Imagina.
Solo imagina.
Imagina como tu respiración se hace errática, tus pulmones luchan por sobrevivir pero tu cuerpo lleno de sensaciones se niega a proveerte de lo que necesitas, aire.
Tu espalda forma un arco mientras tus manos luchan intranquilas por aferrarse a algo, solo logras que las sábanas bajo tuyo se arruguen.
Tu estómago se contrae y tus rodillas se convierten en gelatina. El contacto suave pero a la vez rasposo de su barba contra tus muslos te hace estremecer; un beso en tu vientre y ya no eres capaz de pensar, solo eres capaz de sentir.
Sientes como te invade por completo y te hace tocar el cielo con la punta de los dedos en un solo movimiento de sus labios.
