Declaimer: Los personajes originales de las películas de Boondock Saint no me pertenecen, son propiedad de Troy Duffy. Y no realizo esta historia con ánimo de lucro.

Prólogo

El despertador sonó haciendo que se me acelerará el pulso inmediatamente, aquel sería el primero de los días que definiría mi futuro, y pese a mi trabajado carácter templado y neutro, no podía evitar verme afectada.

Como cada mañana mi ritual de baño, cocina, vestidor trascurrió en orden, una vez vestida y a la hora exacta, mientras servia mi café, sonó el teléfono, di a la tecla de manos libres y la voz de vitalidad contagiosa de mi abuela inundó la cocina.

–Dime que has cambiado de opinión y no vas a pasar tu futuro próximo rodeada de los peores depravados del mundo.

–He cambiado de opinión y voy a tirar todo mi esfuerzo de la última década a la basura por que mi abuela no tiene ninguna confianza en mí –dije con voz monótona.

–No es falta de confianza –aseguró ofendida-, pero comprende que no desee que mi única nieta, por la que me he dejado la piel y los huesos...

–Ay... Nona*, por favor...

–Me vas a provocar una úlcera, un cáncer, si sigues adelante.

–Eres la mayor depravada diciéndome esas cosas como chantaje.

–Cathy, por favor...

–No me llames así, lo detesto...es cursi –contesté molesta –. Ya me he bebido el café, Adiós Nona, que tengas un día apacible.

–No... no me cuelg...

Apreté la tecla para cortar la llamada, y puse el aparato en modo contestador. Recogí mi maletín y me miré en el espejo del recibidor, un espejo de cuerpo entero colgado en la pared, la mejor idea de mi abuela en décadas. Comprobé que parecía lo que quería ser, con mi oscuro y largo cabello recogido en un moño bajo, que me daba más años y seriedad, las gafas cuadradas de pasta negra, hacían que mis ojos negros fueran aún más penetrantes –o eso dijo la oculista – y un traje de pantalón de pinzas en gris claro, sobrio pero moderno, con su chaleco de dos botones y una americana entallada, femenina pero profesional.

Solté un suspiro, y despidiéndome en voz alta de Piaget, el independiente y desagradecido de mi gato, abandoné mi apartamento, camino de la Prisión de Máxima Seguridad Hoag.

En esos momentos ya sabía que mi futuro, al menos profesional, se encontraba completamente vinculado a los hermanos MacManus, pero jamás hubiera imaginado que lo cambiarían todo en mi vida y en mí.

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.~Continuará~.


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*Nona: Abuela en italiano

NdA: Hola, Bienvenidos! Aquí mi pequeño aporte al fandom de Boondock Saint, espero que os haya gustado pese a su brevedad.

Si queréis podéis seguir la historia por Twitter en su Hashtag #terapiadefuga o a mi en el perfil para mis fic Hotarubi86. Un saludo.

Gracias por leer! ;)