-Estúpida humana- me dijo el apartando su rostro, mis manos temblaron, me dolía el corazón al no poder verlo, no sé cuándo comenzó todo esto pero ya estaba hecho y no podía hacer nada al respecto. El empezó a alejarse mi mano se movió por voluntad propia ,sujetando su mano , me sonroje y baje la cabeza para que el "el gran lord de las tierras del oeste" no fuera capaz de ver todo lo que provocaba en mí, pero el volteo y busco mi mirada, la confusión se mostraba e su mirada, sus labios esculpidos se entreabrieron para completar la imagen de confusión en su perfecta cara, una brisa recorrió el prado en el que nos encontrábamos , el pasto se agito, las flores desprendieron su olor rodeándonos como una invitación, su largo y hermoso cabello plateado me envolvió, tenía un maravilloso olor. Y tomo mi mano por un segundo pensé que era para apartarme y en esos pocos segundos mi corazón empezó a resquebrajarse , pero el entrelazo su mano con la mía y me jalo hacia su duro pecho, mire hacia arriba y me topé con su rostro muy cerca del mío, sus ojos brillaron con una calidez sobrecogedora que no había visto.-estúpida humana- susurro el contra mi rostro bajo lentamente su cabeza como si estuviera pidiendo permiso para algo, por fin llegó el momento que esperaba sus labios rozaron los míos, cuando cerré los ojos él lo tomo como una respuesta así que el beso se tornó fácil y tierno, alce los brazos y rodee su cuello, en cuanto lo hice el soltó mi mano y bajo las suyas hasta encontrar mi cintura cuando llego ahí el me sostuvo fuerte y me apretó contra él, yo intentaba todo para no dejar un solo espacio entre él y yo, nuestros labios se movían con una desesperación por estar juntos que ambos desconocíamos, abrí mi boca para permitirle acceso a su lengua el empezó a responder con más intensidad, una voz interrumpió el hermoso momento
-Kagome por fin te encontré, te….
Inuyasha vio la escena que tenía enfrente suyo sus ojos se abrieron y mostraron traición, pero él ya había dejado claro hace bastante que no me quería como suya, además esto me había controlado por completo y ya no podía seguir negando los sentimientos que sentía por Sesshomaru. Inuyasha salió corriendo, pero por primera vez no me dolió, nadie arruinaría lo perfecto que este momento fue.
