convirtiendo un trabajo que debería haber sido un juego y una muy anhelada venganza para el, algo que ocuparía su tiempo cuando mucho una semana, en una prueba a su inteligencia y paciencia, teniéndolo tras de su pista por tres meses, una semana, dos días, cuatro horas y dieciséis segundos…y contando.
Lastima para ella que Draco fuera tan bueno en su trabajo, por eso, por ser un ser metódico y despiadado había logrado dar con ella.
Después de la ultima vez que le perdió el rastro volvió al principio, repasando los lugares en donde era probable que era huyera, incluida aquella cabaña, propiedad de un tío abuelo de Granger, en donde ella con su familia solían pasar las vacaciones de verano antes de irse a la madriguera a reunirse con su pandilla para volver al colegio.
Draco llego por casualidad esas misma mañana a re-abastecerse de provisiones para seguir con su búsqueda, cuando inesperadamente un sexto sentido le hizo voltear por el gran ventanal de la tienda, justo cuando ella trepaba a su camioneta. Sin pensarlo dos veces corrió hacia el estacionamiento dejando la cuenta de su almuerzo a medio pagar y al empleado mas que pasmado con su reacción, sin embargo al salir solo alcanzando a ver como el trasto al que ella manejaba se alejaba por la carretera rumbo a donde el suponía estaba la cabaña… y no se había equivocado.
Ahora ahí, de pie frente a ella, escondido entre las sombras, casi saboreaba el momento de capturarla y llevarla ante el ministerio para que pagara por su crimen, nada en el mundo mágico o muggle le daría mas satisfacción que verla encerrada en una mazmorra de Azkaban.
Aunque tenia que reconocer que Granger tampoco la debió de pasar bien durante los últimos meses con la acusación del asesinato de su prometido a cuestas. Draco cuando lo pensaba bien aun se sorprendía un poco de saber que ella había huido, con lo exageradamente respetuosa que siempre fue de la ley y las autoridades, debía estar muy asustada para hacer lo que hizo.
Pero en realidad a Draco no le importaba en absoluto como se sintiera Granger. Ahora…en este momento Era Suya. Con un inesperado pero completamente claro sentimiento de posesión, Draco había seguido observándola bajar la bolsa de comida de la camioneta y regresar a la cabaña por el mismo camino.
De pronto, justo al llegar a las escaleras que terminaban en el porche de entrada, ella se paro en seco, volvió la cabeza y miro justamente donde estaba el.
Draco sabía perfectamente que ella no podía verlo. Sin embargo, sintió intensamente su mirada, como una caricia. El gesto lo dejo inmóvil y se olvido por segunda vez de respirar, sorprendido al notar un cosquilleo por todo el cuerpo y una extrañísima sensación de afinidad…de ella recorrió con su mirada a un lado y otro del claro, con cuidado, entrecerrando los ojos un instante; después todo su cuerpo se tenso, volviéndose rápidamente subió corriendo las escaleras. Se detuvo un momento bajo la puerta, mirando sobre su hombro una vez mas en su dirección antes de desaparecer en el interior de la cabaña.
Molesto, Draco soltó un suspiro y una maldición, preguntándose que demonios acababa de pasarle. ¿Pero quien pensaba que era ella? ¿Una especie de adivina? Que el supiera nunca se le dio bien esa materia... ¿Su alma gemela?
No el no se tragaba esos cuentos, había conocido suficientes mujeres para saber que aquello no existía, y si existiera podía apostar su brazo derecho a que no era Hermione Granger.
Mas molesto aun ante ese pensamiento se guardo los prismáticos en el bolsillo de su chamarra, e inicio la marca, despacio, cuidando de quedar siempre resguardado por las sombras y aprovechando la fuerza adicional que recibía su cuerpo de la descarga tan fuerte de adrenalina que corría por sus venas para hacer frente al metro de nieve que cubría el suelo.
Ya estaba harto del jugar al gato y al ratón. Había llegado el momento de ir por ella...
~Fin del Capítulo 1
¿Que os ha parecido?
Espero lo hayan disfrutado tanto como yo mis amados Frikiteros...
Os quierooooo
Pd: El fic es de Sechid
~Ciel
