I
Era el día de descanso para las alumnas de la Academia de Hechicería Luna Nova, y el sol de mediodía brillaba en un cielo despejado. La mayoría de estudiantes aprovechaban el tiempo libre para divertirse junto a sus amigas, practicar un poco su magia o visitar el pueblo cercano, Blytonbury. Sin embargo había un trio de estudiantes que habían preferido no salir de la escuela esa mañana.
En la espaciosa habitación al final del largo pasillo del segundo piso del edificio de dormitorios, Hannah y Barbara pasaban el rato leyendo en silencio una novela romántica, mientras tomaban té acompañado de pasteles y galletas, mientras que al otro lado de la librera que servía de división, Diana se encontraba sentada frente a su escritorio, su rostro reflejaba la profunda concentración que era capaz de desarrollar cuando se entregaba a la solución de algún problema realmente difícil, justo como en esa ocasión. Llevaba ahí toda la mañana, cruzando referencias de libros viejos e interpretando pasajes oscuros, algunos de ellos escritos en lenguas que pocas personas dominaban. Tomando la pluma garabateo un par de signos en un papel y una sonrisa se dibujó en su rostro, Diana sintió de nuevo la satisfacción de enfrentarse a un problema difícil teniendo nada más que su intelecto como herramienta y salir finalmente victoriosa.
La sonrisa triunfal aún no se desvanecía de su rostro cuando sus pensamientos fueron interrumpidos por un ruido que le llego de fuera de la habitación. A lo lejos se escuchaba que alguien corría por el pasillo, y a juzgar por como el ruido iba haciéndose cada vez más fuerte, ese alguien venia acercándose rápidamente. Diana dejo escapar un leve suspiro.
Justo en ese momento alguien llamo a la puerta y antes de que Hannah y Barbara pudieran reaccionar, esta se abrió de golpe al mismo tiempo que escucharon a Diana exclamar desde el otro lado de la habitación:
-"Puedes pasar Akko, estoy en mi escritorio"
Akko ya se encontraba de pie en medio de la habitación y viendo a Hannah y Barbara sentadas en el sofá procedió a saludarlas, hablando a toda prisa.
-"¡Hola Barbara, hola Hannah! ¿Se encuentra Diana?, ¡necesito hablar con ella con urgencia!"
Justo cuando termino, su mente asimilo por fin lo que Diana había dicho cuando apenas iba entrando.
-"Eh- ¿Acaso me estaban esperando?"
Hannah y Barbara solo se encogieron de hombros mientras Akko las miraba confundida.
Diana apareció por detrás de la librera, los brazos cruzados y una expresión severa en el rostro.
-"Cuando escucho a alguien correr por el pasillo, cosa que desde luego está prohibida, y que sus pasos se acercan decididamente a mi habitación, es muy fácil imaginar de quien se puede tratar".
Akko hizo una mueca con los labios mientras intentaba disculparse.
-"Ya sé que está prohibido correr por los pasillos, ¡pero es que tengo algo muy importante de que hablarte!" y tras una pausa añadió "ah, espero no haber interrumpido tus estudios".
Diana sonrió, sus facciones se relajaron, dejo caer sus brazos y se sentó en el sillón que estaba desocupado, ver a Akko actuar como una niña pequeña al regañarla era algo que encontraba muy divertido, aunque nunca lo admitiría.
-"No te preocupes, de hecho justo ahora acababa de resolver el problema en el que había estado trabajando"
Hannah y Barbara la miraron emocionadas
-"¿Ya lograste resolverlo?"
-"¡Diana, eso es maravilloso!"
Al ver a Hannah y a Barbara tan emocionadas, Akko se sintió interesada en el problema del que hablaban.
-"¿En realidad era tan difícil? ¿de que se trataba?"
-"Bueno, en realidad no era nada muy importante"
Diana trato de evadir el tema, pero Hannah se apresuró a contestarle a Akko
-"Verás Akko, Woodward, la líder de las Antiguas Nueve Brujas y fundadora de esta academia, era una prodigio de la numerología, incluso hay un premio que lleva su nombre. Pues bien, ella también era aficionada a los enigmas, acertijos y juegos matemáticos, y dejo una increíble cantidad de estos retando a sus alumnos a que los resolvieran, pero algunos son tan difíciles que incluso hasta este día siguen sin resolverse. Cualquier persona que logre encontrar la respuesta a uno se le da un diploma de reconocimiento y la solución al problema recibe su nombre"
-"Entonces… ¿Diana resolvió uno de esos problemas?, ¡Wow! ¡Es increíble!"
-"¡Y apenas le tomo un par de días!" Añadió Barbara.
Akko se unió a Hannah y Barbara en cubrir de felicitaciones y elogios a Diana, que intentaba actuar con modestia, pero en el fondo se sentía muy satisfecha consigo misma, y sonreía mientras un ligero rubor cubría su rostro.
-"Si, bueno, aún tengo que presentar mi solución al concilio encargado de evaluarlo, y luego esperar a que no encuentren ningún error. Pero por ahora estoy bastante satisfecha, fue un reto bastante difícil".
Entonces tosió para aclarar su garganta, antes de continuar.
-"En cualquier caso, Akko, ¿creo que tenías algo muy urgente de que hablarme? Debe ser importante si viniste volando desde el pueblo para decírmelo"
-"Oh, claro- Espera, ¿Cómo sabes que vengo del pueblo?"
