Disclaimer: Kaze no Stigma no me pertenece.
ESPERAR
Kannon sonrió contenta cuando su adorno por fin fue terminado. El color de las rosas amarillas y el verde tanto del tallo como de las hojas le hizo recordar terriblemente a alguien por lo cual ella solo pudo sonreír contenta e ilusionada y un terrible "¡Kya!" pasó por sus labios sin que ella pudiera evitarlo. La sirena tocó y se levantó de su pupitre, dispuesta ir con la persona que tanto le gustaba.
—¡Ren-kun! ¡Mira lo que--!
Y su voz cantarina fue reemplazada por un murmullo cuando el chico de traje azul salió rápidamente del salón sin siquiera terminar la última hora del día. Suzuhara solo pudo verlo marchar sin siquiera deparar en lo que le sucedía, esa actitud era extraña en él.
—No te preocupes —Serizawa rascó sus cabellos, con ese porte que tenía aún estando en un salón como ese —, desde que llegó ha estado deprimido, supongo que ha de ser alguna fecha —suspiró y alzó los hombros sin entender del todo la actitud de su amigo.
Suzuhara clavó su mirada triste, ahora al adorno que tanto quería. Vio por la ventana del salón como Ren salía del instituto y se perdía a su vista; ella se preguntaba si alguna vez el chico podría olvidar eso que tan melancólico lo ponía en varias ocasiones y lo hacía ver tan tonto. Pero sonrió con tristeza después de eso porque se dio cuenta de que ella también era un tonta, una gran tonta que esperaría quien sabe cuanto tiempo más hasta que el chico le diga que sí. No se rendiría, aunque siga esperando con más rosas en las manos.
FIN
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