Esta es la primera vez que escribo un ff !!, cualquier crítica será bienvenida, así que no os cortéis!!
Ni la serie ni ninguno de los personajes de Prison Break me pertenece.
La siguiente historia ocurre unos tres años después de escapar de Fox River.
Ha estado lloviendo durante días, no dejan de informar por la radio en qué lugares de la zona los ríos se han desbordado. Algunas aldeas han sido completamente arrasadas por el agua. Pobre gente, me gustaría detenerme a ayudarles pero hay demasiados reporteros y canales de televisión cubriendo la noticia, en estos momentos sería demasiado arriesgado.
Vamos hacia el sur de Perú en un pequeño autobús, buscando un sitio donde establecernos una temporada y poder dejar de huir. Los dos empezamos a estar algo irritables y cansados. Llevábamos un par de años en Panamá, el primero escondidos y el último año habíamos logrado establecernos y empezar a tener una nueva vida pero hace una semana una turista nos reconoció. Creo que le gustaba Lincoln, pero Lincoln sigue sin confiar en nadie. Ella nos dijo que no nos preocupáramos, que nunca nos delataría pero los dos pensamos que lo mejor sería no arriesgarnos. Desde entonces hemos estado viajando a la deriva durante días. Ahora ya nada está controlado, y eso me pone nervioso, no sé como va ha salir esto, nos movemos sin tener en mente ningún destino en concreto, creo que es lo único que nos puede salvar... Para Lincoln nada ha cambiado, le da igual escapar con plan o sin plan, lleva toda la vida abandonado a su suerte, enfrentándose a lo que venga espontáneamente. En estos momentos envidio su temple. A mí lo único que me salva es creer a ciencia cierta que avanzar sin ningún plan en mente es la forma correcta de que no den con nosotros.
La lluvia es mas intensa en esta zona, la carretera concurre al lado de un turbio río al borde de su capacidad, no puedo apartar la vista de esas inquietantes olas que forma el ritmo trepidante de las aguas, parecen querer alcanzar los bordes de la carretera. Aun así, se percibe lo increíblemente bonito que es este lugar, la exuberante vegetación parece cubrirlo todo, la luz se cuela entre las ramas de los árboles de forma mágica y el reflejo en el río en condiciones normales debe de ser majestuoso. Sería un buen sitio para permanecer un tiempo…
- ¡¡Lincoln, agárrate!!
Un trozo de asfalto acaba de romperse justo debajo de la rueda del autobús y en menos de un segundo el agua empieza a entrar dentro. El autobús es empujado por la corriente como si fuera un pequeño obstáculo en su camino que pronto cederá a su fuerza.
-¡¡Hay que salir de aquí!! – me grita Lincoln.
En cuanto le miro me agarra del brazo y empieza a abrirse paso entre la gente, sale por una ventana y en ese instante el autobús se desplaza hacia él dándole un fuerte golpe en la espalda.
-¡¡Lincoln!!
Lo pierdo de vista debajo de las aguas, el autobús se está inclinando hacia ese lado y tengo que salir por la ventanilla opuesta, me subo a la parte más alta que aun queda a flote y no veo a mi hermano por ninguna parte.
Desolado, salto al agua y con un nudo en el estómago empiezo a bucear por la zona en que lo vi por última vez, no hay nada, no consigo ver nada… Trozos de ramas, piedras y barro golpean las zonas de mi cuerpo que están bajo el agua. No puede haber desaparecido tan rápido… Vuelvo a zambullirme y le busco desesperado. No lo encuentro... Me siento inútil, como si luchara contra algo mucho más grande que yo. Por unos instantes sólo siento el vacío, un vacío inmenso, dolorosamente agudo. No puede haber acabado así, así no…
¡¡¡¡LINCOLN!!!! Atormentado me niego a creerlo, mi mente no lo acepta. Empiezo a negar con la cabeza, cada vez mas rápido, locamente y no paro de gritar su nombre. Algo se me agarra de la pierna y con ojos desorbitados veo que es una niña que se está ahogando, la cojo en cuello e intento sacarla del río, tras diez minutos luchando contra la corriente la consigo poner a salvo, pero sigo sin ver a mi hermano y vuelvo a entrar al agua, tiene que estar en algún lado…
Reviso las orillas del río, los árboles sumergidos, cualquier cosa a la que se pudiera haber agarrado pero no lo encuentro, hay mucha gente en peligro pero no puedo dejar de pensar que mi hermano ha desaparecido…
Como un zombi agarro a algunas personas y las saco del río, cuando ya no se ve gente en el agua estoy tan abatido que pienso que quizá si me dejo arrastrar por la corriente de con él, me parece un plan coherente y lógico, sí, es la única opción que se me ocurre.
