N/A: Bueno, antes que nada quiero decir que este es el primer fic que me animo a escribir... espero que les guste, y de ser asi por fa comentenlo y si no les gusta tambien, para mejorarlo...
Declaimer: Naruto es propiedad de Masashi Kishimoto, yo solo creé esta historia con sus pesonajes y sin fines de lucro.
sin mas que decir, que disfruten la historia :) ...
Conviviendo con mis primos
Mi nombre es Sakura Haruno. Soy una chica muy singular, y no solo lo digo por tener un color de cabello rosa natural, ni uso ojos verde jade. No. Lo digo porque yo, con 15 años de edad, soy la única de mi clase que no ha dado aun su primer beso.
Soy patética.
No es que sea fea, al contrario. Soy una belleza, como me dicen algunos, o una hermosura exótica, según otros. Lo que pasa es que, en estos 15 años, nunca me había enamorado de alguien. Y este ultimo año, cuando empecé por fin a enamorarme de un chico, mis padres me dicen que nos vamos a Estados Unidos, gracias a una buena oferta de trabajo que les ofrecieron allá. Yo decidí quedarme a vivir con mi tía, la cual no vive tan lejos de mi ciudad natal. No podre estar con mis padres, pero lo bueno será que podre estar con mi querida tía y podre seguir viendo a mis amigos, además de cierto chico, aunque no sea tan a menudo.
También conoceré a mis primos. Nunca los he visto, ya que vivían con su padre en Inglaterra, pero este falleció hace un mes, así que se vinieron a vivir con su madre.
El esposo de mi tía, el señor Fugaku, separó a mis primos de mi tía a muy temprana edad, y ella solo podía verlos en los meses de vacaciones.
Nunca entendí por qué él los separo de su madre. Mi tía es una muy buena persona, es como mi segunda madre, y a menudo la visitamos. Es una persona tan dedicada y bondadosa, que me rompe el corazón que siempre estuviese sola en aquella lujosa casa. Aunque ya no lo estará más… espero.
Ya estaba en camino a casa de los Uchiha, mi familia paterna.
El viaje estuvo aburrido, pero que más quería, si tuve que pasar las tres horas de viaje en el auto, mientras mis padres hablaban de que me comportase, entre otras cosas, cuando estuviese en la casa de mi tía.
-¡Al fin llegamos! –exclamo bajando del auto. Mis piernas estaban entumecidas, pero cuando veo a mi tía en la puerta de la casa, corro a abrazarla – ¡tía!
-¡Sakura! –me recibe e sus brazos abiertos mientras, prácticamente, me le tiro encima –que bueno es verte querida.
-Lo mismo digo tía adorada –le beso la mejilla y ella luego mi frente.
-Pero ahora podremos vernos todos los días –sonríe, y yo la imito, cómplice.
Mis padres se acercan. Papá le da un efusivo abrazo, cargándola y dándole vueltas.
-Discúlpanos hermana, por no venir mucho este año… el trabajo complicó las cosas.
-Lo sé, y lo siento… pero es una buena oportunidad de trabajo.
-Si, lo se –y desvía su mirada –hola Hana –abraza la nombrada –cuanto tiempo.
-Si, Mikoto… es una lástima que tengamos que irnos. Pero aunque sea llamaremos en los fines de semanas –afirma mi madre.
Ella se llevaba muy bien. Siempre que veníamos se divertían intercambiándose recetas de cocina, veían juntas su programas favoritos, y cuando yo era pequeña, se iban de shopping conmigo y yo era su modelo. Qué tiempos aquellos.
-Entonces esperare ansiosa sus llamadas –los vuele a abrazar, mientras yo aprovecho y bajo mis maletas del ículo –cuídense.
Se separan de ella, y ahora se aferran a mí en un afectuoso abrazo.
-Cuídate mucho, princesa –me dice mi padre.
-Aun seguiremos en contacto, mi flor –me dice mi madre.
-Los quiero mucho –les recuerdo, con una sonrisa en mis labios.
-Y nosotros a ti –aseguran los dos.
Con eso ultimo, besan mi frente, y luego se suben al auto.
-Saludos a Itachi y a Sasuke –grita mi mamá desde la ventana.
-Se los daré –afirma Mikoto, despidiéndose con la mano mientras se alejan.
-Me harán un poco de falta –digo tranquila.
-A mi también…
-¿Y mis primos? –desvió el tema. No quería ponerme nostálgica en ese momento… No le haría bien a mi decisión de quedarme.
-Uno está en la universidad y el otro en la escuela, estarán aquí a eso de las dos de la tarde.
-Ya, entonces aprovechare a desempacar.
- Te muestro tu habitación –me guía, agarrándome dulcemente del brazo –y… ¿que te parece? –me pregunta cuando llegamos.
Ella se encargo de decorarla cuando supo que había decidido ir a vivir con ella.
-Esta hermosa, gracias –la vuelvo a abrazar.