-"Porque tienes el cabello desordenado por el viento, así que debiste haber estado volando. Y como traes puesta la capa del uniforme, debiste haber salido al pueblo".
Akko toco su cabello como para cerciorarse de lo que Diana había dicho.
-"EH, tienes razón, eres muy observadora, Diana"
Diana solo hizo un gesto con la mano restándole importancia.
-"Realmente no es nada extraordinario, Akko".
-"No, he notado que siempre te das cuenta muy rápido de lo que ocurre cuando algo anda mal, como cuando Amanda y yo discutimos en clase de pociones y tu resolviste todo antes de que ocurriera algo grave, o como cuando Fafnir se llevó la Piedra Filosofal y descifraste el texto antiguo, o como cuando la love love bee escapo en la fiesta de Andrew e intentaste detenerla-"
Akko dejo de hablar cuando Hannah y Barbara se le quedaron viendo con alarmadas, "¿Acaso dije algo malo?" pensó Akko, y dirigió su mirada a Diana, que estaba cubriéndose el rostro con una mano tratando de ocultar el rubor que se extendía por su cara. "Oh" pensó Akko, "A Diana le debe dar vergüenza recordar ese momento".
-"Eh- bueno, lo que quiero decir es que justamente por eso es que vine a verte", término Akko.
-"¿A qué te refieres?"
Akko se inclinó un poco hacia adelante mientras les relataba lo que había ocurrido.
-"Verás, hoy por la mañana fuimos Lotte, Sucy y yo al pueblo, y pasamos por la tienda de magia, mientras nos atendía, el encargado de la tienda nos comentó que desde hace unos días ocurren cosas raras en la tienda, al principio eran cosas sin importancia, como que varios objetos aparecían cambiados de sitio por las mañanas. Pero después empezó a encontrar objetos rotos, y hoy por la mañana encontró un estante completo volcado y las cosas que contenía destruidas. Al principio pensó que se podía tratar de que algún objeto que le llevaron estuviera encantado, así que reviso todas las compras que había hecho la semana anterior, buscando rastros de encantamientos, pero no había nada fuera de lo normal. Así que unos días después consulto a un experto en espíritus, pero él también fue incapaz de encontrar nada, Lotte también intento hablarle a los espíritus de algunas reliquias antiguas, pero ninguna pudo decir que ocurría".
Diana la había estado escuchando con atención, aun confundida acerca de que tenía eso que ver con ella.
-"¡Entonces fue que le dije que tal vez tu podías descubrir que es lo que anda mal, Diana!"
Diana miro atónita a Akko por un segundo antes de contestarle.
-"Akko, ¿Le ofreciste mi ayuda a alguien sin antes consultarme?"
Akko pareció sorprendida por tal pregunta, pero de inmediato empezó a explicarse.
-"Es que él nos ha ayudado muchas veces antes, tu viste como nos recibió cuando me llevaste a su tienda después del asunto de Chariot, a pesar de que ya era muy tarde" Akko pareció entristecer un momento mientras recordaba ese día, pero se repuso de inmediato y continuo "además estoy segura que tú podrás descubrir que está pasando! No, ¡seguramente tu eres la única que puede ayudarlo!" y luego con algo más de calma añadió: "Además él es muy fan tuyo, se puso muy contento cuando le dije que estaba segura de que lo ayudarías".
Diana suspiró, esa parte de Akko que siempre estaba dispuesta a ayudar desinteresadamente a quien fuera le parecía admirable, y de hecho Diana a veces pensaba que Akko era un ejemplo a seguir en ese sentido. A veces Diana no se daba cuenta cuando alguien necesitaba ayuda, y luego se lamentaba no haberla ofrecido, Akko en cambio siempre percibía de alguna manera cuando alguien estaba en dificultades. Tras permanecer pensativa un momento, al final Diana le sonrió a Akko, con lo que la bruja de pelo castaño se sintió más tranquila, al saber que Diana no estaba molesta.
-"Akko, no tengo problema en servirle de la mejor manera que pueda al encargado de la tienda, pero la próxima vez, por favor avísame antes de ofrecer mi ayuda, sería muy vergonzoso si no soy capaz de hacer nada o no me encuentro en una situación en la que tenga que negarme".
-"¿Entonces sí le ayudaras? ¡Gracias Diana!"
Akko se levantó y tomo a Diana de las manos mientras le sonreía.
-"¡Realmente le hacer honor al lema de tu familia, Diana!"
Diana se sintió sorprendida por la súbita muestra de afecto, y el sincero elogio, pero pudo mantener la compostura.
-"Bueno, en todo caso será mejor que nos pongamos en camino"
Diciendo eso Diana se levantó, abrió un armario del que saco la capa del uniforme y se la puso pasándola sobre su cabeza en un movimiento con mucho estilo, luego tomo algunos objetos mágicos que pensó le podrían servir y los metió en sus bolsillos, cuando estuvo lista le indico a Akko que partieran, mientras se despedía de sus compañeras de habitación.
-"Hannah, Barbara, nos vemos luego"
-"¡Adiós Diana!"
-"¡Que les vaya bien!"
Akko y Diana salieron de la habitación y pronto se encontraron volando sobre sus escobas, camino a Blytonbury.