Cojo aire y me entrego al río, no dejo de mirar alrededor por si veo algo, pero permito que la corriente me lleve por donde quiere, cada vez me arrastra mas rápido, sé que ya soy incapaz de salir del río por mí mismo y en vez de miedo, siento desahogo, abandono a la muerte si fuera necesario, quiero encontrar a Lincoln y ésta es la manera.
Un golpe brutal en la barriga contra un enorme tronco sumergido en el agua me deja sin respiración por unos minutos. Noto que ya no me muevo, sigo empotrado contra el árbol, sin saber que hacer.
Advierto una leve corriente que cada vez se hace mas intensa, parece tirar de mis pies hacia abajo, pienso en agarrarme al tronco, luego en dejarme hundir… Justo cuando me dejaba ir, reparo en unos cuantos arbustos tras los que se han acumulado trozos de residuos arrastrados por el río, detrás del tronco los remolinos han formado una pequeña bañera de aguas tranquilas en la que está mi hermano enredado entre las ramas y plantas.
Llego hasta él y lo arrastro lejos del río. Lloro, no he mirado aun si esta vivo o muerto, le tomo el pulso en cuanto lo saco del agua y tiene. Suspiro aliviado. Intento que vuelva en sí, pero sigue inconsciente. Me tumbo a su lado para oír su corazón, late. Me llena el alma oír su latido. Respiro profundamente. Necesito encontrar ayuda.
Vuelvo corriendo hacia donde tuvimos el accidente, no quiero dejar a mi hermano mucho tiempo solo, temo perderle de nuevo… El viento es cada vez mas fuerte y cortante, al llegar, la ayuda ya estaba en marcha, muchas personas atendidas por un pequeño grupo de gente y entre ellos distingo una bata blanca. Grito para llamar su atención.
-¡Necesito ayuda¡Ayúdenme¡Por favor!
Hago señas para que se acerque rápidamente. Durante un momento creo que me engañan los ojos, o que quizás ya no estoy vivo, la médico que corre hacia mi es Sara. Su mirada de urgencia queda sustituida por una de máximo desconcierto en cuanto me ve, pero no se para, sigue corriendo hacia mí escudriñándome con la mirada. Nos miramos como si estuviéramos viendo a un fantasma. Sin saber si mi mente me está jugando una mala pasada, le pido ayuda.
-¡Rápido! Es Lincoln, está ahí abajo, inconsciente, tienes que ayudarle, por favor…
Lo dije rápido y suplicante, lleno de dolor, a punto de caer vencido.
Vi la determinación en sus ojos cuando echó a correr hacia donde se encontraba mi hermano. Corrí tras ella.
Verla ayudándole me hizo sentir mucho mejor, esperanzado. Cuando se levantó de su lado me miró tranquila.
-No te preocupes, Michael, se pondrá bien.
-Gracias – me interrumpe.
-Esperadme aquí, vendré a buscaros enseguida.
-Bien…
Arrodillado frente a mi hermano, le toco la cara, el pecho… creo que necesito sentir que está aquí conmigo, que no le he perdido… Apoyo la mano en su corazón e inclino la cabeza. Dejo que sus latidos me consuelen.
Sara no vuelve, dudo si realmente es ella o si el estrés de la situación me ha hecho ver a otro médico como si fuera ella… quizá proyecté su imagen para calmarme…
Oigo el ruido de un motor, me levantó a mirar y veo un todo terreno acercándose, dentro vuelve a estar ella, saludándome, le devuelvo el saludo y antes de poder bajar la mano, tan rápido como un parpadeo, algo se me hecha encima y me golpea salvajemente la sien. Noto estallar la cabeza y caigo desplomado mientras todo se vuelve negro.
CONTINUARÁ…