Es una habitación de tonos entre rosa y blanco, con una espaciosa cama, y con unos hermosos muebles de madera. Uno de ellos tiene espejo. El closet es espacioso, de un lado está la ventana, con vista hacia el jardín, y en otro esta una puerta, que debe ser la del baño.
-Me alegro de que te guste, preciosa… todo para mi sobrina consentida. Ahora te dejo, debo preparar el almuerzo –y con eso, se va.
Mi tía es un amor.
Me pongo a desempacar y a la hora, termino. Me recuesto un momento en la cama, pero enseguida me levanto para darme un baño. ¡Qué bien! este tenía una tina. A la media hora decidí salir y vestirme.
Me puse una falda negra muy ondulada, una camisa de tiras rosa pálido, y unas zapatillas bajas, negras.
-¿Necesitas ayuda? –le pregunto a mi tía cuando bajo a la cocina.
-La verdad no, pero me gustaría cocinar contigo –dice mientras me pasa un delantal de cocina.
Hubiera recogido mi largo cabello en una cola alta, pero este ahora era corto desde hace una semana.
-Listo, ¿de qué me encargo? –pregunto al terminar de ponerme la prenda.
-Bueno, estate pendiente del guiso, ahora vuelvo.
El guiso iba bien, solo le faltaban unos pocos minutos y estaría listo.
-Mamá… esta tarde vendrán unos amigos de la escuela –se escucha desde la sala a una voz masculina, pero como nadie responde, viene a la cocina –mamá…
-Jajaja, lo siento, pero no soy tu madre –sonrío –soy Sakura, y creo que tu eres uno de mis primos, es un placer conocerte –le ofrezco mi mano.
Antes de responderme, me da una buena mirada.
-Para mi igual, soy Sasuke –dice serio, agarrándome de la mano, y besándola suavemente por arriba, causándome un sonrojo.
Es que, ¿Cómo no sonrojarme? Si mi primo resulto ser un bombón. Con esa cabellera, negra azabache, con esos ojos, aun más oscuros, con esa piel, blanca, pero sobretodo… con esa hermosa sonrisa pícara, que surgió de sus labios después de que soltase mi mano.
-¿Tienes calor? –pregunta en tono seductor, mientras se acerca a mí y posa su mano en mi frente.
De repente, si siento un enorme calor, y no es por el vapor que sale de la cocina.
-N-no es nada… en serio –aseguro apartándome de él. Me pone nerviosa… ¿y a quien no?
-Veo que ya se conocen –se alegra Mikoto, entrando a la cocina.
-En eso estábamos –coincide, y la saluda con un beso en su mejilla –mamá, esta tarde vendrán unos amigos.
-¡Qué bien! Les preparare un refrigerio… y preséntaselos a Sakura, ya que a partir de mañana asistirá contigo a la escuela –sonríe –y cuídala mucho –se fija ahora en mi –tus padres me han dicho los problemas que has tenido con algunos chicos de tu escuela.
-Ah, eso… no fue nada, al final no paso nada malo –trate de restarle importancia.
-Bueno, pero igual es tu primo y debe cuidarte.
-Descuida, no le pasará nada –asegura el nombrado, subiendo las escaleras para ir a su habitación.
-Seguro te caerán bien los amigos de Sasuke, son muy simpáticos, sobretodo Naruto.
-No veo el momento de conocerlos.
La verdad, quería hacer nuevos amigos en este lugar… y entre más pronto mejor. Sobre todo porque no imaginaba estar todo el día encerrada en casa.
El almuerzo estuvo delicioso, y transcurrió tranquilo y silencioso, pero aun me faltaba conocer al último integrante de la familia Uchiha.
-Era Itachi –informa mi tía, volviendo de contestar el teléfono –dice que no volverá hasta la noche.
-Ya… y yo que ya quería conocerlo –hago un puchero.
Escucho unas risas por parte de mis familiares.
-Aun tienes esos gestos de pequeña –dice divertida Mikoto.
Sasuke no hizo comentario, solo se quedo viéndome, divertido también.
Y otra vez el calor se apodera de mi rostro.
Cada quien llevo su plato a la cocina, y luego me fui a mi habitación, saqué mi laptop y me puse a curiosear en internet.
Asi estuve un buen rato, hasta que me dio sed y baje por un vaso de agua.
Se podían escuchar unas voces provenientes de la sala. Llego a la cocina y mientras me sirvo, pude ver a unos chicos en esta.
-Debemos entrenar este fin de semana para… –se queda corto el rubio cuando me ve a lo lejos.
Y no me sorprende, causo muy seguido esa sensación en los hombres.
Lo saludo con la mano y una sonrisa para que reaccione. Lo hace, y me devuelve el gesto.
Sus compañeros se fijan en mí, al ver que miraba el rubio, y sus expresiones no son muy diferentes a la de él.
También los saludo con la mano y ellos me imitan,
-Jajaja –me sacan una risa, y me les acerco –hola, soy la prima de Sasuke, Sakura me presento mientras me siento en uno de los sofás, al lado del mencionado.
