Teen Titans, una serie animada basada en la historieta de superhéroes The Teen Titans, de DC Comics. Por lo tanto, ningún personaje presentado aquí me pertenece.
Advertenciαs: Temas ligeramente adultos y cierto OOC (consciente y adrede).
No puedo evitαr, no puedo evitαrlo.
Trato de hundirme en la oscuridad, buscar un modo de aclarar mi mente, pero no puedo. Trato de hacer oídos sordos, pero tampoco puedo. Raven, entiéndelo. Él es solo un amigo, me reprendo a mí misma.
Chico Bestia me ha pedido por enésima vez que sea su novia; sin embargo, lo he rechazado por enésima vez. Tampoco puedo aceptarlo. No puedo, es simple. Y no lo amo.
Oigo los gemidos de satisfacción que emiten en el otro cuarto. Starfire pide más; tú se lo das, satisfecha. Ahí no solo hay dos cuerpos fundiéndose en uno, ahí hay amor mutuo, es por eso que nunca serás mío, Robin, porque sé que lo amas. Jamás intentaré quitártelo, Starfire. No.
Intento concentrarme en meditar, pero es imposible. Imágenes de ustedes juntos vienen a mi mente. Sacudo la cabeza. No, así no, esto está mal.
Ignoro en que momento empecé a sentirme atraída por Robin. Al principio lo veía como un chico demasiado petulante, que se proclamaba líder del grupo y a mí me mantenía al margen. De verdad, no era de mi completo agrado, pero con el tiempo y las misiones me he dado cuenta que él no era lo que en verdad aparentaba. Es un chico justo y alegre, quien siempre intenta que nos mantengamos unidos en todo momento. Serio cuando debe, responsable cuando la situación lo amerita. Valiente, frentero, leal. Amigo. Allí lo comencé a ver como un gran amigo.
Pero lo más extraño es como me volví amiga de ti, chica extraterrestre; eres demasiado ruidosa, y siempre intentabas hacer que sonría un poquito. Al lado mío, tu irradias una luz brillante. Yo soy oscura, lo sé, pero eso a ti te dio igual. Y te lo agradezco. Tengo que reconocer que te ganaste un lugar en mi corazón y que eres la única amiga que he tenido y tendré el resto de mi vida. Por eso… por eso Starfire, así me quede sola jamás te traicionaré.
Recuerdo la fingida alegría que puse en mi cara, en forma de sonrisa, cuando me contaste que Robin se te había declarado y que tú habías aceptado ser su novia. La alegría de tus ojos hizo que yo me mantuviese al margen.
Todavía recuerdo cuando me salvaste, Robin. Creo que desde que te lanzaste desde aquel acantilado para salvarme, al sentir tu piel contra la mía empezaste a atraerme. Cuando te veo, tengo que reprimir mis instintos y tragarme las ganas de mandar todo al diablo, de lanzarme a tus brazos, de besarte y pedirte que me hagas tuya, a pesar de ser una mujer de las sombras sigo siendo una mujer, ¿no?
Recuerdo tu cara de aflicción cuando a Starfire la prometieron con aquel monstruo en su planeta; tu cara de tristeza cuando ella aceptó resignada y tu alegría cuando ese matrimonio no se dio, entonces comprendí entonces que jamás serías para mí… doloroso, pero lo acepto.
Tendré que resignarme a ser simplemente tu amiga…
Tendré que permanecer para siempre en medio de las sombras para que sean felices juntos.
Ser como una voluta de humo.
Cierro los ojos y una lágrima solitaria corre por mi mejilla…
—*—
Escucho que tocan la puerta de mi cuarto con nerviosismo; medio adormilada me levanto. Al verte frente a mí, termino por despertarme del todo.
—¿Qué haces aquí, Robin?
Entras y te miro sorprendida. De un movimiento rápido me pones contra la pared. ¡Dioses! ¿Cuándo fue la última vez que te tuve tan cerca? Tu olor masculino me embota los sentidos. Intentas besarme, mi cuerpo quiere corresponderte y mi mente me obliga a darte un empujón.
—¿Qué haces? —te pregunto.
—Quiero hacerte mía, que seas mi novia.
Me quedo con la boca abierta de la sorpresa, por un segundo pasó por mi mente corresponderte, pero no. No es lo correcto. Mi mano abierta golpea tu mejilla izquierda.
—Bastardo —digo—. ¿Crees que soy un juguete? ¿Qué Starfire es un juguete?
—No te niegues, Raven, sé que te gusto —sonríes.
—No lo niego —admito—, pero tú eres mi amigo, y Starfire es como mi hermana. ¡Vete de aquí antes que empiece a gritar! —amenazo.
Te marchas, ofendido. Todavía siento el calor de tu cuerpo sobre el mío, créeme que esa cachetada me dolió más a mí que a ti. Fue lo correcto.
Despierto anonadada y cubierta de sudor. ¿Qué fue eso?
Suspiro. Todo fue una pesadilla. Vale, nunca ha pasado más que en mi retorcida cabeza.
Bajo a desayunar, todo es normal. Robin y Starfire parecen cansados pero felices; quizás sea yo la única, además de ellos, que conoce el porqué.
Te miro, Starfire y me sonríes, incluso en mis sueños creo haber hecho lo correcto; me señalas a Chico Bestia y ríes. Leo entre líneas que no has renunciado a tu propósito de emparejarnos.
Luego te miro a ti, Robin y te pido perdón en silencio por la cachetada que te di en mis sueños. Sé que no eres así, te conozco. No la traicionarías ni a ella ni me usarías a mí. ¿También me señalas a Chico Bestia? ¿También tú te has confabulado con tu novia para emparejarme con él?
Vaya, qué cosas, yo muriendo de amor por ti, peleando contra mis demonios internos para no arruinar mi amistad con la chica extraterrestre y lanzarme de lleno a tus brazos, Chico Bestia pretendiéndome como siempre…¡Qué confusión!
De verdad que necesito adentrarme de nuevo en las sombras.
Necesito meditar.
.
.
.
.
—¿Se merece un review?
Bitácorα de Jαz: Las razones que favorecían a la eliminación de la historia: muchas. Y todas lógicas. Razones por las que se queda: poco lógicas, un cariño extraño a mis primeras historias y el deseo de comparar mis escritos de antes y los de ahora :). Sí, las razones son simples muchas veces.
No, no hay ninguna indirecta detrás de todo esto, solo una sobredosis de tereré en un día caluroso (XD).
Editαdo el 26 de septiembre de 2014, viernes.
¡Jajohecha pevê!