-Dejen de verla con esas caras –advierte un poco molesto el pelinegro, desviando la mirada –como ven es mi prima y no está disponible para ninguno de ustedes –asegura rodeándome los hombros con uno de sus brazos.
-Solo me pareció muy bonita –se defiende el rubio –es un gusto preciosa, soy Naruto Uzumaki –me ofrece su mano.
-¡Con que eres Naruto!, mi tía te menciono –le estrecho la mano y le doy un beso en la mejilla –al parecer tenía razón, eres muy simpático.
Levemente se sonaja.
-Tú también eres muy agradable –sonríe.
-Sakura, ellos son Kiba, Shikamaru y Neji.
-Es un placer –los saludo igualmente con un beso en la mejilla y al parecer eso disgusta a Sasuke.
Pasé un buen rato con ellos, y los fui conociendo.
Naruto en verdad era muy agradable y gracioso, pero ni él ni Kiba me quitaron el ojo de encima. Al menos los otros dos si lo hicieron.
Todos eran unos chicos muy guapos.
Naruto con su dorada cabellera, sus ojos azules y su piel algo bronceada.
Kiba con sus ojos oscuros y afilados, su cabello marrón y de piel bronceada como la de Naruto. Tenía un perrito blanco consigo llamado Akamaru.
Shikamaru con esa mirada despreocupada, su negra cabellera atada a una cola alta, de piel blanca y con unos nunca faltantes ``que problemático``.
Y Neji, con esa blanca mirada, piel blanca también y de largos cabellos color marrón, que lleva atados en una cola baja.
Si tuviera que separarlos en grupos, estarían Kiba y Naruto en el de los hiperactivos y Sasuke, Neji y Shikamaru en el de los tranquilos.
A las dos horas después, se marcharon. Ya se había oscurecido, y era un poco tarde.
-Me agradan –le comento a mi primo, aun en la sala.
-Hmp –es lo único que sale de sus labios, los cuales forman una sonrisa, y sube las escaleras.
De Sasuke había descubierto que le gusta usar monosílabos.
Ya estando sola, me levanto del sofá y salgo al jardín que está en frente de la casa. Me siento en una de las bancas de madera y me pongo a observar maravillada el cielo.
Se podía observar a la bella luna llena resplandecer, y alrededor de esta, estaban las miles de estrellas rodeándola, en el oscuro cielo.
-Es una hermosa vista… ¿verdad? –me pregunta alguien, que se acaba de sentar a mi lado.
-Ni que lo digas –coincido, aun perdida en el cielo. Pero al momento aterrizo -¿Quién eres tú? –le pregunto, algo asustada y dubitativa.
-Jaja, tú debes ser Sakura… yo soy tu primo, el hermano mayor de Sasuke, Itachi.
-¡Al fin nos conocemos, espere todo el día para verte!
-¿Y por qué estabas tan ansiosa por verme? –no entiende mi reacción.
-Es que desde pequeña… me has dado mucha curiosidad –le saco la lengua, nerviosa y apenada por lo que antes había dicho, ¡pero era cierto! –mi padre me comentaba mucho de ti… y también de Sasuke.
-Mi madre también hacia lo mismo cuando nos veía, y esta semana lo hizo aun mas… nos contaba de su muy querida flor.
Así suelen decirme únicamente ella y mi mamá… que soy su flor.
-Jeje, pues entonces, es un gusto al fin poder conocerte, Itachi –le ofrezco la mano.
-Lo mismo digo, Sakura –la toma, pero en vez de estrecharla, me acerca a él y me abraza, para luego decirme al oído –hace mucho frio… si sigues así te enfermaras –termina, mientras s saca su oscura chaqueta y me la pone sobre los hombros.
Él tenía razón, hacia frio, yo con estas ropas no convenientes para la época. Fui descuidada.
-Gracias –digo toda roja.
Hoy fue, al parecer, el día de poner roja a Sakura.
Pero como no, si resulta que tengo dos primos encantadores. Itachi también es un galán, y lo comprobé muy bien durante ese acercamiento, en el cual no aparte la vista de su rostro.
Es muy guapo. De piel blanca, oscura, alto, de ojos profundos y negros como la noche, al igual que su cabello, el cual, algo largo, lo tenía amarrado en una cola baja.
-Ven, entremos –sugiere, y nos levantamos.
Al rato de eso cenamos, y después cada quien se fue a su habitación. Estaban la de Itachi junto a la de Sasuke, y la mía al otro lado de la de ellos. La de mi tía se encontraba al fondo del pasillo.
Al llegar a la mía, rápidamente me cambie, y caí dormida, aunque antes de dormir, en mi mente apareció la imagen de ese par de hermanos pelinegros que me cautivaron.
Entonces? que les parecio? malo? bueno? merece la pena seguirlo? solo diganme si quieren que lo siga... aunque igual trabajare esta semana en él.
comenten! se acepta de todo! (aunque prefiero cosas buenas XD jeje) que nada les cuesta...
